Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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martes, 24 de septiembre de 2013

Ómnibus asuncenos de antaño


Se llamaba “ómnibus” o directamente “camión”. Era el transporte popular; al pituco lo llamaban “micro” o, más urbano, “taxi colectivo”. En el ómnibus se pagaba 5 guaraníes por cada viaje; en los micros, 10. Por aquellos años de principios de la década de 1960 los niños cedíamos el asiento a los mayores; los caballeros, atentos como eran, ofrecían sus sitios a las damas. Caballeros eran los de antes.
Los ómnibus eran con carrocerías de madera. Don Acosta, el carpintero que vivía a la vuelta de casa, también las fabricaba. Todo era de madera, desde el piso al techo. En los costados era cubierto con chapas metálicas; el techo, con carpa pintada de verde. Las rendijas se rellenaban con bleque.
Tiempos gloriosos de un personaje urbano que el tiempo absorbió: el guarda, equilibrista de la estribera y toqueteador de primera de toda colegiala; claro, el guarda la “ayudaba” a abordar atrapándola de la cintura con el brazo derecho, mientras, firme, con la izquierda se tomaba de la estribera produciendo el ascenso como en artístico vuelo.
Hace años que fue desalojado de la estribera donde era dueño y señor de pasajeros y hasta del mismo conductor del transporte a quiénes dominaba con silbidos estridentes y largos y gritos primitivos, mientras con notable agilidad iba acomodando los billetes de cinco, diez, cincuenta y hasta de cien guaraníes  doblados, como moños, al dedo medio de la mano izquierda.
Escucharlo invitar a los pasajeros para abordar su ómnibus en las esquinas (todas estaban habilitadas para ese efecto, no habían “paradas de ómnibus” como ahora, en la mitad de cuadra) era de antonomasia: “¡¡Brasil, Herrera, Colón, Carlos Antonio López!!, vamo señoritas, señor, señora, ¡siga nomás!”, verseaba las calles por las que iba el ómnibus y; ordenaba seguir la marcha al conductor, respectivamente.
A la vuelta, el personaje de la estribera “cantaba” las calles por la que retorna, por ejemplo la línea 26 con destino a Fernando de la Mora: “¡¡Montevideo, General Díaz, Azara, Pettirossi, Zavala!! (no decía Fernando de la Mora sino Zavala, porque hasta entonces la localidad era más conocida por su antiguo nombre, Zavala Cué. “Ma´lante, má lante!! … passss (pasaje)!!”, se comunicaba con los pasajeros.
El timbre casi no se usaba. El guarda se encargaba de avisar al conductor con sonoro silbido que un pasajero descendería.
Los ómnibus eran muy limpios, el guarda se encargaba de sacudir los asientos de polvos. “Prohibido fumar y escupir” rezaban al menos dos carteles sobre las ventanillas. “Subir por detrás”, “Bajar por delante”, estaban escritos en las puertas. La puerta delantera era accionada con una manivela mecánica administrada por el conductor. En aquellos tiempos la puerta delantera siempre estaba cerrada cuando el vehículo marchaba.
El portabultos estaba sobre el techo, al cual se ascendía mediante una escalera que generalmente estaba al lado de la puerta delantera. En horas pico, los pasajeros trepaban al techo del bus y, ante el lleno de las estriberas se colgaban de la escalera.
En los ómnibus los soldaditos tenían “pase” libre (no pagaban pasaje), ocupaban todo la parte trasera del ómnibus (en aquellos tiempos del servicio militar obligatorio eran miles los conscriptos). Los choferes no querían alzar a los soldaditos, la mayoría cumpliendo mandados en las casas particulares de los oficiales superiores. Los reclutas se encargaban, por ejemplo, de retirar la carne de los cuarteles respectivos con la cual preparar la comida en la casa. La carnaza ubicaba en bolsitas de tela empapadas de sangre bovina, hacia que el fondo del transporte oliera a carnicería de mercado.
Competían con las mercaderas cuyas canastas (ayaká) cubrían los espacios junto a la puerta trasera. En aquellos tiempos las trabajadoras de los mercados vivían en Ysaty, Fernando de la Mora, San Lorenzo, Luque, Loma Pyta, Luque. Los productos que ofertaban eran los de sus propias chacras y pequeños tambos y gallineros.
Algunas eran desbocadas con el guarda quién era de subirlas a los estirones arrojando sus canastos al piso del transporte. “¡Nde aña memby, re yokapata ningo che ryguasu rupi´a!”, boceaba la mercadera al hombre del silbido, quién se limitaba, irreverente, a menear la cabeza y sonreír, pícaro, conociendo el carácter de las mercaderas, sus pasajeras de años.
Los que peinamos canas extrañamos a aquel personaje agitador  de aquella Asunción reposada de las siestas largas. Echamos de menos aquello de cuando escupía en los dedos pulgar é índice para dar el vuelto. El dinero quedaba mojado con la saliva. No olvidamos el parabrisas levantado con un dispositivo dentado, de hierro, por donde entraba el viento fresco a todo el ómnibus en los días de verano.  No había acondicionador de aire que pueda alcanzar su eficacia.
Desde luego que extrañaré la mirada del chofer a través del retrovisor interno dirigida a las piernas de la señorita minifaldera sentada inmediatamente detrás de él.  Y también el servicio durante las 24 horas, sobre todo los de los micros, de aquellas unidades VW tipo Kombi.

Tiempos de cuando los niños cedíamos asiento a los mayores y; los caballeros,  a las damas…

sábado, 21 de septiembre de 2013

QUE ME VIERTAN EN EL MOLDE NUEVO


Antes de emprender el viaje quiero un amigo que forje mi hierro viejo.
O, mejor, varios que con paciencia moldeen este óxido, pese al tiempo, todavía dócil.
Que den la primera forma a esta pieza que todavía es metal.
Que me fundan de nuevo y luego me viertan en el molde nuevo.
En el de los espíritus de León XIII, Pío X y de Julio Verne,
que restaurar mis ideas misioneras.
Troquel del cual me resuciten, renovado, de mi descomposición y ruina
y que derrumben mis fracasos.
Renacer en la matriz de Andersen para pensar como niño
y escribirles un cuento fresco.
Me transformen en la hechura de Lessepp y construir un canal de amor para todos.
Me hagan como Juarez, para que, con armonía y prudencia, administre.
Me extraigan de la sabia de Stuart Mill y Balzac para defender la igualdad;
para reconocer, como Lincoln, la genialidad del pensamiento cristiano;
para perseverar como Darwin, rediseñar mi destino como trazó Hassman la hermosa Paris y,
ser  íntimo, soñador, como Chopin, desembocando, como Balmes,  en el sentido común como guía y criterio; atacando al mal, como Sarmiento,  desde las aulas.
Antes de ir quiero ser el hombre nuevo para que, como Dickens, dejar escritos fecundos; como Dom Bosco, enseñar amando; ser visionario como Reuter, riguroso como Mommser y, como Dostoyevski, sentir vivamente el misterio de la vida.
Quiero sentirme tumbado del caballo en mi largo camino a Damasco, que sienta el golpe del maravilloso cambio y comprender que soy alma viva y no alma muerta.
Quiero amigos - tan siquiera uno - que restaure mis ideas misioneras que derrumben mis fracasos.

Efraín Martínez Cuevas

Palma Loma, Luque, 21 de setiembre de 2013.

viernes, 20 de septiembre de 2013

A LA NOVIA MUERTA



Hace un instante miré la agenda
 y busqué tu nombre;
olvidé que pasaron los tiempos,
muchos soles, noches, inviernos,
que en las hojas sepias ya no estás.
Que estás muerta.

Efraín Martínez Cuevas
Palma Loma, Luque, 20 de setiembre de 2013

COLORES DEL ALMA


Las almas debieran ser de colores,
Claros e intensos, de mil matices.
Y que ninguna sea negra ni grises,
Que ni una sea triste.

Que tengan el colorido del imaginario
El que percibe el espíritu del niño.
La tonalidad distinguida por quién se enamora,
La gama observada por las almas santas.

Un alma celeste, profundo, como el manto de la Virgen,
Verde, como los bosques de Fauno y Diana,
Dorado, como el brillo de los ángeles,
amarillo rojizo como las naranjas de mi patria.

Rojo, como la sangre salvadora del Cristo,
y  también,  como la humilde violeta, de lila,
como el aromático café, de marrón,
y como el soberbio zafiro, de intenso azul.

Que sea bicolor, de rosa y blanco, para las novias;
o tricolor, rojo, blanco y azul, como los de mi bandera;
o de puro blanco como el de la paz,
de multicolor como el arco iris que cruza el firmamento.

Que todas las almas sean de colores,
los de las primaveras eternas,
que todas se pinten para lucir felices, alegres,
que ninguna sea gris, que ninguna sea negra.

Efraín Martínez Cuevas

Palma Loma, Luque, 20 de setiembre de 2013

domingo, 15 de septiembre de 2013

SOS LA CATEDRAL



Es tu poder, sos la misma arcediana.
la sacerdotisa con su propio ritual,
la piedra de sus cimientos, ¡oh!, Diana;
la postrera del cimborio, bien arriba, celeste celestial.

Sos el armonio de la Nôtre Dame;
el portal de bronce de La Almudena;
la campana enorme de la de Colonia;
de la catedral de Sevilla, torre y campanario, la Giralda.

Sos todas las piedras del gran Delfos
donde adorarte es mi deseo,
entre luces de velas y aromas de inciensos,
 sos la gran pitonisa, la profetisa, en el altar de la seo.

Sos la gótica de Sevilla, imponente;
la Piedad más grande que la de San Patricio,
la santa piedra de la Almudena, algente,
todas de pie, como una montaña, hasta el final juicio.

Ni iglesia, ni capilla, ni ermita;
sos la misma catedral,
arriba como el campanario, las palomas, los sarrios;
sos mi templo, mi madrigal,
la misma obra que te dedicó otro grande, Agustín Pío Barrios.

Efraín Martínez Cuevas

Palma Loma, Luque, 15 de setiembre de 2013.

sábado, 14 de septiembre de 2013

MARÍA DE MIS AMORES


Me enamoran tus manos,
tu mirada, tu sonrisa,
y tus caricias sutiles,
María.

Me enamoro cuando me abrazas,
cuando me cuidas,
y cuando me dices “sí” cuando te imploro,
María de mis amores.

Mientras Dios te salva,
Tú me salvas,
me llenas de gracia,
por eso te amo ¡intensamente!

Más que a todas las mujeres
Virgen María,
Miriam, María, 
¡María de mis amores!

Efraín Martínez Cuevas

Palma loma, Luque, 14 de setiembre de 2013. 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Eso que dicen que es una plaza

                                                 La "plaza" de la Democracia. 

En Asunción hay cuatro manzanas juntas que son la gran plaza emblemática de la ciudad a saber: la que está frente al Hotel Guaraní, al que llaman desde no hace mucho “Plaza de la Democracia”; la que está frente al ex cine Victoria, llamada “De la Independencia”; la que está frente al Edificio Independencia, conocida como “Plaza O´leary” y; la del Panteón Nacional de los Héroes al que llamamos “De los Héroes”.
En estas cuatro manzanas, en tiempos anteriores,  estaban las casas de Rodríguez de Francia, Francisco Solano López y el Mercado Guasú donde no sólo se mercaba sino se intercambiaban las novedades acaecidas en la Asunción colonial y por donde pasaron los personajes más populares de esta Madre de Ciudades.
Estas plazas son el centro del que al principio fuera un fuerte fundado a orillas de la Bahía de los Carios por el tropero Juan de Salazar y Espinoza el 15 de agosto de 1537.
A mediados de la década de 1990, durante la administración municipal de Carlos Filizzola la coqueta como gallarda plaza que está frente al Hotel Guaraní se fue, como se dice comúnmente, al mazo. A cuentas de aprovechar el subsuelo de la plaza para estacionamiento de vehículos, en la superficie dejó un mamotreto que solo genera indignación entre la gente, sobre todo en los asuncenos que, legítimamente, consideran que en sus derechos fueron violados por el médico, entonces intendente.
A lo mejor esta destrucción de la plaza generó también el alejamiento de la gente del microcentro. A nadie se le ocurre visitar las cuatro plazas y encontrarse con un mamotreto en el sitio donde habían flores, verdes, camineros señoriales y una fuente musical. Filizzola, el mismo senador socialista, se anotó el desprecio de la sociedad asuncena desde aquel entonces, además por haber esfumado un platal de la municipalidad cuando la crisis bancaria de aquellos tiempos.
Alguna vez se volverá a recuperar la plaza dañada, a la que desde hace casi 20 años nadie más visita sino borrachos, drogadictos, rateros y mercaderes del sexo.  A lo mejor el intendente Samaniego toma en serio la recuperación de la plaza eliminando las construcciones de cemento que el luguista mandó hacer en el sitio, dejando el estacionamiento subterráneo como está.

Recuperada la plaza destruida, a lo mejor la gente vuelva al microcentro; por ahora ,solo a un masoquista se le ocurriría andar por sus alrededores y, sobre todo, sentarse en sus bancos que tampoco tiene, sí un chimenea extraña, semejante a un extravagante y gigantesco pene.

Facundo Recalde

                              Facundo Recalde (Fa Re).
Tal como van las cosas, me temo que en pocos años ya olvidemos quiénes fueron los héroes de la Independencia, Carlos Antonio López, Francisco Solano, el mariscal Estigarribia y; la gente, a lo mejor, ya no esté segura si la guerra contra la Triple Alianza se inició en 1865 o  en 1947, todo porque la memoria se detiene a registrar cosas menos importantes.
Desde hace unos cuantos años ya no se enseña historia como cuando en mis tiempos. Cada vez se vuelve más difícil para las nuevas generaciones saber quién fue Ramón Indalecio Cardozo, Gregorio Benites(con s), Celsa y Adela Speratti o Elisa Alicia Lynch.
El día en que los de mi generación desaparezcamos de la faz paraguaya dudo que las nuevas generaciones sepan de historia paraguaya.
En este sentido lamento que ya poca gente recuerde a Facundo Recalde (Fa Re), poeta y escritor y amigo leal de Manuel Ortíz Guerrero. Recalde nació en Asunción en 1896 y murió en 1969 también en la capital paraguaya.
Bien pudo haber escrito hasta acortársele los dedos. Autor de “Virutas celestes” y “Virutas grises”, poemarios en los que despliega sus alas de vate excelso, capaz de alcanzar las alturas de grandes como Rubén Darío y hasta superar al mismo Federico García Lorca.
Conocedor del castellano, corregía los escritos de su amigo Ortíz Guerrero y, como tal, sus prosas eran incluidas en libros de texto de la instrucción primaria.
Sus encendidas posturas políticas le costó innumerables exilios.
Jesús Amado Recalde (Papotín), uno de sus hijos, siguió sus pasos literarios, publicando en 1950 su poemario “Siembra sonora” destacándose, para mi gusto, los poemas “Juanita”, “Calle Ypané”,  “Elva”, entre otros.
Otra hija de Facundo Recalde es Rosa Recalde Guanes, también escritora y poetiza y autora del poemario “Mi vida a la luz”, de misma sensibilidad literaria que el padre y el hermano.

                                                    Rosa Recalde Guanes.

Facundo Recalde se había casado con Helena Guanes, hija de Alejandro Guanes, con quién tuvo cuatro hijos: Papotín, José María (Guaíto), Rosa y Vida Recalde Guanes. Estas dos viven hoy en el barrio asunceño de Trinidad y en la ciudad de San Lorenzo, respectivamente.
Nieto de Facundo es Facundo Recalde Casartelli, también periodista.
En un libro sobre Ortíz Guerrero publicado en Asunción en 1980 se cuenta que Facundo Recalde conducía una carreta en la que llevaba a su amigo Manuel Ortíz Guerrero desde la casa de este en Asunción hasta la de su compañera Dalmacia en San Lorenzo (en las cercanías de la actual planta transmisora de Radio Nacional del Paraguay). Eran los últimos años de vida del poeta villarriqueño.


                                         La Familia de Facundo Recalde (parado en el medio. Primero, a la izquieda y parado, Jesús Amado Recalde (Papotín). En cuclillas, primero a la izquierda, Facundo Recalde Casartelli, hijo de Papotín. 

¿Quién recuerda hoy a Facundo Recalde?, unos cuantos historiadores, periodistas viejos y familiares. Dentro de poco, tal como estamos yendo, ya no habrá quién recuerde ni a Recalde (hermano de Camilo Recalde, héroe de la Guerra del Chaco y fallecido en Chile), ni a Ortíz Guerrero, ni a los López, ni a Francia, ni a nadie. Seremos una nación con historia pero sin nadie que la recuerde.

domingo, 8 de septiembre de 2013

VINO TINTO, VINO CLARO


Vino tinto, vino claro,
vino de mis contentos,
vino de mis penas;
vinos tinto y claro,
vinos de mis instantes eternos.

Ven, vino,  ve
y sana este corazón vinagreado
porque en tu aroma de tiempos,
en las duelas de roble, tu nido,
germina mi instante alegrado.

Vino tinto de los tintos,
farol en mis oscuros;
no te vayas, no termines,
tinto bueno y maduro.

Vino claro, vino blanco,
nacido en el torrontés,
déjame sentir en tu cuerpo rubio
a esa blanca piel que me seduce
de la cabeza a los pies.

Vino tinto, vino claro,
en tus colores serenos,
en tu maduración perfecta,
vino bueno y maduro
hoy, ahora, disfruto, me amparo.

Efraín Martínez Cuevas

(Palma Loma, Luque, 8 de setiembre de 2013)

viernes, 30 de agosto de 2013

ETERNAMENTE SIEMPRE


Ahora que se marchan fríos, lluvias y noches largas,
ahora que las leñas ya no arderán en la chimenea,
ni buscaremos el café, el chocolate ni el té calientes;
ahora que la primavera revoca al gris encantador del invierno,
seguiré amándote más que en esos días.


C
uando las calles sufran la orfandad de charcos y de silencios,
cuando tu paraguas quede olvidado en ese rincón de la casa,
Y dejes abandonados, la bufanda rosa limón,
los guantes de lanilla asalmonada y tu mantilla plomiza,
te amaré más que en esos días. 


P
orque amarte no depende ni de un leño prendido,
ni de la lluvia presente ni de charcos ni de silencios,
de bufandas, ni de guantes ni paraguas olvidados. 


D
e nada...
Ni de la primavera que llega ni del verano decembrino.

E
sta eternidad instalada es mucho más que soles y lunas,
más que flores coloridas de primavera y hojas muertas por el frío,
porque lo nuestro es esto, lo firme, lo perenne ,
eternamente siempre …


L
o invariable como el mar,
lo implacable como el tiempo, 
lo imperturbable como el sol,
lo profundo y bello como el amor de Dios. 

(Efraín Martínez Cuevas, Palma Loma, Luque, 30 de agosto de 2013)

viernes, 23 de agosto de 2013

LAS MARGARITAS SOLAS


Olvidaste las margaritas en el mesón hogareño,
ellas no te ignoran, así estén enojadas.
Y quedaron tiernas, en su vestido de blanco.
Sí, olvidaste las margaritas nevadas.

Y, esta noche, las ubicaré junto a la almohada,
para dormir con ellas, como si contigo.
Porque en cada pétalo está tu corazón que me ama,
tu pelo largo, con bucles para mi pasión, de trigo.

Y mañana, cuando despierte pensando en tus manos tiernas,
las ubicaré junto al Cristo para que su aroma
lo libere de sus tres clavos, casi eternas,
y para que tus manos lo desciendan con un paño o una maroma.

Olvidaste las margaritas, las que más te gustan.
Quedaron tristes, abandonadas, en este día agosteño;
huérfanas que asombran, asustan;
solas, muy solas, en el mesón hogareño.

(Efraín Martínez Cuevas, Palma Loma, 23 de agosto de 2013)

martes, 20 de agosto de 2013

ÑASAINDY MOROTÎ SAKÂ


Jasy poraite re jajaiva yvaté
oimé mbyja poravo cuete,
okañyva nde kupepe,
nde mbo horyva sarakipe,
nde mboyaruva ape jha pepe.

ko agosto pyharepe
yvytu norte oipejumivo,
ndema katu nde porâ
Tupasyicha re jajaiva.

Aipotante topa´ y pyhare  agosto gua,
tove ta nde mimbi pa
acointe ta nde porâ
tove ta nde saraki,
ta nde morotî sakâ.

Efraín Martínez Cuevas

(Palma Loma, 20 de agosto de 2013)

sábado, 17 de agosto de 2013

HUYE


Cuando puedas escapar del cautiverio,
Ven;
Cuando desees mis aires libres,
Ven , huye….

 Huye y ven a compartir conmigo este territorio sin mal,
y este tinto,
 y este espacio viejo, colonial.

Aquí estoy,
aguardando tu vuelo venido de hacia el cielo,
el que irrumpa en esta libertad del vino,
en el júbilo del hospitalario y añoso atrio.

Cuando el cautiverio no pueda con tus alas,
migra a esta lejanía de aires libres,
huye hacia aquí,
hacia mí,
hacia tu paz.

Efraín Martínez Cuevas

(Palma Loma, 17 de agosto de 2013)

lunes, 12 de agosto de 2013

EJUMINA YVYTU


Yvytú ka´aru gua
Reipejuva kanguy mi,
Erumina hyakuangüe ta hetu sapy´ami.
Jha, ahayhueteva,  ipyvore michimi
Aniquena renvogûe.

Uperupi, norte yvytu,
Rehecharamo mitakuña
Tupasyicha iporava
Emosaraki minte hi´ava
Ichupé emomoranduvo
Hese minte aikoteve.

Ejumina yvytu,
Ehasakuevo sapyaité
Ñe´e mbeguemime emombe´ú
Noimeipa rehecha upérupi
Mitakuña sarovy.

Efraín Martínez Cuevas
Palma Loma, Luque, 12 de agosto de 2013

QUERÍA DECIRTE


Quería decirte,
que vuelvas y prendas las luces, las de las piezas y las del patio,
Los faroles del jardín y; del enramado, las guirnaldas.
Cuando vuelvas, sí, las luces prenderán y ya no será solo el cirio
que, lánguido, rompa con la noche, con largas nostalgias.

Quería decirte,
que cuando retornes, después de haberte ignorando, vuelvas a
dar vida a las flores que cultivaste en este jardín, mi alma,
como diste vida a mi vida y que, presiento,  desde la vigilia vigilas.

Quería decirte eso, nada menos que eso,
porque en sí sos la luz, y las flores en mis manos, hoy marchitas, casi muertas.

Ven, dejo el portón abierto, y las puertas y las ventanas,
Todo lo que te he cerrado me provocó la pena, el llanto,
Vuelve a encender la luz,
ven hoy mismo, ahora;
¡por favor!, Divino Farolero,
¿Oh!, Espíritu Santo.

oOo


Efraín Martínez Cuevas

(Palma Loma, Luque, 12 de agosto de 2013).

POR VOS ME HARÍA POETA


Por nombrarte en poesías,
por vos me haría poeta,
así  no tenga el arte,
así carezca de letra.

Para  decirte, como Amado Recalde,
a la Elva de sus penas y de su dolor silvestre,
que también escribo sobre el polvo del camino
tu nombre dulce, arrullador, celeste.

Por vos sería poeta,
nada menos que Nervo,
para elogiar “unos ojos azules, unos labios en flor”
porque también sos un amor grande el regalo mejor.

Sí,
por vos seré el poeta
que como García Lorca,
te diga en un romance, lo que admiro de tu piel,
de “ese cutis tan fino” aclamado en la Casada infiel.

Por vos me siento poeta,  un Manuel
para darte la rima por el amor y el placer,
loco enloquecido,
como la loca del tibio pedazo de canto en la boca
bendita loca mujer.

Soy capaz, por vos, ser Neruda, Alberti y Campoamor,
escribir como un santo, como San Juan de la Cruz;
como Victor Hugo, un grande, y;
otro santo y grande, Fray Luís de León.

Por nombrarte en poesías,
por vos me haría poeta,
así  no tenga el arte,
así carezca de letra.

Efraín Martínez Cuevas 

(Palma Loma, lunes, 12 de agosto de 2013)

viernes, 9 de agosto de 2013

NO TE EQUIVOQUES


Cuando el viento sur amedrenta mis ventanas,
Cuando al sol no veo por el este,
Cuando todo está mustio,
Cuando no te veo pero te siento
Tengo ganas de decir: no te equivoques.

Con el frígido aliento antártico,
Y el sol agostino ausente;
Cuando las flores duermen su sueño germinante,
 Cuando en tu silencio gestas dudas,
Tengo ansias de decir: no te equivoques.

Porque así el sur me vuelva retraídamente introvertido,
Porque así añorara al sol ausente
Y por todo eso sientas que no te amo
Tengo ganas de decir: no te equivoques.

Porque soy así
Íntimo con lo austral,
Con el julio de las hojas secas,
Separado de las tangibilidades,
No renuncio al calor de tus pasiones,
Por eso,
Tengo ganas de decir:
No te equivoques.

Efraín Martínez Cuevas
(Palma Loma, Luque,  9 de agosto de 2013)


jueves, 1 de agosto de 2013

Viento norte


¿De dónde vienes norte, tarová, montarás y arisco?
¿Qué te traes entre manos, en tu agosto de enigmas,
De amenazas a quiénes te temen, no te simpatizan?
¿Qué buscas, viento loco?, ¿acaso tu cuota de muerte, de penas, excitación y enojos?
Así y todo, viento norte insociable, saraki y caliente, que cubres las calles de hojas muertas,
Así y todo, te quiero y te espero todos los años, cuando Cáncer se marcha y, altanero,
llega, Leo, el hijo macho, pródigo y fuerte.
Te espero, temeroso; como en diciembre, feliz, a la Navidad del Niño; en mayo, las fiestas patrias y; en setiembre, cuando te marches con tus presas entre garras, a las flores coloridas, las que ahora, en agosto, siguen marchitas, agotadas y, como deseas, muertas.

sábado, 6 de julio de 2013

Secreto de Dios y mío




Así como solo el mago sabe los trucos de sus magias;
Como el poeta,  la razón de sus poemas;
Como el escritor, la inspiración de sus novelas.

Así,
De la misma manera,
Solo yo …
No, Dios y yo,
Sabemos cuánto te amo.

Es como un secreto nuestro, de Dios y mío,
Pero no sé, querría saber,
De cuánto más podría amarte.
Sí, mucho, infinitamente,
Dios lo sabe.

Lisa e intensamente, sin extravagancias,
Desburocratizadamente,
Sin retorno,
Hasta el fin.

Es un secreto nuestro, de Dios y mío,
La verdad verdadera,
Liberadora,
Secreta, arcana.

Dios y yo, pues, sabemos,
Que mi amor por ti es cristiano;
Que no es ni loco ni pagano.

Efraín Martínez Cuevas

Palma loma, Luque, 6 de julio de 2013

miércoles, 3 de julio de 2013

Si me dices "te amo"

(Efraín Martínez Cuevas)



Si me dices “te amo”
El mundo será mío, nada menos que mío,
Y los rayos argentos de la Luna,
Y los dorados del Sol.
Si me dices “te amo”
Por fin comprenderé
Que en la Tierra es como en el cielo,
Que mi alma se expande infinita
Y que mi alma, sí, eres tú.
Dame esa magia,
Ruego el milagro,
Por favor, esa gloria …
Hazme tu gitano,

Dime “te amo” …

(Luque, Paraguay, 3 de julio de 2013)