Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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domingo, 22 de noviembre de 2009

Mis amigos

El último fin de semana estuve con mi amigo Luís, un compañero de trabajo en años mozos, disfrutando del aire acondicionado central de un shopping asunceno. Hacía mucho calor como para que , por ejemplo, decidiéramos por la terraza de un bar o de un restaurante. Poco después se nos sumó Teresita, una noble como conversadora amiga.
Hablamos de todo y, sobre todo, nos divertimos intensamente. Nos juntamos por las ganas de juntarnos, de compartir un par de cervezas bien frías y unas empanadas chilenas.
Es muy agradable hablar con los amigos sin otra intención más que el encuentro propiamente dicho. Y más aún cuando hay esa onda no tan pesada a la que casi estamos acostumbrados, ya por influencia de la economía, la política o porque Olimpia, de nuevo, cambió al director técnico.
No.
Una onda sana donde nadie es víctima de nuestras conversaciones sino todos nos permiten pasarlo sanamente. Un encuentro de amigos a toda prueba.
Tengo otro grupo de amigos integrado por quienes fuimos periodistas del diario Abc y por algunos todavía siguen en ese medio. Con ellos también lo pasamos fenomenalmente sin que en nuestro encuentro se filtren ninguna de esas cosas que hacen a nuestra tarea diaria: las causas y consecuencias de los hechos, los protagonistas, los aciertos y desaciertos de los funcionarios públicos o lo que sea.
Nada extraño interrumpe nuestra amistad y, mucho menos, las ganas de pasar bien en las horas que compartimos que son, sin dudas, terapéuticas en jornadas de verdaderas tensiones en nuestros respectivos ámbitos.
Aún cuando se diga lo contrario, tener amigos no es fácil. Conocidos, vecinos, compañeros de trabajo tenemos todos y muchos. Pero no todos los vecinos, compañeros y conocidos son amigos.
¿Creen ustedes que todas las parejas que rompen relaciones sentimentales pueden continuar siendo amigos? Sean sinceros y contestenme. "Vamos a ser amigos nomas", dice como desorientado el ex novio y, la ex novia acepta. Poco tiempo después vuelven a la cama y a los mismos problemas de desentendimientos porque ya ella y/o él seguirán con sus respectivos arrebatos de celos.
¿Por qué se dice "amigo" al que funge, en realidad, de pareja o amante?, ¿por qué la amistad debe encubrir otras razones en el relacionamiento de dos personas?
La verdadera amistad, pienso, es esa que uno desarrolla sin intenciones envolventes, esa que nos permite compartir un par de cerveza en un shopping liberado del "qué dirán" y del cual tanto depende las relaciones en esta sociedad amenazada por la hipocrecía.
Siempre digo que tengo mucha suerte, pues tengo amigos con quienes disfruto intensamente.