Detrás de la puerta, esto

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Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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sábado, 13 de noviembre de 2010

El caballo y Federico García Lorca

El caballo es mencionado por el granadino Federico García Lorca en varios de sus poemas y no es de extrañar ya que en su tiempo (1898 - 1936) el equino era aún el principal medio de locomoción. Sin embargo, la luna constituyó en el referente más recordado en los poemas del español, tema que tocaré en otra ocasión.


En al menos 31 poemas de los cien y pico de su autoría menciona al caballo. En "Romance de la luna, luna" escribe: "huye luna, luna, luna / que ya siento sus caballos (...) el jinete se acercaba / tocando el tambor del llano".
En "La monja gitana": "Por los ojos de la monja / galopan dos caballistas" mientras que en "la casa infiel" menciona: "montando en potro de nácar / sin bridas y sin estribos".
En cada poema se puede apreciar la descripción que hace tangible al cuadrúpedo, como si estuviera ante nuestra presencia. "Cobre amarillo su carne / huele a caballo y a sombra (...) soledad de mis pesares / caballo que se desboca", añade en "Romance de la pena negra".
En un poema, "Romance de la Guardia Civil Española", refiere a la tragedia de los ataques de soldados durante la guerra civil en la Península: "Los caballos negros son / las herraduras son negras / un caballo mal herido / llamaba a todas las puertas (...) / El cielo, se les antoja, una vitrina de espuelas (...) Huyen las gitanas viejas con los caballos dormidos / Los sables cortan las brisas / que los cascos atropellan".
García Lorca era buscado por los soldados por lo que se escondía de lugar en lugar; sus angustiantes momentos se refleja en "El emplazado": "ojos chicos de mi cuerpo / y grandes de mi caballo / no se cierran por la noche / ni miran al otro lado (...) Sobre los yunques sonámbulos / el insomnio del jinete / y el insomnio del caballo".
Un caballo muerto también lo inspiró en "Burla a don Pedro a caballo": "Montado en un ágil / caballo sin freno / (...) Han encontrado muerto / el sombrío caballo / de don Pedro".
Las palabras jinete, montura, brida, estribo, desbocar, caballista, mula, grupa, potro, espuela, casco, crines, relincho, jaca y belfo se incluyen en sus poemas en los que menciona al equino.
El tiempo pasó y aquello de que "Con el mundo que no se puede recorrer sin caballos" ("Navidad en el Hudson") quedó atrás. Si hoy viviera, el poeta nacido en Fuente Vaqueros hubiera escrito, a lo mejor, "con el mundo que no se puede recorrer sin aviones".