Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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domingo, 19 de julio de 2009

Internet y la búsqueda de parejas

El escritor francés Honoré de Balzac se había enamorado de la condesa rusa Ewelina Hanska, una casada, residente en Moscú. Desde Paris, donde vivía él, enviaba encendidas cartas de amores a la mujer hasta lograr que esta se enamorara intensamente del autor de Comedia Humana. Las cartas de Honoré se llevaban en diligencias que realizaba viajes de semanas hasta llegar a la lejana ciudad.
Terminó la mujer enviudando y casándose con el francés.
Antes, enamorar por carta era una cuestión corriente, así se viva a miles de kilómetros del o la pretendiente, el papel se encargaba de registrar el mensaje de ida como de vuelta. La historia de la humanidad está llena de cartas de amores.
Hoy ya no se escriben cartas de amores "en el blanco papel". Hoy basta con tener una computadora en casa, o en la oficina, y desde ahí enviar cartas de amores a tutiplem si se quiere hasta a los lugares más distantes del mundo y recibir la respuesta tan pronto como se envió.
En Internet hay varios sitios para los que buscan parejas, o amistades sin intereses pasionales, o para hacer negocios, o para chatear sobre tonteras o vanidades cualquieras. Internet tiene muy en cuenta aquello de "Dios los cría y ellos se juntan". Para cada uno tiene reservado un lugar
Algunas personas cuestionan algunos sitios de encuentro. Dicen, por ejemplo, que son muy descarados donde ya no se busca amores sino sexo puro y duro. Y dicen también que la cam (la cámara web) no se usa sino para los desnudos, por lo que hay una corriente de opinión contraria a la permanentecia de dichas páginas en Internet.
Se dice que se llega a límites de faltarse en algunos casos el respeto entre los usuarios, entre quienes no faltan los que escriben obcecadas obscenidades, o que estos son una suerte de sitios pornográficos disfrazados.
Yo no estoy muy convencido de que la cosa sea así, como para echar las culpas al espacio de encuentros. Estos son espacios, oportunidades, herramientas o como querramos llamarles que Internet pone a disposición de la gente. Serían cada uno de los usuarios los que se encarguen de mantener el respeto hacia los demás, y hacia si mismo, con el decoro de su conducta. La práctica de la buena o mala conducta es responsabilidad de cada uno, no de Internet. El revolver no es el culpable de un crimen, sino de quién lo gatilla.
Desde luego, aquellos desentonados hacen que muchos piensen que los sitios son desentonados. Y en puridad no es así.
Me es claro que las nuevas herramientas para la comunicación muchos utilizan para mal que para bien pero nada tiene que ver Internet con esas conductas descarriadas. Internet no descarría a la gente; los desubicados, los ignorantes, esas "frias bazofias humanas", como decía José Ingenieros, son los que amenazan con desprestigiar a las comunicaciones virtuales.
Si Balzac viviera en este tiempo, pues, preferiría las cartas de puño y letra, aquellas que enamoraban de verdad y, no las cartas de los marginales que no sirven sino para el "levante", para un par de horas de placeres sexuales, para la pavada a cuenta de las relaciones sentimentales que es mucho más que una demanda hormonal momentánea.