Detrás de la puerta, esto

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Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cáceres Almada, enemigo con cojones

A esta altura del tiempo me animo a decir, sin tapujos, que Alejandro Cáceres Almada, director de Radio Nacional del Paraguay y de la "Voz del Coloradismo" durante el gobierno de Alfredo Stroessner, en verdad era un cuestionador del diario Abc con cojones. Acaso no me equivoque si afirmara que cumplía su papel de enemigo de Aldo Zuccolillo sin cobardía y pegando de frente.
Digo esto por los ataques que está recibiendo ahora el mismo diario por parte de referentes del gobierno de Fernando Lugo. Ahora, quiénes no toleran las críticas de Abc atacan desde la oscuridad porque no tienen la audacia y, mucho menos, la caballerosidad de los colorados que replicaban la postura del hoy decano de los diarios paraguayos.
Los personeros de Lugo se escudan en el anonimato, incapaces de hacer frente con nombres y apellidos a los que no comulgan con sus ideas. Desde un portal, violando el derecho de marca de Abc por utilizar su logotipo con total impunidad, desparraman groserías como los de la Voz del Coloradismo, pero sin coraje para pelear de frente, por lo que se hacen llamar, como todo irresponsable, "los innominados".
Los hombres de Lugo están lejos de ser lo que fueron los colorados en la arena política. Aunque duela decirlo, tienen mucho por aprender de Alejandro Cáceres Almada que pese a todo, ponía pecho a los ataques a "su" gobierno y hombría a sus palabras contra el diario. Supo combatir por su partido con vigor, desafiante.
Por su lider, Alfredo Stroessner, ardía en vehemencia, con arrebatos de exaltación. Participaba con dignidad de hombre. Sin ninguna duda, Cáceres Almada fue un referente político que ante los pusilámines socialistas defensores del presidente Lugo aparece como un respetado maestro, independientemente a que estemos o no de acuerdo con el gobierno que defendía.
Si algo no tenía Cáceres Almada fue cobardía como los que hoy defienden desde el poder al poder.
Hay que reconocer que fue un colorado con cojones.