Detrás de la puerta, esto

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Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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lunes, 28 de diciembre de 2009

Un patriarca del periodismo paraguayo, Juan Rómulo Gauto

En el periodismo paraguayo, Juan Rómulo Gauto (73) es hoy uno de los patriarcas. Humilde, franco y firme como persona, hacen de él un respetado referente de la prensa y un maestro admirado por las generaciones posteriores de comunicadores. En entrevista exclusiva rememora los tiempos de tertulias de periodistas y escritores, a importantes referentes contemporáneos de los diarios asuncenos, el diario digital y el de papel, la extorsión desde la prensa y algunas anécdotas. Dése el gusto de leer este reportaje a un gran periodista, un hombre decente.
Con sus años, Gauto mantiene la fortalece del jovenzuelo practicante de redactor. En el bar de la esquina de Estrella y 15 de Agosto, en esta tarde de sofocante calor asunceno, habla con entusiasmo sobre la prensa y los periodistas de Paraguay y, desde luego, recuerda sus inicios en el oficio.
"En la época en que nosotros empezamos a hacer periodismo - arrancó - a finales de la década de 1960, las coberturas teníamos que hacer caminando. no habían móviles, ni grabadoras, si celulares. Nuestros elementos de trabajo eran el bolígrafo y el cuaderno. cubríamos tres o cuatro instituciones por día. En las oficinas de prensa de los ministerios nos daban algunos boletines que nunca servían para publicarlos sino para tenerlos como referencia para indagar un poco más. La información oficial nunca fue la información que satisface al periodista. Con los datos del boletín buscábamos a nuestros respectivos contactos para que nos informen qué pasó, qué pasará o cómo va a pasar. Las oficinas de prensa de aquel tiempo no eran proveedoras de informaciones sino reguladoras y encargadas de ocultar la información. El periodista que no tenía un contacto personal en los ministerios no tenía información".
¿En qué diario comenzó usted?
En el diario "La Mañana", de efímera existencia. Tras esta experiencia emigré a Argentina y tras volver un amigo, Miguel Angel Curiel, me pasó la mano y formé parte del equipo de redactores de Abc. La infraestructura de una redacción de aquel tiempo era inferior a la de hoy.
¿Eran mejores los periodistas de antes?
Diferencias siempre hay entre una y otra generación. Creo que por aquel entonces teníamos periodistas con formación cultural ámplia; probablemente la lectura general (litaratura, historia, ciencia, etc.) nos ayudó mucho para acceder a una mejor visión de las cosas. Teníamos además más conocimiento de lo que era nuestro país, a pesar de que había menos rutas y radios y la televisión apenas nacía. El que se metía a trabajar de periodista era el que tenía el contenido cultural personal, energía suficiente para cumplir con la profesión.
¿cómo aprendían las técnicas del periodismo?
En la redacción, sobre la marcha. Antiguos secretarios o jefes de edacción, suficientemente hábiles, eran los maestros que dirigían y orientaban, los que coregían. El periodista recién llegado tenía suficiente conocimiento y, la técnica que desconocía, aprendía en la misma redacción, como la "pirámide invertida". El comunicador de entonces casi no se equivocaba por los conocimientos generales que tenía.
¿Quién era un periodista de excelente formación en aquellos tiempos?
Teníamos en Abc a un secretario de redacción llamado Nélson Rojas, un hombre inteligente, sagaz. Le bastaba ser periodista para desenvolverse en cualquier medio. Fue un maestro, reconocido como tal por muchos de los que quemos trabajado con él. Otro gran periodista fue Alejandro Escobar, el jefe de Noticias de Abc. Tenía a tiro de teléfono a todo el mundo.
¿Todavía hay periodistas de esa categoría en nuestro medio?
Creo que sí. Ahora todo es más fácil mediante los modernos medios de comunicación a nuestro alcance. Antes, una persona que salía de una redacción ya era perdida en el espacio; ya no había comunicación con esa hasta que regresa. Antes del teléfono celular aparecieron los "volkie tolkies" que usaban algunos privilegiados. Actualmente es obligatorio e imprescindible para un periodista el teléfono celular.Pero estas tegnologías no son suficientes para ser un buen comunicador. Los de ahora generalmente vienen de las universidades con instrucción para desempeñar una tarea, pero vienen un poco carentes de ese conocimiento que teníamos. Algunos que se dedican, digamos, con fervor a la profesión acompañan, leen, buscan libros, alimentan su intelecto y van siendo buenísimos periodistas. Lo que eso no hacen, quedan en la rutina, repiten años tras año lo que aprendieron en las aulas y ahí se acabó.
Si todos fuéramos como Óscar Paciello...
Bueno, Óscar Paciello era diferente: fue un intelectual de superior nivel. Trabajé con él. Le recordaba cuando estábamos en el diario Hoy, cuando él era el director del medio, que siendo ya muy tarde que aún no teníamos el comentario editorial a lo que preguntaba si qué tema se trenía para edición del día siguiente. Le punteaba los temas principales a lo que respondía "e heja che cargope" (deje a mi cargo). Tenía una máquina eléctrica y en diez minutos me entregaba un papel y me decía: "e lee mi kena mitâ Gauto ani jjavy mba´eti" (lea Gauto, no sea que nos equivoquemos). Jamás ponía una coma demás ni hacía faltar. Rovisa (Rodolfo Víctor Santacrúz) decía: "a los escritos del doctor Paciello sólo le falta la música".
Helio Vera no estaba lejos de ser una suerte de clon de Óscar Paciello.
Helio fue un gran comentarista y columnista, pero también fue cronista. Era un hombre tremendamente talentoso. No necesitaba estar en el lugar de los hechos para escribir una crónica. Hemos coincidido en algunas ocasiones en la cobertura de la Cámara de Diputados. Allí nos sentábamos y escuchábamos los discursos, a veces enojosos, a veces tediosos, a lo que Helio proponía "jahapa, ja jerejana ko ava buche güi" (vamos todos, dejémonos de estos buches). Después llamaba por teléfono y conseguía datos sobre lo resuelto. cuando yo llegué a Abc él ya era redactor de este medio, después pasó a La Tribuna.
¿A quién más recuerda?
Un talentoso fue Chiqui Ávalos, otra gran periodista fue Sonia Paredes Cabral, de sólida formación; estudió en Pamplona, España. Al volver trabajó de correctora, archivera. No fue redactora desde el principio porque no se la dió oportunidad.
¿Terminarán los diarios en papel para ser solamente digitales?
No creo. Podrá cambiar de formato pero de que desaparezcan, no creo.
Sería incompleta nuestra charla si no incluyéramos la extorsión periodística de la que se quejan algunos sectores.
Toda acción que escapae de los límites éticos no es correcta. En todos los tiempos creo que tuvimos periodistas venales, condenables siempre. En otras épocas hubo periodistas que han defendido una causa sin compartir necesariamente esa causa. He aquí la parte desagradable de la profesión. Me decía un amigo médico que uno puede ser doctor para cobrar o para ganar dinero y, para el efecto, hay dos oportunidades: si es bueno e influenciado por el ideal hipocrático cobra lo justo por el trabajo pero; si es de la otra clase de médicos, sin ideales, más cobra que curar. Entonces hay una degradación de la profesión por el lado de la ética. Pasa igual en el periodismo; lamentablemente hay periodistas venales.
Hay periodistas de raza que han legado enseñanzas de trabajo y honradez en Paraguay, ¿a quiénes recuerda?
Uno de ellos fue Alejandro Islas, quién falleció muy anciano, haciendo periodismo. Un buen periodista a quién conozco y porque trabajó conmigo es Roque González Vera, que es un mozo que tiene arranques y virtudes de periodista. No sé si todo lo que escribe responde absolutamente a una verdad o hay, de repente, algún agregado de, ¿cómo diría? ... tendencia personal hacia cierta ideología o simpatía. Es un excelente periodista.
¿Qué pasará después de Aldo Zuccolillo?
Don Aldo, director de Abc, ya debe tener su edad, supongo que debe ir promoviendo algún delfín que le suceda para que continúe ese diario que es muy grande y rentable. Puede que, después de él, otra persona tan capaz que cambie la imagen de Abc y lo mantenga con mucho éxito.
¿Cuál es el mejor canal de televisión paraguayo a su criterio?
Creo que el 9 sigue marcando pautas, seguido por el 4.
¿Y la mejor emisora radial?
Escucho poca radio. lo tengo en cuenta como accesorio de relax. Me agradan las músicas que pone Cardinal FM.
¿Cómo era el periodismo en la dictadura y cómo ve ahora?
Antes, por más documentado que el periodista esté y publicaba algo, capaz que por eso termine leyendo su artículo en un calabozo. Ahora, se puede publicar lo que se quiera; eso sí, uno corre el riesgo en democracia de terminar siendo enjuiciado si el artículo falta a la verdad. Hoy no hay lo que se llamaba delito de prensa sino delitos comunes.

perfil

Juan Rómulo Gauto fue cronista del diario La Mañana y Abc; secretario de Redacción del diario Hoy; asesor de la oficina de prensa del Palacio de gobierno (1989 - 1993), asesor en comunicaciones del Poder Ejecutivo (1993 - 1998) y jefe de prensa de la Dirección General de Turismo. Es casado, tiene cuatro hijos.