Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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domingo, 4 de septiembre de 2011

Aquellos locutores

"Museo Virtual del Paraguay" se llama una interesante página Web que me tuvo ocupado observando y paladeando, claro, cada tramo de su riquísimo contenido. Marcos Echeverría es el entusiasta y director de la página por lo que, seguro, ya habrá recibido centenares de felicitaciones merecidamente.
Bien, en esta Web encontré la foto de conocidos locutores radiales de Paraguay que me inspiró contarles algunas cosas de mi experiencia como comunicador radial al vincularme con varios de ellos.
La foto respectiva, aportada a dicha web por Rodolfo José Gómez Moreno, fue tomada en Radio Guaraní cuando era propiedad de César Sacarello. En ella están, según el epígrafe inicial las siguientes personas: Hermes Martínez, Agustín González, Herma Sosa Montanía, Juan Pablo Villalba, Aristídes Rojas, Víctor Raúl Lezcano, Celestino Álvarez, Saccarello, Juan Bernabé Apodaca y Humberto Rubín.
Conocí a González, Herma, Alvarez, Saccarello, Bernabé y, claro, Rubín.
Cuando por 1973 desembarco en Radio Comuneros en el horario de Herma, González era locutor de Radio Nacional del Paraguay; Álvarez, en Radio Guaraní; Saccarello era técnico en transmisores de radio (luego instalaría otra radio en San Juan Bautista y sería su propietario) y; Bernabé era el dueño y director de Radio Comuneros y fallecería a mediados de 1974.
Debo confesarles que yo admiraba mucho a los locutores de la época. Eran señores locutores. Herma era una señora locutora. Jamás improvisaban. Decían lo justo y necesario. Eran apoyados por libretistas serios como Rovisa, Gerardo Halley Mora, Lionel Enrique Lara y más antes, Sindulfo Martínez, por mencionar a algunos, que preparaban dariamente los mejores textos que permitían a los locutores, a más de lucirse, ser considerados verdaderos astros de la comunicación.
Herma, de quién aprendí mucho en el arte de comunicar por radio (yo tenía 21 años de edad), era de ir a la radio con un montón de libretos escritos por Rovisa. Ella tenía un programa diario, conocidísimo en la época, que se llamaba "Aquí está su bolero" (el nombre completo, en realidad, fue "Una canción para el ensueño y aquí está su bolero"). Los domingos, de 13.00 a 14.00, presentaba su programa "Disque por su disco y su pedido en el aire", no menos famoso.
El marido de esta locutora fue Aristides Rojas, el mismo de la foto; un hijo sobrevive a ambos que también lleva el nombre del padre, el muy recordado Baby.
Herma era muy audaz en todo emprendimiento que haga referencia a su profesión. Un día viajó a Buenos Aires y yo quedé cubriendo el turno en la radio. Volvió un par de semanas después con un disco "long play" (LP) que ella grabó en el sello RCA Victor. Eran poemas interpretados por ella con la musicalización de fondo del maestro Horacio Malvicino. El texto de presentación del material fonográfico, como se decía en la época, correspondió a Arnaldo André, con quién tenía muy buena y afable amistad.
A Celestino Álvarez lo conocí cuando ya tenía próximo a los 60 y pico de años. Tenía un turno a la tarde en Radio Guaraní y también por ahí veía y saludaba a Saccarello, un hombre enorme y bonachón.
Francamente todo ese inicio profesional mío al lado de estas grandes figuras de la radiofonía nacional paraguaya de aquel tiempo me parece que fue ayer. Los recuerdo perfectamente; Mis turnos a la noche y la tranquilidad con que volvía a mi casa caminando al filo de la madrugada sin que nadie me moleste; los grandes espectáculos musicales en las fonoplateas de las emisoras por donde pasé, el calor que hacía en la sala de transmisores porque en aquel tiempo estos andaban con lámparas; las llegadas tardías de Coco Bernabé quién me debía reemplazar a las 16.00, hora que arrancaba su programa "El club de los discómanos". Tantos recuerdos...
La web de Echeverría y la foto de Gómez Moreno son los comandantes de la nave imaginaria que me condujo al pasado. A ellos quedo muy agradecido por permitirme desplegar alas hacia los inicios de mi carrera.