Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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viernes, 15 de febrero de 2008

Alma y Jhonny

Alma María y Jhonny son una feliz pareja con muchos años de estar casados con hijos y con nietos. Siendo ella estudiante del colegio "María Auxiliadora" de Asunción conoció a él, quien por entonces ya era un famoso artista de radios. Ella la escuchaba en un receptor, de aquellos primeros portátiles, que la tenía escondido debajo de su almohada en el internado del colegio. Alma, cuando los fines de semana pasaba en su casa, ejecutaba el piano de su abuela y Jhonny era el dueño de un extraño cuan sofisticado aparato: una grabadora eléctrica alemana, con la que grabó las músicas cantadas por la colegiala. Y ella se enamoró del artista quién no dudó en corresponderla. Esta relación le costó a Alma su "exilio", por decisión de su madre, a la casa de un familiar en el nordeste argentino por un buen tiempo "hasta que se calme".
Y, como dice la canción, "la distancia es como el viento / apaga los fuegos pequeños y aviva los más grandes", el fuego entre ambos ya era muy grande por lo que, contra todo pronóstico, volvieron a juntarse y siguieron juntos. Viajaron a Buenos Aires y grabaron un disco; claro, ella acompañada de la madre. Se casaron. Luego vinieron a España y de eso ya han pasado 48 años.
Les frecuenté y no me costó para nada, como no costaría a nadie, ser amigo de ambos. Es que Alma y Jhonny, almas gemelas, son encantadores. Son sencillamente un regalo de Dios. Me fascina los comentarios de Alma sobre sus cosas cotidianas: de su devoción a la Virgen de Caacupé; de su pasión "por volar bajo" al mando de su automóvil (en la foto, ella conduce por las calles de Madrid y, su lado, el marido); de la sabiduría de Jhonny sobre informática; de cuando hablan de sus hijas y de sus nietos, etc.
De vez en vez acompaño a la pareja a un restaurante, una presentación artística en algún lugar de España o a charlar sobre mil temas, en medio de carcajadas por las divertidas ocurrencias de ambos.
Es que yo tengo la suerte de ser el amigo de Alma y de Jhonny fuera de los escenarios a donde todavía suben con mucha frecuencia y con el mismo exito de tantos atrás. Si se sabe cuanta energía tienen "Los 3 Sudamericanos", del cual forman parte, en persona, de entre casa, sin cámaras y micrófonos, todavía son mucho más. ¿Cómo no sentirme honrado ser amigo de esta preciosa pareja?