Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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jueves, 19 de junio de 2008

Estafan por envíos de carga a Paraguay

Las quejas son una constante entre los usuarios. Ordenan el envío de encomiendas y cargas a tales o cuales empresas paraguayas y terminan muchos con que sencillamente fueron estafados. “Los inocentes pagan por los pecadores”, dice Eligio Palacios, de “Tajy, envíos a Paraguay”. Los inmigrantes guaraníes apelan a este medio para remitir ropas, muebles, artículos electrónicos, electrodomésticos, libros hasta coches, que en varios casos nunca llegan a los destinatarios.
Palacios, que durante la entrevista con EURO MUNDO GLOBAL estuvo en compañía de su socio en el emprendimiento, el también paraguayo Alberto Vega, es parte de la docena de empresas paraguayas instaladas en Madrid para atender este negocio entre los de aquel país sudamericano. El entrevistado dijo a este periódico que “para empezar yo tengo mis documentos en regla, sendas oficinas y depósitos en España y Paraguay, un teléfono fijo al cual nos pueden encontrar todas las personas a quienes prestamos servicios”.
La mayoría de los paraguayos que operan en el envío de encomiendas a nuestro país desde España carecen de documentaciones de residencia por tanto, toda gestión efectúan al margen de la ley española, lo que les obliga a dar a conocer apenas sus números telefónicos móviles (de celulares). Periódicos paraguayos que circulan en Madrid una vez por mes publican regularmente avisos de empresas que hacen trabajos de este tipo, donde la única referencia postal publicada es el número de un teléfono celular.
La ventaja que tienen estos empresarios sobre la mayoría de los usuarios paraguayos es que estos carecen de papeles por que prefieren no denunciarlos en las instancias respectivas.
“Algunos bicicletean con el dinero cobrado por adelantado o sencillamente la usan y dejan de despachar sus cargas, apelando al engaño a los que reclaman”, dijo Palacios, “lo que nosotros no hacemos. Nuestros clientes saben donde estamos, quiénes somos, que estamos radicados legalmente en España, cuestiones válidas para ganar la confianza”.
Dijo también que en Paraguay hay mucha violación de cajas, aunque él admitió que a su empresa jamás le tocaron nada ni en España ni en Paraguay.
Los envíos al Paraguay están sufriendo encarecimientos por el creciente precio del petróleo. Por cada caja de 60 x 50 x 50 centímetros se paga entre 70 y 85 euros, sin límite de peso. El entrevistado dijo que la carga más pesada enviada por un cliente tenía 110 kilos y era una máquina semi industrial. La carga llega en un promedio de 60 días a Paraguay.
(Publicado en el periódico madrileño “Euro Mundo global” del mes de junio de 2008)

Tema afín: www.puertademergencia.com/index.php/component/content/article/103-paraguayos-en-espana/732-transportadores.de-paquetes-estafan-a-paraguayos-en-espana

Informconf el último vestigio stronista

                                            (Foto: diario La Nación)
En enero de 1963, cuando el dictador Alfredo Stroessner hacía lo que quería en Paraguay, se creaba una sociedad privada que, con el tiempo, pondría en jaque a cientos de miles de paraguayos. Con la bendición del detestable militar sudamericano se hizo omnipotente un tal Venancio Castillo, mentor y artífice de Informes Confidenciales Sociedad Anónima (Informconf).
Esta empresa lucra desde entonces con las informaciones de las personas que cayeron en desgracia comercial, empresarial, financiera y crediticia en el país sudamericano.
La dictadura militar mantuvo bajo sus botas a todos los diarios, radios, revistas, partidos políticos, sindicatos, gremios, clubes deportivos y sociales, empresas, iglesia; no así, a Informconf.
En la década de 1980, a propósito, en Paraguay funcionaba una empresa privada llamada Banco Paraguayo de Datos (BPD) que hacía recorte de diarios, producía publicaciones y los vendía.
El BPD fue perseguido por tierra, mar y aire por orden del dictador, hasta que fue desmantelado, sus responsables metidos en los calabozos policiales, mientras que otros escaparon al exilio y; sus archivos destruidos. Unos cuantos románticos de la época pensaron que se podía tener un negocio de ese tipo en las comarcas del dictador.
El manejo de la información era exclusividad de Stroessner,; de su ministro del Interior, Sabino Augusto Montanaro, y de su tenebroso jefe de Investigaciones, Pastor Milciades Coronel. Nadie debía saber más que ellos sobre cada político, empresario, periodista, empleado, mecánico, albañil, maestra, diputado, senador, ama de casa, despensero, vendedor de periódicos. Nadie.
Con la excepción: Informconf.
Mientras La Tribuna, ABC, Ultima Hora, El Pueblo, Aquí, El Enano, Criterio, periódicos paraguayos eran arrasados por los policías de Stroessner, el archivo de datos de Informconf era intocable y seguía ileso y campante proveyendo informaciones a quien pague por ellas sobre personas y empresas, pese a proclamar que “bajo ninguna circunstancia Informconf divulgará cualquier información acerca de un individuo a terceras personas”.
Desde su creación accedió a los arcanos del Poder Judicial, santo santorum del dictador, para extraer la información de su apetencia. Era el él único que podía tomar el vino de la sacristía, para que, con el tiempo, pueda reunir “ciertos tipos de información acerca de nuestros usuarios”, como advierte con cierto desparpajo en su página web.
                                                (Foto: Internet)
Cayó Stroessner pero informconf siguió su hoja de ruta. Continuó creciendo; creó una oficina para cobrar a los morosos, que si no pagan sus datos personales iban a parar en su banco de datos, cacerola donde hierve hasta despellejarse la víctima de turno. Como juez y parte adquirió poderes que, quizás, no tenga ni la CIA de los Estados Unidos.
Cuando esta empresa privada decidió mandar los datos del deudor (que en Paraguay son millones por el cierre de bancos, financieras y la quiebra de miles de empresas de grandes medianos y pequeños portes) y lucrar con su banco de informaciones los desempleados quedaron como atrapados sin salida, optando la migración para mantener a la familia. Así lo hicieron y, desde donde están, los afectados envían dinero al Paraguay para que aquello no deba colapsar aún más. Muchos miles de estos inmigrantes paraguayos fueron acosados por Informconf hasta arruinarlos. Esta empresa también tiene su buena cuota de responsabilidad en la quiebra del país.
¿Qué piensa hacer el nuevo gobierno para frenar el poder de esta empresa privada?, ¿seguirá teniendo Informconf tanto poder como cuando nació y se enriqueció en tiempos de la dictadura?
(publicado en el períodico madrileño "Euro mundo Global" del mes de junio de 2008)