Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

Temas disponibles en este blog

lunes, 21 de diciembre de 2009

Siempre hay un Feliciano Martínez

A menos de un año de las elecciones, los candidatos a intendentes se movilizan en sus respectivos territorios. Todos apuntan a las internas de sus partidos, todo un escollo para los aspirantes y un gran compromiso para los afiliados.
Ya vamos por 21 años de democracia y todavía muchos no aprendieron a elegir al mejor candidato. Todavía los paraguayos somos de votar al partido y no al más capaz. Por eso los intendentables se lanzan a cazar el respando de los dos partidos más importantes de Paraguay: Colorado y Liberal, porque todavía creen que esa es la varita mágica para llegar al poder.
Veo que en Ciudad del Este, la cúpula liberal mandó al frente a su delfín: Gustavo Cardozo, un ex presentador de televisión y que como gobernador del Alto Paraná no dejó buenos recuerdos.
Los capaces no dependen de los colores partidarios.
Feliciano Martínez, aquel intendente de Atyrá, fue uno de los que no defraudó a sus electores. Fue un hombre trabajador, inquieto, decente. Por detrás de él no funcionaron los aparatajes políticos ni los grandes líderes del momento.
Don Feliciano fue ganando la confianza del elector no porque repartiera dinero, ni porque se escuchara que él era "caballo del comisario", ni porque recorriera su zona en poderosas camionetas todo terreno.
La confianza hacia el elegido no viene por las bendiciones de la cúpula política del aspirante al cargo, viene por saber batallar cada voto, por sentirse igual que el votante, por tener claro su plan de trabajo, por comprender íntimamente la necesidad de hacer bien la tarea pública.
A la luz de esta reflexión, Cardozo de Ciudad del Este no tiene mucho por aspirar: cuando tuvo la oportunidad de gobernar el décimo departamento se pasó como en profundo sueño habiendo tenido de nuevo la oportunidad de liderar su partido, pero sin que se sepa qué pasó, de un día para otro dejó el cargo. Se me hace que es un blandengue en las cosas públicas y políticas, con todo el respeto que se merece como persona.
Toda la "pesada" liberal asistió al lanzamiento de Cardozo como pre candidato liberal para la intendencia. Vamos a ver si gana el caballo del comisario. Hay otros en Ciudad del Este, de su mismo partido que sin ser delfines de nadie, capaz que den batacazos electorales. Siempre hay un Feliciano Martínez que espera su oportunidad.
Ciudad del Este no es para autoridades pusilánimes. Los liberales deben entender que allí hay demasiados inteses como para volver a repetir la anémica gestión de Cardozo al frente de la gobernación.
Y eso sabe el elector liberal de esa urbe. El liberal que votará en sus internas próximas sabe quién es el pre candidato más trabajador que el ex comunicador de Canal 8, aunque no tenga el respando de la cúpula asuncena, ni de los parlamentarios del liberalismo oficialista.
Una tercera oportunidad para garantizar trabajo acaso ya no tenga el ex gobernador. Ya quemó todas sus naves. Si era un verdadero gerente de las cosas públicas lo hubiera demostrado cuando tuvo oportunidad. Ahora es demasiado tarde para convencer al electorado.