Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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viernes, 21 de noviembre de 2008

Realmente

Me queda claro que es hija del post stronismo, que surgió después del golpe militar de la Noche de la Candelaria de 1989, como parte de la libertad de expresión. Lo que no sé quién fue el maldito que lo puso de moda. Se trata de la remanida "realmente", palabra usada, sobre todo mal usada, a través los medios de información.
- "¿Què opina usted de lo que pasó ayer en el partido Cerro - Olimpia?".
- "Realmente, fue una vergüenza"
.
"Yo creo, realmente, que", "Lo que los militares brasileños están haciendo en la frontera, realmente". Realmente, esta palabra se usa tiro a vuelta, al dos por tres, a cada rato, hasta el cansancio. Como el "bueeno", "esteee", muletillas de genuína propiedad paraguaya, "realmente" apareció con la aurora democrática y pareciera que antes de marcharse amenaza con quedarse algunos lustros más.
La palabra, que de tanto usarse se convirtió en una suerte de palabreja, es el comodín de quienes no tienen la palabra requerida en el momento de hilvanar frases. Sustituye la idea, el contexto de la frase, la preposición, el adjetivo, el complemento. Es de un uso increíblemente infinito en el lenguaje del paraguayo. Como la liebre y la perdiz, aparece en el lugar y el momento menos pensado.
Realmente, realmente, realmente.
La usan los doctores, los políticos, los periodistas, los futbolistas, los militares, los funcionarios públicos, las mercaderas, los contrabandistas, las modelos, los noctámbulos, los policías, los estudiantes, los huelguistas, los presidentes de seccionales, las maestras, los peajeros, los invasores de la propiedad privada, los publicistas, los ministros, los jefes de prensa, los funcionarios platudos de Itaipù y Yacyretà, los músicos, los choferes, los sepultureros, los recicladores; y también las chismosas, las brujas y las chulucas; realmente usan todos aquellos que quisieron dejarse llevar por esta realidad lingüistica criolla y mal educada.
Se la usa con frecuencia ramplona e ignorante irresponsabilidad,como si no existiera otra palabra capaz de dar sentido al mensaje hablado y escrito. "Realmente" es la gran palabra que descubrimos los paraguayos después de la caida de Alfredo Stroessner, palabra sin la cual miles son incapaces de entablar una sencilla conversación, plantear una propuesta ante los demás, criticar, aceptar, admirar, ignorar una idea, una tarea o una decisión. En el lenguaje contemporáneo de muchos compatriotas la realidad es imposible conversar sin la muletilla mencionada.
Es la palabra que arregla todo, aunque el interlocutor no entienda, lo cual no es lo más importante en una conversación de paraguayos.
Es el eficaz esparadrapo en las heridas de la frase. Es un puente, un comodín, un "lo pega todo".
Aunque, les voy a ser sincero, realmente, esta limitación en el lenguaje me tiene sin cuidado.