Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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domingo, 31 de octubre de 2010

Mi hija, la médica veterinaria

Mónica, mi hija, terminó sus estudios terciarios en la Universidad Nacional de Saô Paulo. Se recibió de médica veterinaria. Su logro me hace sentir muy bien. Esta grata sensación del deber cumplido se siente sólo cuando se vive, no tanto cuando se escucha (o se lee, como en este caso) de otro.
Formarse en una carrera es una necesidad si hoy se busca el bienestar. El mundo está muy competitivo y, felizmente, Moni, egresa de la facultad de veterinaria más prestigiosa del Brasil. Podrá competir.
Egresar de una universidad cualquiera, de las muchas que hoy tenemos en Paraguay, no es lo mismo que una como la de Veterinaria del vecino país.
Me siento feliz como padre y como paraguayo. Una paraguaya más egresa con un título en el exterior. Eso vale para seguir pensando en la posibilidad de mejorar el país.
Es grato, como padre, cumplir con el compromiso. Y es mucho más grato cuando el conocimiento aprendido será aplicado en nuestro país.
Como dice Humberto, me siento un perro con siete colas; estoy muy feliz por tenerla a Moni entre las profesionales que ayudarán a mejorar lo que no esté bien.
Ella aportará mucho al país mediante la especialización elegida: médica veterinaria para aves y faunas silvestres.
Espero que la vaya muy bien de ahora en adelante. Ella estudió mucho en su vida, desde los cuatro años de edad. Hoy, adulta, está bien preparada para hacer su vida y la de su futura familia.
Mis mejores deseos para la nueva profesional; mi abrazo de papá para la hija a quién amo intensamente.