Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

Temas disponibles en este blog

sábado, 15 de marzo de 2008

Oviedo, con paradero desconocido

Hasta la medianoche del sábado 15 de marzo ninguna fuente oficial pudo confirmar si Lino Oviedo estaba o no en España. En el Centro Hispano Paraguayo nadie sabía de su paradero, como tampoco periodistas paraguayos que esperaban su llegada. Extraoficialmente se supo desde la carpa de su partido en Paraguay que llegaría a España y se dirigiría a Barcelona y que de ahí viajaría a Madrid o Málaga. Todo comenzó con la invitación del Centro Hispano Paraguayo que le fuera fijado para el día 29 de marzo de 2008, pero que quedó en la nada desde el momento en que Oviedo habría decidido venir a la Madre Patria por cuenta propia.

Venir antes del 29, significó para Oviedo no tener acceso a Casa de América, donde - sí - para el día 29 está prevista una jornada con los políticos aspirantes de la presidencia de Paraguay. No hay otra fecha disponible para tal fin.

Se supo extraoficialmente que Oviedo quiso disertar en Casa de América ni bien llegaba, pero que no habría habría conseguido salones para el efecto por estar todos ocupados. Lo concreto es que hasta ahora Oviedo, si vino a España, está con paradero desconocido.

Tola, la Calí de Madrid

Se llama Celia Segovia Trujillo y hace chipa para vender no sólo a los paraguayos, sino a españoles, peruanos, ecuatorianos y brasileños. Vende como unas 400 unidades por mes bajo una marca que ella puso a su producto, "Tía Tola". "Tola soy yo y pongo por delante "tía" porque aquí se dice así a las mujeres. Me gusta el nombre de mi chipa. Claro, tengo éxito con la venta porque en la preparación está mi secreto. No, no lo voy a revelar a nadie", dice durante una conversación que tuviéramos con ella.
Celia trabaja de "externa" en Madrid. Ella nació en Guayaiví, San Pedro y aprendió a hacer la chipa de niña, con Marta, su madre en el tatacuá de la casa. Los jueves, viernes sábados y domingos se empeña en amasar, cocer y vender las chipas calientes. Entrega por pedido; "me llaman por teléfono o van a mi casa, en Legaspi, y llevan. Ella vive con dos de sus hermanas, Marina y Librada. "Voy entregando de dos, cinco, diez unidades. Mi chipa tiene mucho queso", promociona su producto.

Cuenta que no le quedan chipas para probar, que todas las hornadas son vendidas. Y también relata cómo comenzó: "habíamos comprado con una amiga unas chipas paraguayas cuyo gusto no nos gustó; entonces nos dispusimos a hacer como nosotras creíamos que serían sabrosas. Hicimos cuarenta chipas y regalamos a nuestras amigas, quiénes nos alentaron a producirlas y venderlas. Allí comenzó la cadena de pedidos".
Cuenta que en algunos locutorios de Madrid está la chipa amasada por ella. En el Centro Hispano Paraguayo también lleva lo suficiente como para responder a la demanda de la gente que concurre allí.
Acaso estemos ante una futura pionera de la producción empresarial de chipa en Madrid, así como fue, a su manera, aquella primorosa negra de la época de Gaspar Rodríguez de Francia, la lejendaria "Calí"...