Detrás de la puerta, esto

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Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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viernes, 12 de noviembre de 2010

Estatuas ecuestres en Paraguay

En Argentina, Brasil, Chile, toda Europa y Estados Unidos es normal ver en jardines, plazas, parques y paseos las estatuas ecuestres. En Paraguay, no tenemos sino unos pocos: en memoria de los mariscales Francisco Solano López (foto) y José Félix Estigarribia, del teniente coronel Pedro Pablo Caballero, del general José Eduvigis Díaz, al general José de San Martín y por ahí va terminando.
Muchos héroes paraguayos se merecen una estatua ecuestre como José Félix Bogado, alferes de los granaderos a caballo (en Mendoza, sí, hay una estatua que perpetúa su valentía); Francisco Isidoro Resquín, organizó un cuerpo de caballería en Concepción; José Elizardo Aquino, encabezó montado a caballo una carga sobre posiciones enemigas.
También se merece una estatua ecuestre José María Bruguez, comandante del regimiento de artillería a caballo; Francisco Roa, destinado al regimiento de artillería a caballo; José María Delgado quién comandó uno de los regimientos de caballería en Estero Bellaco; Bernardino Caballero, jefe de todas las caballerías; Matías Goiburú conocido como "el terror de los centinelas enemigos"; Juan B. Ayala, de la Primera División de Caballería. Los héroes a caballo de Paraguay son varios.
La estatua en memoria de Félix Bogado bien puede estar en Villarrica, ciudad donde nació y el de Resquín en el pueblo que lleva su nombre.
Supongo que costará dinero pero será un dinero bien orientado.
Eso sí, la obra debe ser hecha por artistas renombrados y capaces, porque hay algunos que no no pasan de ser chapuceros.
En 1942 fue erigido en el Comando de Caballería un soldado ecuestre en memoria de los desconocidos que actuaron en la guerra contra Bolivia en el Regimiento Valois Rivarola. El 27 de mayo de 2000 el gobierno argañista presidido por Luis Ángel González Macchi ordenó sea derribada la estatua, orden cumplida al pié de la letra, como venganza al golpe de Andrés Rodríguez (comandante del Primer Cuerpo de Ejército con asiento en la caballería) por haber desalojado a Alfredo Stroessner del poder el 3 de febrero de 1989. La estatua ecuestre, totalmente reparada, volvió a ocupar su antiguo sitio en abril de 2009.
A lo mejor a los nuevos intendentes electos el 7 de noviembre de 2010 les interese erigir estatuas ecuestres y que el de Asunción continúe con la idea de convertir a la avenida Santa Teresa en la de las estatuas ecuestres como inicialmente se propuso durante la gestión de Evanhy de Gallegos.

Delincuentes cívicos

¿Qué es eso de que tengamos que cobrar para elegir a nuestras autoridades?, ¿qué clase de ética, de conducta, exigiremos a nuestros elegidos una vez en el poder si nosotros vendemos nuestros votos? La venta del voto es la primera corrupción a la que debemos combatir si queremos que la democracia tenga sentido.
Sí, el voto se vende a cacharratas al contado y por adelantado en la República del Paraguay. El elector ingresa al círculo de la corrupción electoral a cuentas del "amor" a su partido. Pero también en estas municipales se identificaron muchos corruptos electorales que daban su voto al mejor postor, así sea este del partido que fuere.
El voto costó entre 50.000 a 300.000 guaraníes en las elecciones del 7 de noviembre último. Pero a esta paga en efectivo se suma el gasto del traslado, de la comida, bebida, de los medicamentos (increíblemente el electorado "pobre" se enferma por miles en los días previos de las elecciones), pago de facturas de luz y agua, el de provisión de saldos para el teléfono celular. Suma y sigue.
Estamos ante los delincuentes cívicos, capaces de llevar a la intendencia municipal o a la presidencia de la República a Alibabá, Barrabás o Jack, "El destripador". Les da igual. Es de terror.
En ese círculo de delincuentes cívicos, desde luego, no hay ninguna intención de mantener la democracia (que les importa un pito) ni que la moral y las buenas costumbres aniden en las cumbres del poder.
Los defensores de la corrupción electoral "pelan" la pobreza como causa de este terrible abuso. Debieramos pensar, pues, en la conveniencia o no de las elecciones con semejantes protagonistas que juegan el papel de electores.
Y me dirán también que los culpables son los políticos que plata en ristre llevan todo por delante, prostituyendo todo principio democrático. Yo también estoy de acuerdo con que la cosa es así.
Todos sabemos que los partidos están minados de perversos que interpretan que la política en Paraguay es sólo comprar votos.
Sin embargo, hoy quiero insistir en la responsabilidad de la gente que recibe el dinero dejando de lado todo principio tan necesario para una mejor gobernabilidad de la nación.
El diario La Nación publicó hace unos días que un conocido empresario financió casi la mitad de la campaña colorada. ¿Con el dinero del empresario se pagó solo la publicidad en los medios o también se usó para comprar votos?
¿Tiene valor la democracia si así actúan los electores y los candidatos a ser elegidos? Creo que no, a ley pareja...
Entonces nadie se queje si vuelve la dictadura del lado que fuere.
Para que la democracia disminuya el efecto de la delincuencia bien vale que para las elecciones próximas ya tengamos una ley que movilice al elector a depositar su voto por obligación y no tanto por derecho. El que no vota no tendrá derechos a créditos, asistencia sanitaria, acceso a la educación, salida del país, etc, como se aplica en Brasil.
Con una ley así, además, ya no habrán cómodos que se quedan en sus casas a escuchar la radio o ver la tele alrededor de las seis de la tarde para enterarse de quién ganó. Los cómodos, los "a mi qué me importa" también son responsables de tener autoridades sin moral.