Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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sábado, 23 de enero de 2010

El Pato Donald

Cuando Luís María Argaña dijo alguna vez que hasta el Pato Donald podía ser presidente de la República se refería a que no habían líderes capaces de aspirar la primera magistratura del país. Paraguay carece de líderes y los pocos que emergen de vez en vez desde el sector que fuere y por las causas que fueren inmediatamente son apoyados para ocupar el cargo de presidente, intendente, senador, diputado, gobernador, para que finalmente lamentemos la pobre gestión de quién fue elegido.
Vean lo que pasó con este joven al que llaman "el borracho de la arbolada": por decir lo que dijo en estado etílico se convirtió en menos que cante un gallo en el ídolo de miles. Ahora es estrella pura y puede que, en cualquier momento, aparezca en la radio o en la televisión orientando opinión pública y de ese cargo trepar a vaya a saber qué cargo público.
Una sociedad es complicada cuando no hay líderes útiles en cada sector.
Fidel Zavala ahora es potencial candidato de los liberales para ocupar el cargo de intendente de Asunción todo porque aguantó 94 días de cautiverio en manos de sus secuestradores. A Zavala se le obligará a hacer bien la limpieza de calles y plazas, la recolección de basuras y otorgar nuestro registro de conducir en plazo y forma y que deje de lado lo que en realidad sabe hacer: criar ganado, buscar los mejores mercados para su hacienda, reducir la mortandad de terneros, etc.
La misma Evannhy de Gallegos ocupa el cargo de intendenta de Asunción por su fama como periodista. Esta herramienta, la fama, no fue suficiente para mantener la ciudad limpia y con los desagües destaponados como lo hacían, por ejemplo, hombres con vocación como Porfirio Pereira Ruíz Díaz o Pedro Bruno Guggiari.
A Fernando Lugo se le critica su gestión de 17 meses como presidente de la República. Quienes lo han votado que reconozcan que Lugo jamás se preparó para ser presidente de los paraguayos sino para administrar la comunión y decir misa. Y si para eso se formó que la gente no se queje por su pobre gestión en el poder político.
Los políticos, que son los primeros asignados a aspirar los cargos electivos, deben preocuparse porque entre ellos hoy no exista alguien que merezca la confianza del voto mayoritario. Es evidente que hoy carecemos de hombres de la talla de Emilio Acval, Cecilio Báez, Manuel Gondra, Pedro P. Peña, Eduardo Schaerer, Manuel Franco, Eusebio y Eligio Ayala, Natalicio González, Manuel Dominguez, Juan León Mallorquín y otros como para dejar en sus manos la conducción nacional.
Por eso la gente apela a, por ejemplo, José Luís Chilavert para ocupar algún cargo electivo, incluyendo el de presidente de la nación. Su mérito de atajar pelotas para que no entren goles es suficiente para que sea nuestro presidente durante cinco años.
Debemos pensar como paraguayos una manera de salirnos de esta falta de liderazgo, no solo para los cargos electivos nacionales sino para todos los frentes. Veamos: no tenemos liderazgo en periodismo, en producción primaria, en transporte, en educación (las carreras universitarias son un verdadero desastre), en casi nada. Nos salvamos por el lado deportivo, de donde queremos extraer algunos elementos para que nos dirijan.
De haber personas capaces de conducirnos por su solidez intelectual y moral, las hay, pero los partidos políticos (plataformas para llegar a los altos cargos) no lo aceptan porque no serán útiles para el sistema que apaña la corrupción practicada por los principales de la política, así sea del color que fuera.
Ante tanta pobreza, mal no estará volver a golpear ls puertas del cielo a ver si Dios, Jesús y el Espiritu Santo no nos iluminan y nos indiquen el camino para no equivocarnos otra vez a la hora de elegir a nuestros autorizados a gerenciar las cosas públicas.
Entre tanto debemos "pescar" porque alguien haya sido secuestrado durante 94 días, que ataje pelotazos en el arco o que, en un accidente de motos, vuele por los aires y caiga sobre una arboleda para entregarle todo nuestro aprecio, respeto y confianza y que finalmente les elijamos como candidatos para vivir en Mburuvicha Roga, sea el intendente capitalino o que dirija el Parlamento Nacional.
Así no se elijen a los hombres públicos en democracia, pero eso es lo que hay, como dice un amigo español. Creo que Argaña tuvo razón; aquí hasta el Pato Donald puede ser el presidente de la República.