Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

Temas disponibles en este blog

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Los periodistas necesitamos saber más

Hoy estuve en el archivo del Grupo La Nación para mirar algunos los artículos publicados a partir de mis reportes desde Camboriu, Brasil, en los últimos días. Les debo confesar, la agradable sensación que me produce estar metido entre esos diarios viejos rigurosamente catalogados por los compañeros de la sección. Para mi, por eso, el mejor sitio de un diario es el archivo. Ya lo decía Jorge Luís Borges: el cielo está en una biblioteca o; añado, en una hemeroteca.
Supongo que los grandes periodistas han pasado su buen tiempo en los archivos. Sindulfo Martínez, aquel erudito comunicador del diario La Tribuna, habrá sido uno de esos habitues de archivos, bibliotecas y museos, por lo que podemos leer en sus escritos.
Los periodistas necesitamos saber mucho más que cualquiera por el compromiso de informar; estar en la noticia de todos los días y en la misma historia. Al fin de cuentas ¿que es la historia sino el periodismo de otros tiempos?
En Paraguay estamos quedando sin los grandes periodistas que en verdad orientaban porque sabían. Lo escuché decir al querido Alcibiades González Delvalle, uno de nuestros grandes contemporáneos, que falta que los periodistas vuelvan a los bares, cafés y restaurantes participando de las grandes tertulias de periodistas y escritores y compartiendo sabidurías. Son oportunidades, rememoraba, no solo para la bohemia por la bohemia sino por el aprendizaje. De aquellas tertulias no se participaba si no se leia todos los días.
El periodista no sólo debe ser limpio en conducta sino rico en conocimientos. Idiomas, filosofía, historia, geografía, literatura, política, no solo deben ser conocidos por el periodista líder, sino dominarlos. Para eso necesita estar en el archivo, en las bibliotecas, en las librerías a la caza del libro que le conviene.
Para ser un buen periodista no es suficiente ser simpático y atractivo sino, sobre todo, brillar por sabiduría. Y se puede, claro. A mi modo de ver no es mejor periodista el que está en el mejor horario de la radio o la televisión, sino el que dice o escribe eso que ayuda a aclarar, a crecer, a ser más feliz, así esté en el horario de menor audiencia. Ni hablemos de los que sólo usan el periodismo para extorsionar, que en nuestro medio son unos cuantos.
Vuelvo al tema: para mi el mejor sitio de un diario es el archivo, ese templo de la sabiduría y del orden, a donde todos los días deben concurrir los que hacemos de la comunicación un oficio. Nuestra dignidad profesional reclama un decisivo giro de este calibre.

No hay comentarios: