Detrás de la puerta, esto

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Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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miércoles, 16 de abril de 2008

¡Vaya postre de los pobres!

El paí Torrijos era un incansable gestor del cooperativismo en Canindeyú, Paraguay; se debe a su particular tenacidad el surgimiento de aquellos asentamientos que luego serían verdaderos emporios agrícolas: La Paloma, Catueté, Puente Kyhá, donde montó un gigante cooperativo. Este religioso era español. Siempre me acuerdo de él cuando estoy ante un postre también muy español como lo fue él: la torrija.
El cura y el postre nada tienen que ver recíprocamente. Cuando me acuerdo del paí me viene a la memoria el postre,que es de pan, y que, dicen, “es de los pobres”.
Se trata de remojar con leche, - las rodajas de panes del día anterior, no al cura - se las baña en un batido de huevo, se le añade canela y azúcar y se la frita en aceite bien caliente, como a la milanesa.
Se trata de un manjar (foto) saboreado en las casas españolas. Es fácil de hacer y bien vale la pena incorporar a la gastronomía paraguaya. La torrija, así las cosas, sería la prima hermana del budín (pudín, para los españoles) de pan que hacemos en Paraguay.
Torrija es un orgullo de la tradición gastronómica de la Madre Patria; como fue un orgullo de Canindeyú el cura Torrijos de aquellos últimos años de la década de 1970.

1 comentario:

Angel Marin dijo...

Eeeaaa!!! Gracias por la receta, se la voy a pasar a mi madre a ver que sale... te aviso los resultados...!!

Un abrazo!