Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

Temas disponibles en este blog

lunes, 21 de enero de 2008

¿Y por qué no ahora?

Hoy puse en mi blog un comentario que escribí hace algunos años. Creo que fue por 2005. Es sobre las cartas de amor. En el comentario planteo que antes se usaba mucho las cartas para comunicarnos y que antes eramos más humanistas. Aquellas cartas nos volvían más humanistas, escribí. Y conste que antes costaban más escribir: había que comprar un par de hojas del almacén - sí, del almacén - y el sobre también. Ensayar, incluso, algunas líneas en borrador para, luego, pasarlo en "limpio", es decir en la hoja comprada del almacén y, llevar al correo para despacharlo con caracter "urgente" y "certificada".
Estuve pensando sobre las cartas de antes, no solo en las de amor, entendidas como aquellas que nosotros, los varones, enviamos a nuestras amadas o a las que deseábamos festejar. Pensaba en las cartas con destinatarios generales. Esta noche pienso que hoy debiéramos usar más las cartas como medio de comunicación que antes. Claro. Es que hoy hay más posibilidades, infinitamente más, que hasta hace un par de décadas para escribirnos unos a otros.
Desde luego, estoy pensando en los recursos de Internet.
Debiéramos continuar escribiendo cartas, breves o extensas y enviarlas pronto. Debiéramos volver a la costumbre de enviar cartas a los parientes, amigos, compañeros de estudios y labores, a las autoridades, a las personalidades.
No sólo escribir. Sino escribir lo útil, lo oportuno, lo bien dicho, lo decente, alegre, optimista. Aquí está Internet para servir de medio.
Los blogs debieran usarse más para amar que para odiar; para construir, que para destruir; para alentar que para desalentar. Nuestros blogs, que son nuestras cartas personales para todo el mundo, debieran estar llenos de mensajes de amor, uniones, confianzas, tolerancias, sumas, buenos ejemplos.
En mi país, el Paraguay, hay demasiadas críticas, demasiados odios, excesivos deseos de venganzas, muchas intolerancias. Por esa suma de pensamientos, deseos e intensiones, hoy miles de familias paraguayas están separadas. Muchísimos hemos desembarcado en Europa, lejos, muy lejos, de nuestras casas porque nos alejamos de la idea de amarnos.
Que bueno sería que volvamos, no tanto a las cartas, que son una herramienta para el pensamiento y las intensiones, sino a la buena voluntad de hablar con, en, para y por el amor. Criticando como lo venimos haciendo desde hace tantos años, odiando inclusive, no hacemos sino abrir nuestro organismo al estrés. Y, sabemos, del estrés al infarto o al derrame cerebral no quedan sino unos pasos.
Yo creo que se ama a los demás aprovechando estas herramientas del nuevo tiempo (me refiero al blog, sobre todo). Se ama, digo, diciendo cosas útiles, sencillas, inteligentes, curiosas, humorísticas, sanas.
A mucha gente de mi país no gusta encontrar comentarios como este en Internet. Prefieren otras cosas más violentas. Lo siento por ellos. Yo prefiero estas que, a lo mejor, no atraen lectores, no aumentará el número de visitas, no producirán comentarios. No importa. Lo siento, de nuevo, por ellos. Además, voy a ser muy franco, no me interesan los lectores que sólo saben restar.
A mucha gente le gusta más el amor, que el desamor. Para ellos quiero escribir. Y voy a escribir. Y los que prefieren el amor, las ideas sencillas, prácticas, útiles, vivenciales, sanas, frescas y alegres también tienen ganas de leer estos comentarios que aquellos. Y tengo fe que esta gente habrá de escribirme y sumar sus opiniones a favor de la tolerancia, la amistad franca, del amor sin contaminaciones.
¿Por qué hoy debemos ser menos humanistas que antes? ¿De donde saco semejante pesimismo? En estos precisos momentos miles, millones, de personas estarán pensando igual que yo, deseando encontrar alguien a quien confesar su amor, a dar un abrazo, a regalar una palabra de aliento. Entonces, ¿por qué digo que hoy estamos menos humanistas que antes? Me parece que yo era uno de los que prefieren restar. Cuidaré de mis pensamientos y procuraré poner luz a mis sombras.
Creo que debemos escribirnos y, sobre todo, transmitirnos amor. Hagamos ahora que todo es tan fácil para comunicarnos mediante los chats, los blogs, los mails, Internet todo.
Procuraré. Procuremos.

1 comentario:

gra ozu dijo...

pienso lo mismo ,deberiamos escribirnos mas y dar abrazos de oso asi sea por e-mail,usando el internet,o las cartas en hojas de papel.,muy buena y muy interesante.Gra-Ozu