Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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miércoles, 3 de julio de 2013

Periodista viejo



Muchos, a lo mejor la mayoría, de mis amigos saben que soy periodista. Me parece que ya estoy en la lista de los veteranos aunque esto - el largo fogueo - suene marginal, injustamente marginal. 
A veces me pregunto si elegí bien mi profesión porque hablando mal y pronto no tengo todo el conocimiento que me hubiera gustado disponer para acompañar las expectativas de la gente. 
Recorrí todas las postas: diarios, televisión, radios, revistas, incluso en España. 
A los 60 años de edad, con 43 de periodismo, cuando aprendí a respetar al lector, al oyente y al televidente, hoy soy uno de los excluidos porque ya soy "viejo" o porque el dueño de un diario, una radio o de un canal dirá que por las experiencias acumuladas soy un profesional caro y, por tanto, go home Efraín.
Prefiero que digan de mi que soy caro que un achacoso periodista.
¿Cuántos años me quedan por delante?, con un poco de suerte y viento a favor unos buenos 20 años para disfrutar de lo que la vida obsequia, enderezar lo que aún se pueda enderezar del hierro todavía caliente y disculparse por las equivocaciones, que no son pocas.
Moriré periodista. Esto me queda claro. Y es lo que quiero. 
Ya no estoy en tiempos de buscar un premio por una buen reportaje del año, ni entrevistar a los más famosos, ni ganar el mejor sueldo. No. Quiero unirme en matrimonio con esa dama manoseada y golpeada, la verdad. 
Es que soy el periodista que busca y procura decir con sinceridad y con la máxima exactitud. No quiero apabullar al público con mis enojos, mis humores de perro, con las miserias de un día enculado, con mis alocados antojos. Soy de los periodistas que aportan oídos para escuchar cómo viene la noticia y las opiniones y, ahorran palabras cuando un elemento de la noticia se esquiva. 
No, no soy de los periodistas que por ganar público dicen una mentira, una guarangada o manda al diablo a un oyente (esto si estuviera en la radio). Tampoco soy de los profesionales que buscan en la tontería ganarse la simpatía de quiénes leen, escuchan o miran la televisión. 

No tengo el dominio del arte de hacer reír a la gente. Me hubiera gustado tener la simpatía que provoca carcajadas. Como no la tengo, procuro que lo que relate y comente se ajuste a la verdad, al sentido común y que mediante esto se instale en la gente conocimiento para el bien. 
Tengo claro, a esta altura de la vida, que ni el periodista, ni el medio de prensa, ni el dinero de los inversionistas, ni la más enorme inversión en un emprendimiento periodístico son más importantes que el público receptor de los sucesos. 
A ese público respeto intensamente.
Por eso como periodista procuro alejarme de la chabacanería como materia prima para la noticia; al fin de cuentas el público es el que paga el servicio del cable, el ejemplar del periódico y la mensualidad del Internet como para entregarle tonterías a cuentas del periodismo. Al público no andaré sirviendo con saldos y retazos sino con todo lo que aprendí a hacer en el universo comunicacional: la información completa, verdadera, rápida en armonía con la dignidad de todos. 
Como ya estoy de vuelta de muchos caminos, en la profesión no busco premios por mi labor sino solo decir la verdad, nada más que la verdad cuando cuente la noticia. En cuanto a mis opiniones tampoco estas se distanciarán un milímetro de lo cierto, porque así debe ser y no de otra manera. 
Ya no busco estrellatos, no hay por qué ni para qué. Soy profesional con vocación y como tal no me deslumbra la fama. 

El público demanda hoy verdad y sabiduría a todos los que toman la responsabilidad del periodismo. Muchas cosas protagonizadas por el periodista no agradan a la gente, ya muchos se cansaron de, por ejemplo, los noticieros de la televisión, sencillamente por vacíos, escandalosos, irrespetuosos algunas veces. Ya no estamos teniendo crédito con la gente y eso es como para sacudirnos los periodistas.
Creo estar en mi mejor momento para encarar el oficio, apechugarlo con vocación profunda y con las ganas de quién ama su tarea, así ya no tenga 35 años de edad. 
Y es lo que estoy haciendo día a día, hora a hora, procurando desde donde estoy y con el medio que tenga al alcance de mis manos, ayudar a la gente a informarse y no a desinformarle ni bien se inicia el día. 
Esto les quería decir en estos primeros minutos del miércoles 5 de junio de 2013."

Si me dices "te amo"

(Efraín Martínez Cuevas)



Si me dices “te amo”
El mundo será mío, nada menos que mío,
Y los rayos argentos de la Luna,
Y los dorados del Sol.
Si me dices “te amo”
Por fin comprenderé
Que en la Tierra es como en el cielo,
Que mi alma se expande infinita
Y que mi alma, sí, eres tú.
Dame esa magia,
Ruego el milagro,
Por favor, esa gloria …
Hazme tu gitano,

Dime “te amo” …

(Luque, Paraguay, 3 de julio de 2013)

viernes, 28 de junio de 2013

La ley dijo NO al chacal de la trompeta

                                                        (foto: Internet)
Si el famoso programa de televisión “Sábados Gigantes” tiene su “Chacal de la Trompeta” , los paraguayos tienen lo suyo: Informconf,  empresa privada nacida al amparo y reparo de la dictadura de Alfredo Stroessner y que a los grandes perdona y a los chicos mandó al diablo.
¿Cuál es el trabajo de esta firma, ahora jaqueada por la Corte Suprema de Justicia?; en pocas palabras, me imagino que tiene un banco de datos sobre las personas, así como tenía Pastor Coronel, el despreciable jefe de investigaciones de la dictadura. Supongo que dicho banco de datos se enriquecía con lo que aportan sectores varios, especialmente los comerciantes, banqueros, prestadores de servicios y, hasta hace una semana, por la misma Justicia.
A partir de este banco de datos cuenta a los clientes si la persona averiguada es fiable o no para tal o cual transacción comercial.
Con el tiempo amplió su territorio: al laboral, para convertirse en una suerte de dueño de vidas  y haciendas. Dios perdona, Informconf no: adiós al pobre en desgracia que por falta de trabajo, por decir, no pueda pagar una cuota del celular o el servicio de agua y/o luz. Sus datos administrados  desde las tinieblas de la referida empresa privada , lo convierte  en un vivo muerto.
Es vivo muerto porque es fácil que el nombre del infortunado ingrese en las mazmorras del temible banco de datos; difícil que se borre.
Y las voces se alzaron desde el sistema comercial y financiero contra la decisión de la Corte Suprema de Justicia que cortó el chorro a Informconf.  Y lo que hizo la Corte no es nada fuera de lugar, solo se apoyó en la Constitución Nacional que manda, como el artículo 33 del derecho a la intimidad, entre otros, la inviolabilidad de la intimidad personal y familiar.
Imparable hemorragia humana hacia el exterior desde Paraguay por falta de trabajo, deuda impaga e informes confidenciales de una empresa privada (Foto: Internet)

Y las voces del silencio, las de la gente, también se escuchan siempre en torno a la mesa del mediodía hogareño, en los ruedos de tereré, en las charlas de café. Todos coinciden con que hay algo que no funciona con esto de la privacidad de la persona administrada por una empresa privada con objetivos comerciales.
Estas, las voces de la gente, no llegaban a los medios masivos de información y si llegaban no eran atendidas, sí las de los que forman el sistema contra la clase mayoritaria, la de los que compran.
La gente no se abroquela en torno a un plan definido y preestablecido para defender sus intereses como practica el empresariado (Informconf es parte de ese sistema). No. Por eso es necesario volver la vista hacia la ley. Y la ley defiende a esa mayoría.
El sistema de aquella minoría (comerciantes, empresarios varios, financistas, etc.) protege obviamente a la empresa particular mencionada. Que se sepa esta nunca informó a la mayoría si tal o cual banco de aquellos años de la década de 1990 eran fiables por lo que la gente seguía operando con ellos hasta que cerraron y dejaron en la calle a miles de paraguayos y extranjeros con una mano atrás y otra adelante.
Se proveía informaciones desde un centro de operaciones para el efecto para una minoría no para una mayoría que, dañada hasta sus cimientos económicos, provocó una feroz hemorragia humana hacia Argentina, Estados Unidos, Italia y España, especialmente. La migración de los vivos muertos.
La Justicia, que en este sentido andaba en deudas con la gente, se despabiló y se puso las pilas: dijo no a Informconf y por eso algunos del sistema minoritario patalean, cocean, se enervan. Ya comprenderán que no debe ser así cuando la ley está, claramente, del lado de la mayoría.

El “chacal de la trompeta” de los paraguayos tiene a la ley en contra y esta se hizo sentir. Eso nomás es lo que pasó. 

lunes, 24 de junio de 2013

La "educación" en Paraguay

                                                        (Foto: Internet)
Esto del plan educacional en el Paraguay de hoy es una broma de mal gusto. Digo “educación” porque así le llaman al programa encarado por el Estado, prefiero llamarlo “instrucción”, de instruir, del caudal de conocimientos que deben adquirir los educandos, los alumnos.
Educación, como educación ni de instrucción no es. Eso me queda claro.
Me parece una broma de mal gusto, decía, porque ni los maestros ni los alumnos (hablo de las mayorías) hacen bien sus tareas. Tampoco la autoridad encargada de la instrucción pública.
Lo de la escuela y los colegios se convirtió últimamente solo en un factor comercial. Todo es negocio. La instrucción, si así se lo puede llamar a eso que se imparte en las aulas, es un mostrador como el del almacenero de antes.
Empezamos por lo que se lee en la Constitución Nacional. (Art. 76) “La educación escolar básica es obligatoria, en las escuelas públicas tendrá carácter gratuito”. Gratuito era en mis tiempos, ahora, incluso en las escuelas públicas es todo negocio: el cuaderno, el libro (si así se puede llamar a un cuestionario), el lápiz, el champión, el uniforme, la entrada a tal función, el cobro por tal cuestión, ¡uf!, la caja escolar obligatoria que no es sino la cuota solapada que debe pagar el padre.
Ni el Himno Nacional se canta más, me cuentan, en las escuelas. Claro, un buen día siendo ministro de Educación, el siempre nunca bien ponderado ex periodista de Ultima Hora, Nicanor Duarte Frutos, ordenó que no se cante más el Himno. Cuando fue presidente haciéndose del ñembo socialista, se juntó con su par (por lo impresentable, digo) el “pajaritico” Chávez;¿y qué aprendió de ese delincuente?, nada, solo a manosear a la ciudadanía.

                                                     (foto: Internet)
Con Nicanor se plantó a la niñez y la juventud actual un aipó “nuevo curriculum” mbaembo que no sirve ni para tranca de puerta. Ahí está la mayoría de maestros y alumnos con las orejas largas hasta por aquí sin saber si “haber” es con h o sin h y; dándole igual escribir “aquí” o “akí” por influencia del chateo y por el mismo desinterés de los maestros. 
Las escuelas y colegios privados y públicos del Paraguay mueven plata, menos el buen juicio de los alumnos ¿Cómo será la clase de políticos, empresarios, parlamentarios, jueces del futuro inmediato?, ni quiero pensar. No quiero decir que los egresados de hoy, incluyendo a los de las “universidades”, son unos burros, pero por ahí cerquita nomás andan. 
Debemos parar esta oleada de mediocridad filtrada a través de las escuelas, colegios y universidades. Debe preocuparnos seriamente este bastardeo a la instrucción pública. El nuevo presidente electo debe sacudir la alfombra educacional, así lo tenga de asesor al principal causante de la desgracia actual de la instrucción pública, Nicanor Duarte Frutos. Esto, francamente, no va más.
El plan de instrucción encarado por el Ministerio de Educación y Cultura (debiera llamarse como corresponde a su función, Ministerio de Instrucción Pública) no es sino una total falta de respeto al presente y futuro de la nación. El Estado, a través del Ejecutivo, está jugando con fuego y las secuelas de su irresponsabilidad ya lo sentimos ahora, leyendo lo escrito en las redes sociales, escuchando a nuestros políticos, notando la bajeza de la mayoría de nuestros parlamentarios, leyendo las correrías de nuestros altos funcionarios, escuchando a nuestros locutores de radio, hojeando los diarios… 
De nuestras escuelas y colegios no salen sino mal educados, atrevidos, ignorantes. A ver si nos sacudimos de las roñas que hunden a nuestro plan educativo, a nuestros hijos y nietos, a la sociedad toda ¿O es que no nos importa nomás luego la instrucción pública para dejar que unos cuantos osados hagan lo que se les cante en las aulas de escuelas y colegios?

sábado, 22 de junio de 2013

La barriga paraguaya

                                                  Esta barriga "bandeó" todito mal al otro lado. 
El Gordo es el nombre de una chipería. Antes también había una parrillada sobre la avenida Eusebio Ayala que se llamaba El Gordo y era de César de Brix. Así también se le llamaba al premio mayor de la Lotería Paraguaya hasta que vinieron los bingos y desapareció la Lotería. Algunas mujeres querendonas dicen “gordo”, “gordi” a sus parejas que son gordos o gorditos.
Pero no es de esto el tema, aunque sí. No sé si me explico. 
Todos tenemos una persona a la que visualizamos cuando hablamos de gordos.  Todos ellos aparentan bonachones, buenos y simpáticos. Y lo son.
Pero muchos de ellos, felices como aparentan, sufren, todo porque tienen alguna deficiencia en el sistema gástrico que pide y pide más comidas a cada rato.
Bueno, de lo que quiero hablarles es de la barriga de los paraguayos. De esos que tienen asieté de grande. 
Los paraguayos comemos mal. La cuestión se nos empeora con las comidas chatarras. Al paraguayo le gusta el karakú del puchero al que le hace syryku y la verdad es que es una verdadera delicia. Empanadas, panchos con pan, hamburguesas, asados, cerveza ¡Asieté sus barrigas!
Varones y mujeres desde edad temprana empiezan a tener enormes panzas.  Sus papadas se caen, el cuello desaparece en algunos, sus ojos se vuelven oblicuos porque sus cachetes se hinchan y sus aortas saltan y se vuelven rojos.
                                            A esta barriga a más de bajar le falta una buena afeitada. 
A algunas mujeres gustan los gordos y, entonces, no tiene otro plan más que llenarle el buche con eso que a su barrigota le haga crecer cada vez más. Él aporta lo suyo, su cerveza por hectólitros. De terror.
Pero también hay maridos que dan de comer como a chanchos a sus parejas porque les gustanlas gorditas, las de abundante y pecaminosa carne. Cuanto más desparramada, mejor. El tema es que en la intimidad se encuentre con abundancia, nada de escasez.
Así las cosas, el varón se siente orgulloso de su prominencia y, amo hapope, la mujer igual sin darle importancia al reclamo callado del corazón que no sabe cómo administrarse con tantas grasas que bloquea cada vez más las aortas, todas las venas y los capilares.
Los choferes de colectivos, los funcionarios públicos, los políticos ymá,  son de esa clase abdominal a los que no hay botones que soporten en sus camisas.  Ty´e re ko ñañe´e hina. Umi peichaiteva….
Muchos paraguayos se mueren relativamente jóvenes porque comen mal. Se suicidan literalmente y así y todo no falta quién se asombre por su temprana muerte, “si era sano, gordo, ikyra guasu”. Y ahí está el detalle pues. Su corazón no aguantó más y caputi. Upeante ningo.
                                                           Una barriga llena, sin dudas. 
En la escuela luego se vende comidas chatarras, en la casa de miles de paraguayos no se tiene en cuenta las consecuencias de comer frituras y gorduras y de la necesidad de consumir verduras, frutas, carne magra sin abusar de esta.
Uno se enferma por lo que mete por la boca dicen los médicos. Pero umía ndoikei lo mitâ re. “Ja karu vaerâ ningo”, decía el colega Papucho. Sí, pero comer bien y hacerlo bien no es más caro, a lo mejor es más barato.
El gordo es muy simpático, ijagraciado ningo. Pero la gordura en ningún caso promete consecuencias felices. Hay que ir al médico para hacerse ver y no terminar cualquier día muerto de un paro cardiaco porque el pobre corazón dijo que no da más y todo acabó.
“Ñande gordo pata”, frase acuñada por un ex militar, es gracioso pero esconde por detrás una amenaza fatal para todos los que “lucen” gorduras.

Anivéna jakarú vaí, lo mitâ…

miércoles, 19 de junio de 2013

Escuelas y maestros


Me agrada eso de que a los maestros se deba pagar mejor. Por eso se recordará siempre bien a las autoridades que actúan a favor del aumento salarial Se trata del dinero público bien invertido y lo lamento por los que no entiendan que la cosa es así. Decididamente la instrucción nos sacará adelante como país.
Las estadísticas no nos son favorables a la hora de compararnos con otros países en materia de educación aunque debemos reconocer que hay un despertar por parte de las autoridades sobre la importancia de meter leña a la caldera de la educación, así algunas escuelas se caigan a pedazos o que todavía no haya suficientes aulas, lados de esta historia desafiantes para los responsables del poder.
El presupuesto destinado a las escuelas y colegios de Paraguay en 2011 orillaba al 12 % del general pero todavía es poco. Hong Kong y China, por ejemplo, destinan no menos del 20 % de su presupuesto a la instrucción de sus niños y jóvenes. Por ahí, cerca, anda Corea del Sur y Finlandia, con increíbles logros en el sector.
Con semejante arremetida, chinos, coreanos y filandeses están llamados a ser los líderes de la década de 2030.
El secreto del desarrollo es la educación. No hay vueltas que dar. Los padres deben ser los primeros en entender este secreto. Aquellas familias más pobres son las primeras que deben entender que en la educación y en la instrucción está la oportunidad para los hijos salgan adelante.
A mi modo de ver el siguiente paso hacia la consolidación de la instrucción es el maestro. Este debe formarse sólidamente. Para enseñar a escribir bien debe saber escribir. Para enseñar aritmética debe saber sumar, restar, multiplicar y dividir. 
El doctor Eligio Ayala pregonaba que el elemento vital de las escuelas es el personal docente. Decía que si este personal no era apto no se esperará de la escuela ningún resultado apreciable.
No hice cuestión a la educación de mis hijos cuando estos andaban por las escuelas. Quería que mis hijos sean bien educados e instruidos y lo logré. Supongo que muchos de los jóvenes no llegan a sus metas porque sus padres no ponen todo el empeño necesario para ese fin. Cuando de educación de nuestros hijos se trata, toda la carne al asador.

No creo en los nombres de instituciones de enseñanza hechas a fuerza de publicidad pagada. Creo en aquellas que, con el tiempo, demostraron la clase de educando que presentó a la sociedad. Un colegio caro no garantiza muchas veces la mejor educación; sin embargo, un colegio modesto es capaz que haya formado excelentemente a sus jóvenes. Aquella puede fracasar por carecer de buenos maestros; esta, por el contrario, puede que sea prestigiosa por la calidad de sus maestros.
Un buen maestro es aquel que, enseñando bien, hace nacer en el alumno el deseo grande de aprender. Supongo que las hermanas Celsa y Adela Speratti, Delfín Chamorro, Ramón Indalecio Cardozo, María Felicidad González, y aquella matrona de la educación paraguaya, Rosa Peña de González, eran de esa estirpe de maestros, de los que enseñaban bien.
Donde hay educación no hay distinción de clase, lo dijo Confusio. En Paraguay seguimos teniendo muchos pobres y marginados porque la instrucción no alcanza a todos.
Creo, pues, que la instrucción escolar debe ser gratuita en la primaria y semi gratuita en la secundaria.
Las becas deben estar en el orden del día para rescatar a los mejores estudiantes. Los más brillantes deben terminar sus estudios universitarios y lograr, si es posible, sus masterados en las universidades más prestigiosas del mundo.
Bien por pagarse mejor a los que enseñan en las aulas. 
Ahora vayamos al siguiente eslabón: la capacitación de los maestros.
A mediados del 2011 leí en los diarios que el 52 % de los profesores enfrentan graves dificultades con la gramática, la geografía y la historia paraguaya. Eso no es nada bueno. Con mejor sueldo esperamos de nuestros educadores más entusiasmo por la capacitación.
Leo en Internet que en Finlandia las cosas andan de maravillas porque allí la selección de los profesores se efectúa con rigurosidad. En aquellas lejanías de Europa nadie es maestro sin haberse sometido a miles de horas de capacitación. El secreto, entonces, del éxito finlandés está en sus maestros.
En esto de la educación los nórdicos son implacables; desde luego, sus resultados son, igualmente, demoledores.
Entre tanto, por aquí, todos los años habrá necesidad de aumentar el número de escuelas porque cada vez somos más. Y que se aumenten con el dinero de todos los paraguayos. Es en la educación donde todos debemos apoyar. Todo el dinero que se invierta allí será poco si de verdad queremos llegar a ser líderes en el futuro. Es cuestión de disponernos y, claro, a transpirar lo suficiente. 

Al Toque de Somatén


Algunos dicen que la única forma de aplacar la sensación de intranquilidad que nos acosa es haciendo justicia por manos propias. La Justicia, sin dudas, está mal administrada por tanto la gente, luego de tantas penurias, piensa defender lo suyo como pueda, con la ley de la selva.
Periódicamente nos enteramos que los vecinos actúan como los delincuentes por la inseguridad reinante. Hay cuadras donde se leen carteles advirtiendo que los moradores están alertas contra los delincuentes.
La institución policial, así disponga de todo equipamiento que reclama, todavía sigue en deuda con la sociedad que, ante el desamparo, debe armarse y unirse a otros civiles para defender su familia y sus bienes.
En Cataluña, España, a propósito, existía durante la primera mitad del siglo XIX lo que llamaban "Toque de Somatén" que consistía en un cuerpo de gente armada que no pertenecía al ejército y que se reunía al toque de campana para perseguir a los criminales que aparecían por el poblado o para defenderse de ellos.
En Paraguay también la gente se moviliza de vez en vez  como en aquellos tiempos de España. Estos grupos de compatriotas actuaron en algunos momentos incluso con virulencia como de cuando, a fines del 2011, un comerciante de Ciudad del Este, Michel Mendoza, tras ser asaltado por segunda vez por un mismo grupo de marginales movilizados en moto, decidió perseguirles a bordo de su camioneta, los atropello y mató a dos.
La ley del más fuerte nos amenaza casi siempre. Las discordias se hacen presentes de tiempo en tiempo porque no pocos paraguayos se resisten a respetar la ley. Los delincuentes no temen a la ley y esta debe ser temida por los marginales. 
Como no se hace respetar la ley el "Toque de Somatén" se engendró, nació y ahora está grande y fuerte entre nosotros.

En realidad ni el predominio de la delincuencia ni de los vecinos organizados sino el de la Justicia, de la ley, debe regir en la nación.
Lo que experimentamos hoy, respecto a la inseguridad, no es intrascendente. Es grave. Los gobernantes en democracia no tienen voluntad para hacer valer la ley o no saben cómo hacerla. En ambos casos es peligroso. 
Si regía la voluntad de hacer valer la ley no hubiera sido asesinado el ganadero Luis Lindstron en manos del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
En estas horas de inseguridad vale el pensamiento del español Juan Donoso Cortés: "se trata de escoger entre la dictadura de la insurrección y la dictadura del gobierno; puesto en este caso, yo escojo la dictadura del gobierno como menos pesada y menos afrentosa". 
A más de dos décadas del derrocamiento del dictador Stroessner no estamos sabiendo obtener ventajas de la democracia por lo que bien vale rescatar el pensamiento de Cortés. Hasta ahora muchos compatriotas se defienden en medio de la inseguridad al sonar de campanas, al "toque de Somatén".