Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

Temas disponibles en este blog

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Las siete cajas y mi libro

Para cuando este comentario termine de escribir capaz que más de 130.000 personas ya hayan visto la película “Las siete cajas”. Bueno, por lo que escuché en la radio, vi en la tele y leí en los diarios, la peli era una de esas que para qué les cuento por lo que también fui a formar fila, compré la entrada y me metí a la sala para que, abusando de pleonasmos, yo vea con mis propios ojos lo que se promocionó a todo dar.

Fui al Shopping del Sol a almorzar en uno de estos últimos domingos. Vi que la fila de compradores de entrada no era tan larga por lo que luego de mi comida china me fui para la cola. Pagué los 15 mil guaraníes que costaba esa primera función y tras comprar la boleta, observé que tenía todavía 30 minutos de tiempo para ir a la feria de libros que se montó frente al shopping. Encontré “Poesías completas” de Fray Luis de León y de San Juan de la Cruz. Un excelente material de lectura.

Ya no tuve más tiempo que lo necesario para hojear y pegar un vistazo al prólogo. Ya debía ir a la fila para ingresar a la sala.

Cuando tomé mi asiento en la sala de proyecciones aquello era murmullo de expectativa en medio a aromas de pororó, maní tostados, algodón de azúcar, grageas de chocolates, etc. sobre lo que se espera ver.

Y empezó la función.

Claro, primero los inacabable avisos publicitarios y, luego, los avances de las próximas películas a exhibirse en esa sala. Avances que, como siempre no se entienden de qué se trata, si de una película de amor, de terror, o espionajes propios de la desaparecida KGB o de qué cuernos, lo cierto y lo concreto que estos “repartos” nos muestran autos volando, primeros planos de pistolas disparando, fuego, corridas, ululares de sirenas policiales, trompadas aquí, trompadas allá, un beso apasionado entre dos personas que se aman y helicópteros zumbando por sobre ciudades. De esas cosas.

Por fin la película que fue tema de conversación de todos los medios periodísticos. El escenario: el Mercado Cuatro.

Un jovencito andando con una desvencijada carretilla, una joven que corre, que se asustan, que advierte que grita “¡¡Corré, Viutor!!”, etc., etc. Crimen, celos, corrupción, mafias, todas esas cosas que se ven en la películas y se leen en las novelas de acción.

Mientras la película corría, yo pensaba en mi libro guardado en una bolsita de plástico. Quería hojeas mientras los demás veían la peli pero la oscuridad y mi vista ya golpeada no me permitían cometer semejante pecado contra el esfuerzo de unos paraguayos en el competitivo mundo de la industria cinematográfica mundial.

Pero yo quería leer mi libro. En la pantalla veía de vez en cuando unos planos generales del mercado, unos personajes que intentaban mostrar su lado siniestro, hablaban en guaraní, castellano y “jopará” y que a medida que corrían los minutos yo más quería leer los poemas de los famosos españoles cuyos nombres figuran en el flamante libro adquirido de la feria.

Pude ver 35 o 40 minutos de la película. No logré engancharme, hablando mal y pronto en el argumento, en las tomas, en los artistas. A lo mejor porque a la película puse a competir con mi libro, cinco mil guaraníes más caro que mi entrada a la sala.

Lo que me queda claro es que la película no me gustó que por eso yo no exclamé, o reí, o aplaudí como algunos que se sentaban cerca mío ¿Qué tanto podía asombrarme?, ¿Qué es una película paraguaya?, ¡estupendo!, un logro paraguayo, ¿y por eso yo tengo que hacer lo que hace o dice la manada?. No me gustó, no me llenó y ya está.

No quise hablar por boca de ganso y por eso fui a verla. Pero, procurando entrar en tema, no entré. Intenté, pero no me dio el cuero. Quise amar la película pero no pasó a un “quise”. Y después, nada. Bueno, salí del cine y fui a una cafetería del shopping, pedí un capuchino con un mixto caliente y me puse a leer, lentamente, mi libro.

Entonces, lo que puedo decir de la película es que mi libro estuvo excelente, el café fabuloso, y el aire acondicionado de la cafetería inmejorable.

De la película lo que les puedo decir en concreto es que vi durante no más de 40 minutos. No me atrapó, para mi – discúlpenme la franqueza – no fue la gran cosa; que para mi el hecho de ser película paraguaya no es suficiente para aplaudir, admirar y desbarrancarme en adjetivos favorables. Me pareció uno más, que debemos seguir procurando por hacer cada vez mejor nuestras respectivas tareas y nada más.

Según los comentarios la promesa era grande: una película de aquellas. Y como me dijo Miriam en primer lugar nunca creas en promesas, “el mundo está lleno de ellas”, y me quedé pensando ¿De donde lo que vos sacás todo eso”, la pregunté sorprendido; “y Paulo Colho dice en su libro”, me respondió. Otra vez el libro…

Me preguntan si les recomiendo que vean; sí, pero lleven un buen libro y apuesten a un buen capuchino por si las moscas….

jueves, 19 de julio de 2012

Las calles y plazas son de la ciudadanía

La voluntad ciudadana se hizo sentir a través de las redes sociales. No fue fácil despabilar a la gente sobre aquellos asuntos de interés colectivo (listas sábana, 50 millones para Justicia Electoral, inseguridad, etc.) pero a medida que transcurría el tiempo las inquietudes fueron tomando cuerpo hasta que los paraguayos salimos a tomar las plazas y las calles.
¿Cómo empezó toda esa movilización a través de las redes? Trataré de rememorar y unir piezas de modo que la reciente historia sea contada de una manera justa y perfecta posibles.
Algunos intentos a profundidad fuimos engendrando en el 2011 como, por ejemplo, con el deseo de nominar a un paraguayo al Premio Nobel de la Paz o para encontrar a Dalia Scappini, la secuestrada en agosto de ese año. La inseguridad motivó la creación de un grupo en Facebook llamado “Basta Ya!!!” que de a poco fue tomando coraje y salió a las calles a reclamar lo suyo. La “Asociación lista sábana del Paraguay” se hizo de espacio en la red para procurar a favor del desbloqueo de las listas de candidatos para senadores y diputados y, así, nos fuimos haciendo camino.
Entremos en la espesura como decía San Juan de la Cruz:
Por las cosas ocurridas, por una serie de informalidades manifestadas en la sociedad, nos indignábamos y de a poco nos fuimos comprometiéndonos como grupos; por este denominador común surgió “Ya no basta con indignarse es hora de comprometerse” creado por Wilson Dusser.
Este grupo, se reunía en la casa de la señora Miriam Amarilla en el barrio Jara un día a la semana para ir trazando estrategias tendientes a defender los bienes ciudadanos.
Con el permiso para mencionarlo, como dicen los parlamentarios, Roberto Espínola, en el grupo comandado por él (“Basta ya!!!”), empujaba con sus amigos contra la inseguridad y otros asuntos de interés colectivo.
En pocas palabras, todos estábamos en una misma línea desde las redes y fue así que pasamos a apoyar al grupo “Basta ya!!!” en uno de sus eventos, el realizado con la Asociación Lista Sábana, el sábado 12 de mayo de 2012 al lado del Panteón Nacional de los Héroes, que reunió a un centenar de avitués de las redes.
Interín, crecía en el ámbito político, parlamentario y judicial hechos y declaraciones que contrariaban a la opinión pública como la inminente aprobación de un ajuste presupuestario para la Justicia Electoral de 50 millones de dólares para distraer en operadores de los partidos políticos. Los diputados, en cuyo ámbito estaba el delicado tema, no prestaron atención al clamor de la ciudadanía, decidiendo aprobar el reajuste respetivo el viernes 25 de mayo de 2012.
En la noche del 23 de mayo, en reunión del grupo “Ya no basta con indignarse…” en la casa de la señora Amarilla, decidimos que Vidal Vera y yo concurriéramos el jueves 24 de mayo a la redacción del diario Abc, en representación de nuestro grupo, a pedir que se publique nuestro requerimiento a los diputados que rechacen el desangramiento presupuestario. El viernes 25 de mayo abc Color publica nuestra entrevista; “Martínez agregó que así como en la manifestación del 12M (12 de mayo) volverán a tomar las calles si es necesario para reclamar sus derechos”, decía el párrafo final del artículo publicado bajo el título de “Indignados piden que se evite robo al pueblo” (http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/indignados-piden-que-se-evite-robo-al-pueblo-405489.html).


Vidal Vera y yo en el diario Abc Color el 24 de mayo de 2012. En nombre de la ciudadanía pedias que se evite el robo al pueblo.

Para el mediodía del 25 de mayo, se crea el grupo en Facebook conocido con el nombre de “After Office Revolucionario!!” a cargo del joven Maxi Urbieta, quién convocó a la plaza desde la red Facebook, donde estuvimos todos los que participamos del evento del 12 de mayo. Para ese momento ya los “feisbuceros” estaban dispuestos a abandonar los teclados y ocupar las calles.
El camino recorrido hasta aquel viernes fue escabroso pero no por eso se dejó de avanzar. No fue fácil movilizar a la gente y esto lo manifestábamos periódicamente en las redes; hasta que la provocación de los políticos y los parlamentarios fue intolerable dándose lo que adelantábamos en el mencionado artículo de Abc: “tomaremos las calles si es necesario”. A partir de ahí, “After Office…” tomó la posta, avanzando bien en la movilización ciudadana a través de las redes y los medios periodísticos.
“After Office…” comenzó a aflojar la marcha tras los sucesos aquellos cuando unos manifestantes atacaron los locales del PLRA y ANR, responsabilidad endilgada a Urbieta a quién se asoció con el entonces presidente Fernando Lugo.
Las movilizaciones ciudadanas tomaron vuelo no solo en la capital sino en el interior del país, convirtiendo a la Plaza de Armas, frente al Parlamento, como territorio ganado para sus protestas.

Una de las concentraciones ciudadanas en la plaza de armas, cuando el Senado rechazó la entrega de 50 millones de dólares para operadores políticos.

Con “after Office” fuera del protagonismo, las redes sociales son sacudidas con los sucesos del 15 de junio en Curuguaty (17 muertos) y aquellas, en consecuencia, rugen y de nuevo movilizan a la gente; las baterías civiles apuntan a Lugo que termina destituido, así la Plaza de Armas haya sido copada por sus adherentes.
Entre los días 20 y 22 de junio se gestan en las redes sociales nuevos grupos ciudadanos que proponían la defensa de la soberanía nacional ante el acoso de los gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Venezuela, por la destitución de Lugo.
En ese marco, Guillermo Cramer, un joven empresario, aparece en Facebook proponiendo una “Caravana de la soberanía” para el día 29 de junio, mientras que el también empresario Domingo Daher invita para una concentración ciudadana en la Plaza de Armas para el miércoles 27 de junio.
La caravana del 29 de junio termina al lado de la Plaza de las Américas, en Asunción. Manifestación ciudadana en defensa de la soberanía nacional.

Entre tanto, en Facebook surgen dos movimientos con los mismos objetivos: “Paraguay es soberano” y “Paraguay soberano”.
Lo de Daher se desactiva y, pese a los temores porque se deban desatar enfrentamientos entre luguistas y antiluguistas, Cramer continúa con la convocatoria para la caravana realizándose en la noche del 29 de junio con todo éxito (en el itinerario, se plantó la caravana primeramente ante la embajada de Brasil donde se hizo escuchar a todo volumen el Himno Nacional y; luego, los caravaneros rodearon con sus vehículos la embajada de Argentina donde también se hizo escuchar el Himno). La columna de vehículos terminó en la Plaza de las Américas donde los expedicionarios urbanos hablaron desde una vereda en defensa de la patria.
Daher, quién se sumó a la caravana del viernes 29 de junio, operó fuerte invitando a la gente para una concentración a lo largo de la autopista para dar la bienvenida a la delegación de la OEA. Esta movilización, que preocupó sobremanera al flamante gobierno y, en particular, a las fuerzas policiales ya que estas temían que se produjera un inminente enfrentamiento provocado por los partidarios del presidente depuesto, sufrió marchas y contramarchas pero que Daher, que contaba con el apoyo de Cramer, fue empujando la realización a pesar de los pesares.
Esa medianoche del domingo 1 de julio llegando a la madrugada del 2 de julio la autopista que conduce al aeropuerto “Silvio Pettirossi” contaba con algo más de cuatro kilómetros de vehículos de gente que apoyaba al gobierno de Franco y daba la bienvenida a la delegación de la Organización de los Estados Americanos.
El evento ciudadano culminó sin enfrentamientos, como se temía al principio, siendo los últimos en retirarse de la autopista Daher, Cramer y sus amigos no sin antes despedirse del comisario policial que tuvo a su cargo la vigilancia en el sitio.

Mario Cibils, Domingo Daher y Guillermo Cramer, en reunión de prensa, informando en el Hotel Las Margaritas, sobre la realización de la caravana y el recivimiento a los enviados de la OEA (foto, diario La Nación).

Dado el éxito en Asunción, Daher y Cramer contactan con Julio Müller, empresario encarnaceno, para la realización de otra caravana a favor de la soberanía paraguaya que se realizó el sábado 7 de julio arrancando en el sambódromo y culminó frente a la Gobernación de Itapúa, en Encarnación. Fue una ruidosa caravana de unos 150 vehículos en medio de la fría noche.

En un hotel encarnaceno, una hora antes del inicio de la caravana por la soberanía paraguaya en Encarnación. (De Izq. a Der.: Julio Müller, Domingo Daher, Guillermo Daher, Ruth Florentín y Luis Id.

Visto el éxito de la movilización ciudadana, el sábado 14 de julio Cramer mantuvo reuniones con referentes civiles de Hernandarias y, al día siguiente, con referentes de Santa Fé y Mbaracaju para avanzar hacia un plan de unidad ciudadana en defensa de intereses comunes, incentivados por los últimos sucesos de transcendencia nacional e internacional.
Dos referencias para ir terminando: 1)- Las redes sociales demuestran su utilidad a la ciudadanía; 2)- la convocatoria a través de Facebook han permitido identificar líderes naturales que coinciden en el pensamiento con la gente y que a puro pulmón y entusiasmo concretaron movilizaciones en defensa de los intereses colectivos y hasta de la misma patria en los momentos críticos.
Valga esta meridiana exposición para visualizar en contexto del cómo se fueron posicionando los grupos en las redes sociales y, al mismo tiempo, de cómo se promovió la concentración de gente en las plazas y las calles y, sobre todo, cómo concretaron sus objetivos. Demás está decir que estos grupos e individualidades seguirán presionando desde las redes y las plazas a favor de todo aquello que sea de interés común y que algunos políticos como gente en el poder buscan administrar de acuerdo a sus intereses particulares o sectarios.
Bien vale festejar el logro alcanzado por los paraguayos que, finalmente, se sacudieron de la apatía. Se puede afirmar que las redes sociales son una excelente herramienta para la manifestación de los paraguayos y que mediante esa estos identificaron felizmente a nuevos líderes, esos que piensan que nada sucede hasta que algo se mueve…

miércoles, 27 de junio de 2012

Nos plantamos como paraguayos

Pío Baroja es uno de mis escritores favoritos, pese a que en su novela “Las tragedias grotescas” haya escrito que él no cree que “Paraguay valga más que Inglaterra”. Por encima de su postura contra nuestro país y de América Latina toda considero que el español fue un gran escritor.
Su antiparaguayismo, si bien me molesta como paraguayo, no logró influir en mí sino para que yo procure ser mejor dentro de mis posibilidades y a partir de este esfuerzo defender mi propia autoestima.
Yo no creo que Paraguay tenga menos valor que Inglaterra ¿cuánto querrían los ingleses - por decir - tener la tierra fértil, el agua dulce, la energía eléctrica y el clima de Paraguay?
Paraguay es una nación que territorialmente es pequeña, pero es una gran nación que nos enorgullece y nos honra. Somos un gran país. Sobre todo, digno, capaz de mirar con ojos modestamente altivos.
Chiquitos en el mapa como somos (y como si fuera poco, mediterráneo) nos plantamos contra los que desde el exterior nos obligan a hacer lo ante los que sus intereses dictan en desmedro de nuestra soberanía.
Así actuaron nuestro mayores en los momentos difíciles y así, honrando sus memorias, actuamos hoy. Tal cual, seguro, repetirán nuestros descendientes si la tricolor reclama.
Los socialistas de Hugo Chávez, con su canciller como enviado a nuestro país, recibieron una dura lección de cómo el paraguayo, en su mansedumbre, sabe defender su dignidad, a su bandera, a su nación independiente. En increíble y patética intromisión en asuntos paraguayos, el venezolano intentó, en nuestra propia casa, que los tanques militares salieran a las calles a reprimir a los paraguayos y defender a Lugo, el mismo que no puso la cara por 17 muertos en Curuguaty.
Paraguay no tiene la flota inglesa, ni tampoco un Paul Mc Cartney, ni fabricamos Rolls Royce, pero tenemos, entre tantas virtudes, dignidad, somos capaces de mirar a los ojos a cualquiera porque no debemos a nadie, porque no dañamos a nadie, porque sumamos y no restamos, nos unimos y no nos separamos y, sobre todo, no nos dejamos manejar como querrían los dictadores extranjeros.
Seremos chiquitos, un poroto, en el mapeo mundial, pero grandes, gigantes, a la hora de defender lo nuestro como lo hicimos la semana pasada, con la paz, guardando nuestros tanques en cuarteles seguros.
La estupidez, esa degeneración de los instintos, no pudo contra la decencia y la firmeza paraguaya.
Que valga el ejemplo de los compatriotas a otras naciones oprimidas por sus dictadores arropados de demócratas. Que esta muralla paraguaya a las pretensiones dictatoriales del socialismo sudamericano sea el inicio de la verdadera primavera democrática en el continente. Entre tanto, disfrutemos de nuestro logro, de nuestra dignidad, decoro, pudor y grandeza.

sábado, 2 de junio de 2012

Lista desbloqueada

Pareciera que, por fin, los paraguayos vamos a elegir a nuestros directos representantes, a los futuros diputados, senadores y concejales departamentales. Digo pareciera por lo que leo en los diarios y escucho expresar a algunos referentes políticos con los que converso. El martes 5 de junio de 2012, a la tarde, es clave, ya que ese día se reune la Cámara de Senadores para tratar el desbloqueo total de las listas de candidatos.
No puedo dejar de encolarme a la duda ya que serán los senadores (la clase que se niega a la referida liberación total porque así las cosas ellos, que aspiran la reelección, no serían seleccionados por los electores), no hay otra forma, los encargados de dar semejante gigante paso a favor de la democracia. El lobo cuidando de los corderos.
De todas maneras estamos ante un amanecer que promete mucho sol. Dependerá de la ciudadanía que los senadores no sean presos del titubeo y, de una vez por todas, dictaminen a favor del desbloqueo pleno de las listas y a avanzar hacia la nueva sociedad paraguaya. 
¿Qué haremos los electores con las listas abiertas?
Primero, elegiremos a las personas que merezcan nuestra confianza, así sean del partido A, del B o de la C. Elegir es un compromiso del ciudadano; será de su responsabilidad la gestión del elegido y no tanto del partido político, por eso hay que saber escoger.
Segundo, seremos responsables de nuestros votos. Si elegimos bien, habremos de ayudar a la patria; si mal, seremos responsables del error. Esta responsabilidad depositada en el ciudadano le hará madurar como individuo elector y ayudará a granar la sociedad.
Se vienen cambios mediante la presión ciudadana. Los cambios son derechos, pero también plantean oblaciones. Para llegar a este canje la ciudadanía debe volver a la plaza el martes 5 de junio donde me verán de nuevo haciendo fuerza por la nueva patria.

viernes, 1 de junio de 2012

Resistencia desde mi blog

Yo también estoy en las redes, sobre todo en Facebook, pero ahora estoy suspendido. Por eso me reporto a la gente a través de mi blog, éste, así sea menos efectivo y, sobre todo, inmediato que las redes.
Tengo entendido que algo hice mal en estos últimos días para que, una vez más, me sea bloqueada la cuenta. Espero equivocarme y que lo mío no sea sino una equivocación pasajera por parte de los administradores de la red.
Para que me puedan entender les debo decir que desde la red Facebook yo venía alentando, hartado como millones de paraguayos, que no se roben 50 millones de dólares de las arcas paraguayas para repartirse entre operadores políticos. Yo, como muchos, insítía desde la red para que los diputados (apodados "dipuchorros") no robaran. Tal fue la sordera de nuestros parlamentarios que copamos la plaza situada frente al Parlamento.
Finalmente, Senadores atendió nuestro reclamo.
Pero a Senadores pedimos que desbloqueen la llamada "lista sábana" (la cruel manera aplicada por los partidos políticos para meter al Parlamento a los mediopelos, ignorantes e inútiles) de modo que la ciudadanía tenga la posibilidad de elegir uno por uno a los parlamentarios que consideren de su confianza y útiles para la nación.
En este reclamo estaba yo en la red Facebook hasta que ahora no puedo entrar más a mi cuenta. En fin. Por eso vuelvo a insistir, pero ahora por medio de este blog, aunque sé que carece de la efectividad inmediata como para movilizar a la gente.
Porque ahí está la clave, en la movilización. Los senadores no hubieran prestado atención al reclamo surgido desde las redes sociales si no nos disponíamos a ocupar la Plaza de Armas, frente al Parlamento Nacional de Paraguay. Y ocupamos por tres días.
Dicen que los paraguayos nos estamos despertando. No estoy muy seguro que hayamos estamos dormidos profundamente; sí, que estabamos maniatados por un sistema perverso y de múltiples causas y efectos. De todo eso nos sacudimos finalmente. Y hoy los paraguayos salimos a la calle, gritamos, exigimos, reclamamos a nuestras autoridades a comportarse con decencia y a trabajar duro.
Ya estoy acostumbrado a recibir golpes por el uso que doy a la red social. Ya una vez me pasó con la movilización de la gente a favor de la candidatura de un paraguayo para el Premio Nobel de la Paz. Juntamos más de 50.000 adherentes en Facebook. Por detrás se filtraron los oportunistas que intentaron obtener beneficios económicos de la idea y, los que se molestaron por sugerir a un paraguayo para tan respetable galardón. Me "hakearon" (¿así se escribe?) y me sacaron del grupo que yo mismo cree.
En las redes estamos de todos, los perseverantes, los cobardes, los valientes, los sensatos, los necios, los irresolutos, los calentones, de todo.
Lo que no podemos negar es la efectividad de las redes; los egipcios tienen buenas experiencias.
En sístesis, lo que les quiero decirles es que así no esté pudiendo retornar a Facebook reclamaré desde aquí la total liberación de las listas para diputados y senadores; reclamaré decencia a los que ejercen el poder en mi país; exigiré como ciudadano la rendición de cada centavo que se pone en sus manos e, igualmente, reclamaré que los que han hecho mal la tarea reciban el castigo merecido.
La democracia no debe ser blanda con los delincuentes. No tiene por qué ser blanda.
Me quedo tranquilo con mi consciencia. No hice nada mal al reclamar, al exigir, al llevar contra las cuerdas a los parlamentarios que preparaban otro festín a nuestra cuenta. Facebook me puede sacar de la red, pero de donde no podrá sacar es a la ciudadanía que ya ganó la plaza.
En mi último post en Facebook escribí algo breve que se refería a la no sesión de los senadores porque, según argumentaron nuestros representantes, no pueden reunirse bajo presión y yo, por eso dije "¡qué maricoones!". Y fue mi último post. Para Facebook yo le habré faltado el respeto a los parlamentarios chorros de Paraguay, cuando que son ellos los que nos faltan el respeto.
De todas maneras, yo seguiré martillando desde mi blog para que los líderes paraguayos aprendan a ser gente, a portarse bien, a trabajar por la patria y no por sus bolsillos.

martes, 24 de abril de 2012

Descortesía en las redes sociales

Es llave la cortesía / para abrir la voluntad / y para la enemistad / la necia descortesía”, plasmó Lope de Vega en Fuenteovejuna ¿Somos corteses al tratar con los demás?; recorro las redes sociales y el desengaño me acosa ante la realidad vigente: cuando menos esperamos y por cualquier razón, hasta por la más nimia,  la disputa se instala entre la gente como virus en el sistema informáticos.
En las redes descubrimos nuestro lado cavernario y, no solo eso, sino lo dejamos actuar contra los demás hasta que el tema se agote y comience otro con el cual seguir la agreste carrera de destripantes como torpes  impugnaciones.
La cortesía se vio avasallada por la cultura de las refutaciones, en ciertos casos con razón pero a espaldas de la prudencia, esa virtud que hace de paño frio entre los más inteligentes, para establecer un nuevo modelo de relacionarnos en la virtualidad: el de la descortesía.
¿Los paraguayos somos naturalmente objetores?; supongo que no somos ni más ni menos que los de otras nacionalidades pero lo claro que notamos es la semilla de la disputa sin razón, sembrada por no pocos paraguayos en las redes y que, como las hierbas malas, crece con inusitada rapidez con efectos más bien negativos que positivos para nuestro mutuo crecimiento y entendimiento.
Las radios fueron las primeras vías por las que practicamos el rechazo gestándose para el efecto una casta desconocida hasta entonces, la de los “llamadores”, que al amparo de la democracia arremetió contra los demás sin más límites que lo que dicta la promiscuidad de la consciencia.

Cuando los oyentes empezaban a desprenderse de las radios como medios de información ante tal atropello en masa, aparecieron las redes como Twitter y Facebook, excelentes herramientas para vincularnos todos, con las que no pocos siguen dando golpes y porrazos a quien se asome por los parajes virtuales.
Así como hay metales nobles, como el oro y el platino, también hay gente noble. Y dice Tirso de Molina que el que es noble no habla mal. Si es un bienhablado se está ante una persona cortés exornada, desde luego, por la discreción y la benevolencia, atributos suficientes como para tratar con ella con seguridad y confianza.
La persona amable habla con discernimiento y reemplaza la palabra por el silencio cuando comprende que navega en aguas de la prudencia.
El amable es digno de ser amado; el grosero, en cambio, es rechazado. La amabilidad es una cualidad aprendida en el hogar, en el entorno en el cual se crece. Si nos desarrollamos con buenos ejemplos y, por tanto, entre buena gente seremos dignos de ser amados. Estamos pues en la largada universal, la de la educación permanente y seria.
El afable es capaz de interpretar para bien el silencio del interlocutor; para el rudo, la prudencia es un texto fácil de malinterpretar. El cortés es optimista; en el grosero, el moho del fatalismo primitivo, como decía Roa Bastos, crece por dentro.
El cortés crece en el conocimiento; el descortés, en la ignorancia. Aquel alienta; este, desalienta. Uno escucha y luego juzga; otro, va al cuerpo, murmurando, calumniando, desacreditando, impugnando a troche y moche.
San Fernando Rey - siglo XIII -  aborrecía las murmuraciones y las malas conversaciones y repetía: “Le tengo más horror a una lengua murmuradora que a un ejército de moros”.
Las redes sociales, en fin, descubren a muchos por su lado descortés, por el lado de la falta social; en las incoherencias de sus palabras, en el torrente de expresiones surgidas del pensamiento y atribuibles a fallas de educación.

Quiero pensar que la mayoría de los paraguayos seguimos siendo sencillos, hospitalarios y amables y que solo algunos son portadores del virus de la grosería que amenaza, eso sí, con extenderse si no nos percatamos a tiempo que estamos cayendo en su trampa. El alarido de los necios no debe ser sino como el borde de los precipicios a los cuales es mejor no arrimarse. De estos, de los necios, es necesario sacudirnos de modo que las redes sociales resulten efectivamente útiles para el bien, para el buen provecho de cada uno.

domingo, 1 de abril de 2012

Regálame un libro, Señor ...

Ser más buenos ¿Dónde está aquella bondad olvidada?, ¿por qué no somos más buenos?; ¿donde están los amores que nos enseñaron, aprendidos y practicados? Fui a las redes sociales pregunté y nadie me contestó por lo que, cabizbajo, solo logré garabatear en mi muro lo que pensé en esos momentos sin respuestas: si hablamos de libros y aprendemos de los libros seremos mejores y más buenos.
Observo y leo cuanto piensa la gente en mi entorno sobre todo en la virtualidad, en las redes, y noto desamores, impugnaciones, odios reprimidos, envidias, la maldad en todas sus formas y me llenan de desalientos sabiendo que éstos son la mejor herramienta del mal para desmoronar el mundo. Como que el ángel caigo se friega las manos ante mi estado de angustia.
Y cuando en esa misma virtualidad veo un pestañeo de amor, un pequeño deseo de alegría, una manifestación minúscula de la buena voluntad siento como un arco iris brotado después de los granizos de la tormenta. Como si un coro angélico empezara a entonar. Como si un brazo amoroso me tomara de los hombros.
Yo quiero ser más bueno y me siento contagiado de maldades; quiero hablar de Dios y me responden carroñeras carcajadas surgidas, sulfuradas, malolientes, de las profundidades de cavernas malignas e invisibles.

Siento la trápala furiosa de los cuatro potros mencionados por las letras sagradas, ocupando espacios, levantando polvos, haciendo fuego, rugiendo, devorando a su paso. Está en cada pensamiento de los que olvidaron la bondad, el amor, la sencillez, la caridad, la paciencia, la tolerancia. Esos caballos atraparon a la gente en el enfado, la grosería, en el insulto, en la bajeza del mal. Cuatro potros zapatudos, blanco, rojo, negro y amarillo, amusgan, bufan, arremeten salivando fuego por la boca del pueblo atrapado. 
Quiero encontrar una piedra blanca en la que esté escrito el nombre nuevo que nadie conoce, que no quiere conocer y que quiero conocer. Una piedra que no sea arrebatada ni por mi miedo, ni por mis angustias, ni mis tristezas, ni por mis desorientaciones e inseguridades. Una piedra en la que esté escrito el nombre en el cual se resume la que está perdida, la bondad. Piedra argenta que no me hurten ni la cuadriga maligna ni quienes convocaron su presencia.
Hurgo, desesperado, en la oscuridad buscando ese mineral escondido. No sé donde está, pero lo busco. Sé que es la sabiduría antigua, la de los siglos de los siglos, la de todo el universo, que la olvidamos primero y nos negamos a ella, después. Es la esencia de Dios, es la sangre derramada en el Gólgota, es el manto celeste de la acongojada Madre.
Piedra, esencia, amor, Dios, ¿pero donde estás?, ¡hay tanta oscuridad en el entorno!, hay tantos galopes malignos, hay hedor de sulfuro, hay tantas maldades.
Quiero volver a saber y quiero que todos sepamos; quiero volver al amor y que todos vuelvan a amar, quiero piedad pero nadie mas clama piedad; quiero escuchar las trompetas de los ángeles de allá, arriba, pero aquí, abajo, hay tantos ruidos, cientos de gritos sodomitas vivando al terror, que nos las oigo si ellas sonaran.
Señor …
no me dejes en medio de este infierno, dame un poco de la fuerza de tu Espíritu Santo, dame una piedrecilla blanca de esta inconmensurable cantera, en la que esté escrito el conocimiento que me falta y; si me dieras, reparte también a los que hoy participan alucinados por la borrachera del mal y que mañana, quizás, tras el despertar de los arrepentidos y, ya salvados de las fauces de esa muerte atroz, busquen un fresco manantial que tienes Tú y nadie más.
Regálame un libro, Señor …