Detrás de la puerta, esto

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Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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miércoles, 1 de julio de 2009

Aldo Zuccolillo y sus 80 carraspeos

El 1 de julio, hoy, es el cumpleaños de Aldo Zuccolillo, el dueño y director del diario ABC Color, a quién sus empleados y sus ex empleados, como yo, no lo llamamos ni por su nombre ni por su apellido y, mucho menos, con el agregado de "señor" o "don", porque él nos enseñó así. Le decimos "Dire" a secas. Con el tiempo, a mi al menos, no me sale y hasta me veo ridículo imaginando decirle "Don Aldo", "don Acero" (su apodo) o "Señor Zuccolillo". Si le llamara así me parece que no sería él. El dire es el "Dire" y ya está.
Su escuela de periodismo es su diario. El Dire jamás estudió en universidad alguna para hacerse periodista, porque es periodista (un día, cuando fue mi testigo de casamiento, a la pregunta del juez, contestó que era periodista). Y le voy a trepar bien ya luego: es un gran periodista.
Vuelvo a su cumple.
Recuerdo aquellos años de cuando yo tenía la honra de formar parte del cuerpo de redactores de su diario. ¡Qué panzada nos dábamos con el borí - borí que nos servía Graciela, su esposa, en la misma redacción! Supongo que esa costumbre debe mantenerse ya que, el 1 de julio, es fecha feliz en ABC Color.
El Dire no era de esos que gustaban aparentar. Pero su austeridad no era como para que todos sus empleados vivamos en limitaciones. Doy fe que a todos sus colaboradores da una mano oportunamente. El primer coche cero kilómetro me lo dió él, prestado, pero era como si fuera mío. A todos nos ayudó a hacernos de la casa. Por muchos años se desplazaba en su coche Mercedes azul oscuro, mientras otros empresarios cambiaban de auto cada año.
¡Cómo olvidar aquellos tres meses de sueldo que nos pagó tras el cierre de ABC en 1984 y nosotros, periodistas, nos quedamos en pelotas!
Decía que el Dire es un gran periodista.
Viene de los tiempos de los belinógrafos (con mucho cariño) y se mete como un piloto de caza, en las brumas de las nuevas tecnologías haciendo suya cada herramienta virtual de Internet para que su diario siga siendo líder.
Tiene el olfato del cronista que está ante una "bomba", una barrega como dicen en México a una noticia falsa, o; un "cañonazo", la noticia inesperada, como cuando murió asesinado Aldo Moro en Italia y de cuando ordenó, como en los antiguos periódicos, colocar una pizarra en la vereda de ABC con un escrito a tiza: "Asesinaron a Aldo Moro". Es todo un almuédano asunceno.
No puede ser de otro modo para poner adelante durante 42 años un diario. Ontendé la vitrola.
Ese "fideito" que salía de su máquina eléctrica azul (¿la tendrá todavía?) era terrorífico para los cronistas.
Resulta que él era el primero en llegar al diario. Llegaba habiendo leído la edición del día, se sentaba junto a su máquina y escribía, por ejemplo: "Mauro: reportear a fulano sobre el titular de tapa de hoy; Gautín: el presidente del Banco Central debe explicar tal cosa; Efra: ¿qué pasó con el contrabando de semilla?; Inchi: leña, leña; Juan Carlos: aplazado, salimos tarde". Extraía el papel de la máquina y, con una tijera, cortaba en rodajas (a esto le llamabamos "fideíto") y entregaba a cada periodista, "su" tira, a la hora del desayuno en la Redacción, a las 7.30.
Así, pisando los talones al periodista, al fotógrafo, al chofer, al gerente de publicidad, al distribuidor, armó un gran diario del cual han salido, con algunas excepciones claro, grandes periodistas, fotógrafos, escritores, historiadores, hombres de empresa.
Yo me hice periodista en el diario del Dire, de la mano de "Lubén" Cèspedes, mi profe en la universidad. Bien o mal me siento un profesional realizado mediante la buena voluntad del Dire que me dió la oportunidad de formarme allí (en otra oportunidad les contaré que tres veces me dijeron en mis tiempos de practicante en la Redacción que no me tomaría como periodista de planta. Perseveré).
hoy, al cumplir años, un virtual abrazo a Acero Zuccolillo, un tipazo, alguien que marcó el nuevo rumbo del periodismo en Paraguay; un hombre que, de un carraspeo, creó un nuevo estilo de nuestra prensa ¡Felicidades, Dire!

2 comentarios:

César dijo...

Que bueno e interesante es leer a alguien que admire tanto a su jefe o exjefe.

Tengo a este blog en mi lector de feeds, es la primera vez que comento pero es un gusto leerlo siempre.

No quiero sonar pesado, pedante ni desubicado pero "..se mete como un piloto de caza, en las brumas de las nuevas tecnologías haciendo suya cada herramienta virtual de Internet para que su diario siga siendo líder."

Eso es decir mucho. Realmente ningun diario del pais a asimiló herramientas basicas de internet en sus redacciones y menos en sus versiones digitales.

Saludos.

Anónimo dijo...

Lo conocí hace poco a Acero y realmente se nota que es un excelente empresario y persona...
Una consulta, en este año 2009 que se escribió la nota, ¿Cuantos años cumplía Acero?

Saludos