Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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martes, 7 de abril de 2009

Laura

Laura es la hija de Juan y de Hucha, personas de mi más íntimo afecto. Ella, Laura, está en Alemania, ya que el marido anda de estudios por esas lejanías. La vida es un soplo. Recuerdo cuando ella nació, creció, fue la compañera de Moni, mi hija, en el jardín de infantes luego en la primaria. Recuerdo su adolescencia en casa o en la de algún familiar en común, luego su casamiento y sus viajes.
Laura, o Lauri, como todos la llamamos.
Me recuerda la música y la pelicula de Rafaél, "Laura", que nos llenó de instantes de amores imposibles y suspiros inspirados por el único culpable, Cupido. Aquellos jovenes de la década de 1960, entrando en la de 1970, estamos hecho a la medida de aquella canción con nombre de Mujer.
Desde luego, mucho antes, por aquellos inicios de la era cristiana, Laura no era el nombre de una mujer sino el de los monasterios de la iglesia griega, especialmente en Athos y en Rusia, donde desarrollaban sus respectivas sabidurías, aquellos grandes santos como San Palemón y San Pacomio a fuerza de vigilias, ayunos y oraciones.
Laura también es mi compañera de trabajo, una joven madura mujer que es toda una promesa en las investigaciones históricas paraguayas. Ella es hija de un lejendario futbolista, Adolfo Riquelme, que por la dècada de 1950 llenaba con las glorias de su equipo grandes titulares de los diarios La Tribuna y El País de Asunción.
En mis apuntes sobre el Registro Oficial de Paraguay tengo un decreto, que por curioso lo separé: "Laura" se llamaba una yegua de tiro y silla de la Presidencia de la República subastada junto a otros equinos al servicio del Presidente allá por 1920.
Decía que la vida es un soplo porque la "Laura" de Rafaél va quedando lejos, aunque parezca ayer y; Lauri, ya es una esposa, una mujer grande llena de compromisos con la pareja en un país extraño, hasta que vuelvan ella y él (ojalá muy pronto) y, a lo mejor, comienzan a dar forma a ese compromiso con la naturaleza, sostener la especie.

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