Rodríguez Zapatero vuelve a apoyar al inmigrante

La inmigración en el ojo de la tormenta electoral española de nuevo obligó a los dos principales partidos políticos de la Península Ibérica a fijar claras posturas: Por un lado, el PSOE de Rodríguez Zapatero, enfatizó que gobernará "con respeto a todos" los habitantes en España; por el otro, el Partido Popular (PP), con Mariano Rajoy como candidato, volvió a insistir con que los inmigrantes restan derechos a los españoles.

A las 22.00 en punto se dio inicio a la transmisión del segundo y último debate televisivo organizado por la Academia de la Televisión desde el Palacio de los Congresos del Ayuntamiento de Madrid, con la periodista Olga Viza, como moderadora. Las elecciones presidenciales serán el próximo domingo 9 de marzo.

Zapatero fue más claro en cuanto a explicar sus planes de gobierno, mientras que Rajoy ocupó mucho tiempo para criticar la gestión de aquel como presidente español. El candidato del PP insistió desde el principio que los inmigrantes restan espacios a los españoles en las escuelas y hospitales, mientras Rodríguez Zapatero dijo que el aporte de los inmigrantes es igual al cobran 1.000.000 de españoles jubilados.

El candidato socialista prometió a los más de 13.000.000 de televidentes españoles que en los próximos cuatro años de gobierno creará empleos para unos 2.000.000 de personas, de los cuales 1.200.000 son para las mujeres. Puntualizó igualmente qué y cómo desea hacer otros proyectos en distintas áreas. Rajoy presentó un desdibujado plan de trabajo si llegara a ser electo presidente.

Tras este segundo debate se evidencia dos posturas claramente diferentes respecto a la inmigración en España: el PSOE defiende a los trabajadores inmigrantes para quienes también prometen gobernar en el siguiente período y; el PP los ataca. Unos 250.000 inmigrantes votarán este año en España. El PSOE ganó en las elecciones del 2004 con 11.000.000 de votos.