Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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martes, 8 de enero de 2008

Sólo, en un cuarto de Paris

Desde una modesta radioemisora del norte del Paraguay denunció a los delincuentes y a sus cómplices en el poder; publicó sus fechorías; reveló sus nombres y apellidos. Como un galgo tras la liebre les persiguió, tenaz, teniendo por arma sólo el micrófono de la radio de corto alcance y de su noticia confirmada.
Luego desapareció. Nadie más supo de él. El consecuente revuelo periodístico fue infernal. Los días, las semanas y los meses pasaron y nada se sabía de él por lo que el reclamo fue unánime: que los delincuentes lo devuelvan con vida. Otros pensaron que fue liquidado.
Hasta que reapareció fuera del país, en Uruguay ¡con vida!
Pero, vaya hipocresía, todo el mundo se molestó, desde el Presidente de la República, hasta varios colegas periodistas porque no haya muerto. Todos lo acusaron de mentiroso y falso. El escándalo llegó al mismo Parlamento Nacional y a la Presidencia de la República.
Es que Enrique Galeano - de él se trata - logró salvar el pellejo mediante haber tenido la suerte de salir de su pueblo, Yvy Yaú, infectado de narcotraficantes a quiénes él tuvo la osadía profesional de denunciarlos y; luego, esconderse en algún lugar de la región.
Desapareció por meses y cuando reapareció con vida, mediante la intervención de piadosas personas y entidades, la gente de Paraguay se molestó, se razgó las vestiduras, pegó gritos al cielo, convocaron a los seres del infierno, deshonraron el nombre de las madres, publicaron manifiestos, bandos, solicitadas y resoluciones.
Porque Enrique estaba con vida los miserables e hipócritas se autoflagelaban ante la opinión pública, sus muros de lamentos.
La idea de tener a un periodista muerto en manos del narcotráfico no pudo ser posible. Muchos reclamaban un héroe y Enrique reunía las cualidades necesarias para responder a esa necesidad colectiva. Pero - ¡qué pelada! - Enrique no tuvo mejor idea que aceptar la idea de refugiarse en un país europeo.
Y aquí está con vida.
Con vida, pero con la indiferencia de casi toda una sociedad paraguaya. Digo "casi" porque, estoy seguro, no todos los paraguayos son hipócritas como para dejar a ese valiente compatriota a la deriva, como ahora está en algún cuarto parisino, sin la menor posibilidad de reunirse con su mujer y sus hijos.
Enrique Galeano es un excelente paraguayo. Es valiente y un gran profesional del periodismo. Hizo desde una modesta radio lo que muchos se niegan a hacer desde las grandes cadenas radiales y televisivas, como desde los más grandes diarios, de Paraguay. Se enfrentó cara a cara con los narcotraficantes y hoy paga su valentía porque, se sabe, en Paraguay - ese nuevo nido de narcos - casi todo está manejado por los delincuentes de la cocaína y de la marihuana. Puede molestarse conmigo quién quiera: la prensa paraguaya también está infectada de narcotraficantes y de sus cómplices.
Enrique paga su valentía sumergido en el silencio de una habitación francesa, sin medios para comunicarse (¡qué castigo para un periodista!), con frío, y sin lo mejor que tiene y reclama: su familia junto a él, bajo un mismo techo.

viernes, 28 de diciembre de 2007

¿Cómo usamos Orkut?

Sin dudas, estamos en la Edad de Oro de las comunicaciones. La informática nos acercó a este bello paraíso de los teléfonos celulares, de las transmisiones vía satélite, de Internet, del chat, del blog y de eso más nuevo y cuyo nombre es de un turco: Orkut. Esta red social promovida por Google desde enero de 2004 para todo el mundo nos permite comunicaciones instantáneas con cualquiera de la red en cualquier parte de la Tierra.
Referirme a las nuevas posibilidades que ofrecen la comunicación hoy me apasiona, como a cualquiera que aprecia este regalo de los sabios contemporáneos. Y teniendo a mano todo estos milagros no nos quedan otras que usarlos para bien, con la misma filosofía de quienes lo inventaron o descubrieron.
Por eso, deseo referirme particularmente a Orkut.
Hasta hace muy poco yo no conocía este recurso inserto en Internet. Me enteraría días atrás que mi hija, Mónica, es parte de ese complejo virtual desde el 2004, ni bien los brasileños (ella estudia en una universidad paulista) accedieron a la red. Desde mi ingreso al día de alzar este comentario, muchos miles se habrán convertido en fervientes "orkutienses".
Leo en Wikipedia que "la red está diseñada para permitir a sus integrantes mantener relaciones existentes y hacer nuevos amigos, contactos comerciales, relaciones más íntimas".
Son millones de contactos a cada instante charlando de todo un poco. Y ahí está la gracia de este recurso comunicacional: charlar de lo que a uno le plazca.
Abordar el tema que se quiera sin faltar el respeto a nadie, sin desarmonizar, con alegría, desparramando optimismo, regalando y recibiendo sabiduría, con franqueza, sin otras intenciones más que el de comunicarse con decencia. Si yo actuo de ese modo habré de honrar el esfuerzo de los científicos encargados de poner en mis manos esta preciosa herramienta.
Y tampoco me molestaría porque algunos se equivoquen en su uso, ya sea por las pasiones que le mueven o por la ideología que sostiene y defiende. El hombre naturalmente es pasión y esta debe ser tolerada por más que estemos en desacuerdo. No me molestaría por sus opiniones, como de hecho no me molestan, porque en esta actitud mía aporto mi grano de arena para ir sacando de entre nosotros la ignorancia, esa maldita roña, por lo que muchos se resisten a no respetar los derechos elementales de las personas.
Orkut es una invitación a la libertad de expresión y lo entiendo como la ocasión para demostrar que con respeto, decencia y transparencia podemos hablar de todo, incluso de eso que los más resagados temen tratar: política y religión. Nunca me expliqué por qué no incorporar a la política y la religión como temas de conversación. Ambas forman parte de nuestra esencia humana por tanto me parece sano abordarlas.
La red orkutiana permite charlar de todo. Depende, sí, de cada uno para que Orkut todavía sea más útil de lo que ya es mediante nuestra manera de encarar las charlas, de usar este mecanismo, de los temas que abordamos, de la madurez con que nos hacemos acompañar cuando estamos ante el ordenador. También sirve para la pavada, para preguntar y responder tonteras, para quemar leñas del tiempo, para eso insípido, intranscendente y anodino que también forman parte de nuestras vidas, especialmente entre muchos jóvenes. Al fin de cuentas de qué sirve la vida sin matices.
Si tenemos los medios con qué hacer llegar nuestros pensamientos a los demás no nos queda más que comunicarnos. Depende de cada uno para que aporte lo suyo para ayudar a mejorar a los demás, así se trate el tema que se trate. La sabiduría que viene de la mano de los decentes y respetuosos no debe tener a su paso barricadas, muros ni altos portones candadeados como los resagados quieren hacer valer. La maldita ignorancia se vale de estos para envolvernos en su repugnante y sucio manto.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Los que se han ido

El dato sobre la migración de compatriotas publicado el 27 de diciembre de 2007 por el Ministerio de Relaciones Exteriores es preocupante: nada menos que 776.000, el 12,8 % de la población paraguaya.
Sin embargo, como bien dice el informe oficial "la Cancillería publica estos números de acuerdo a las gestiones que realizan los compatriotas en consulados y embajadas que tienen secciones consulares". Escapa al control oficial los paraguayos que no han realizado gestiones y que, creemos, no deben ser pocos.
Quizás no nos equivoquemos, pues, si pensaramos que los emigrados de Paraguay en los últimos diez años sean mucho más que 1.000.000 de paraguayos, sin contar a los inmigrantes de varios países que se habían asentado en Paraguay desde la década de 1970 hasta principios de los de la década de 1990.
La avasallante mayoría de los emigrados abandonaron el país en busca de trabajo y si bien muchos de estos desearían volver, no lo harán hasta que los hombres y mujeres que gobiernan el Paraguay no decidan ser formales, respetuosos, trabajadores, decentes, honrados; en una palabra, ejemplares.
En los últimos 18 años Paraguay no ha tenido la suerte de contar con gobernantes decentes capaces de evitar la hemorragia de compatriotas hacia el exterior. Tampoco se han preocupado por los que abandonan el país, al contrario, algunos hasta se burlan de los emigrantes, como el actual inquilino del Palacio de López.
El incompleto dato de la Cancillería paraguaya debe ser aprovechado por la Secretaría Técnica de Planificación y, sobre todo, por cada uno de los candidatos presidenciales para trazar planes que permitan rever la incómoda como vergonzosa posición de la economía del país. Rever y actuar en consecuencia.
No actuar en función de este desastre social desde el próximo gobierno (porque este se encargó de darle el tiro de gracia a la suerte paraguaya) es conspirar directamente contra el sentido común.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Mira quién ordena

El domingo 30 de diciembre de 2007 los afiliados del partido oficialista, Asociación Nacional Republicana (ANR), votarán de nuevo en un barrio asunceno, por esas cosas que sólo el colorado sabe explicar porque así es en el partido de Alfredo Stroessner, Mario Abdo, Sabino Montanaro y de los Macheteros de Santaní de Pastor Milciades Coronel.
Puede que después del último domingo de 2007 se sepa quién será el ganador de esta primaria colorada y que sea el candidato presidencial para las votaciones de abril próximo. Digo puede porque, como se sabe, uno nunca sabe si las elecciones coloradas son legales o ilegales, transparentes o turbias, oportunas o inoportunas.
Dicen que el presidente paraguayo está hecho un trapo por lo preocupado que le pone saber que Blanca Ovelar (de quién, por una cuestión de género, no podemos decir que es su caballo sino que es su yegua) no tiene los votos necesarios para avanzar hacia el Palacio de López.
Por eso, don Nicanor ya ordenó a todos los funcionarios públicos a votar a Blanca. Ordenó como Stroessner, Mario Abdo, Montanaro o Coronel a sus macheteros de San Pedro.
Lo que pasa que Nicanor olvida que ya no está como en los tiempos de Stroessner, Mario Abdo, Montanaro y Coronel, excepto que aquel asuma el papel de dictador, tras un autogolpe (que ganas, seguro, no le faltan) contra todo el sistema democrático.
Los funcionarios públicos de Paraguay deben estar temblando como una hoja porque el Presidente ya les ordenó a votar a Blanca Ovelar. Estarán sin dormir. Miles deben estar con calmantes y té de tilo. Estarán rezando a la Virgen de Caacupé para que les saque la preocupación de encima. seguro que a más de uno ya le dio un síncope.
¿Qué se puede esperar de alguien que se burla de sus compatriotas por haber huido de Paraguay hacia España para trabajar; de uno que quiere ser como Hugo Chávez; de uno que tiene por brazo ejecutor (Calé) para pelearse con las potencias del mundo; de un presidente en cuyo avión se hacen viajes nocturnos con sospechosas cargas y pasajeros; de alguien, en fin, que tiene por amigo y protegidos a feroces contrabandistas (los Careaga, por ejemplo) de Ciudad del Este?
Se puede comentar, pues, que Nicanor es consecuente con su catadura moral. Puede "ordenar" a los funcionarios públicos (que no son suyos) a que voten a su candidata. Y su "orden" no será sino para generar más burlas y rabias contra él, un indecente metido a presidente del país, porque los funcionarios públicos habrán de hacer exactamente lo que les venga en ganas a la hora de entrar en el cuarto oscuro. Mira quién ordena...

lunes, 24 de diciembre de 2007

Catorce nochebuenas atrás

Nochebuena de 1992. la reunión en las oficinas de Ecomipa, sobre la avenida Artigas de la capital paraguaya, era animadisima. Los veinte hombres presentes - no habían mujeres - se encontraban sentados en torno a la larga y lustrosa mesa de nogal. La cabecera principal estaba ocupada por un oficial general de 51 años de edad y que era el jefe del grupo: Lino César Oviedo Silva.
Era la última reunión del equipo comando de la lista 2 del Partido Colorado de entonces, de cara a las elecciones internas fijadas para tres días después en todo el país. Se elegiría al futuro candidato colorado para la presidencia de la República. Aquel domingo 27 de diciembre de 1993 los del partido fundado por Bernardino Caballero debían optar por Juan Carlos Wasmosy (de la lista 2) o por Luís María Argaña (de la lista 4).
La batuta de la campaña política estuvo en manos del mencionado oficial de caballería.
Aquella Nochebuena era animada en la oficina privada de Wasmosy.
Asistieron, entre otros, Juan Carlos Wasmosy, Angel Roberto Seifart, Juan Carlos Galaverna, Blas N. Riquelme (entonces presidente del Partido Colorado), el mayor Víctor Maldonado (ayudante de Lino Oviedo), Nicanor Duarte Frutos y quien suscribe. Nicanor y yo eramos asesores de prensa del grupo político.
Aquella memorable Nochebuena se ataron todos los cabos, fueron revisados todos los espineles, se hicieron todas las pruebas a la máquinaria de la lista y se comprobó que estuvo a punto, minuciosamente engrasada. Lino Oviedo vuelve a repasar su agenda de operaciones. vuelve a preguntar. Cada uno de los responsables de sus respectivas áreas fueron respondiendo a tu turno. Todo estaba justo y perfecto.
Cercano a las 22.00, Oviedo deseó una feliz Nochebuena a cada uno de los asistentes y terminó por ordenar a su ayudante que trajese del Toyota, su automovil blanco, las bolsas de papel manila. Maldonado trajo tres, grandes, y las dejó en el piso, junto a la silla que ocupaba su comandante. De ella éste extrajo decenas de fajos de cinco millones de guaraníes cada uno y lo fue repartiendo a cada uno de los asistentes, supuestamente para que no falte dinero para las operaciones del domingo próximo (que, si por dinero fuera, todo estaba puntillosamente cubierto). Sobre la lustrosa mesa fue repartiendo fajos, como naipes en una mesa de poker. Y todos fueron guardando como puedan: en los bolsillos, los maletines, las medias, bajo el cinto. Fue la piñata navideña más divertida que pudieron haber experimientado más de uno de los asistentes.
Catorce Nochebuena después se me ocurre pensar que, en el fondo, la política es divertida y generosa con sus protagonistas y que por eso nadie quiere soltarla. Lo de la víspera de Navidad de 1993 fue un botón de muestra para entender que la política no es tanto como nos quieren pintar algunos picos de oro partidarios: sacrificada, desgastante, patriótica.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Nuevo diccionario paraguayo

(corregido y aumentado)

¡Haijue lote!: Exclamación. Se usa en conversaciones vanas, comunes o repetidas. Sinónimo: Haijuepete.

¡Ndi sapature!: Exclamación utilizada en ocasiones inesperadas, como en un accidente de tránsito.

Aninati: Termino utilizados en momentos inesperados y difíciles como, por ejemplo, en pleno fútbol cuando el adversario arremete en una jugada peligrosa. Al pronunciarla debe llevarse las manos a la cabeza.

Kapé, kapelu (o kapelú): Persona de nuestro aprecio.

Hendy kavaju resa: Frase utilizada para destacar situaciones difíciles por la que se atraviesa. Su traducción literal sería “centellean los ojos del corcel“.

Vaquita: Dicese del “equipo mil“ para hacer frente a la necesidad de renovar el stock de alcohol agotado inesperadamente en cualquier acontecimiento social.

Javó nde pyre: Utilizado en personas de poco agrado (molestosa) a la que se combina a que desaparezca inmediatamente del lugar.

"En suelto": Compra al menudeo e ínfimas cantidades. Se usa en las despensas.

Heeeeeeeeee: Expresión utilizada al recordar algo.

Yiyi: Persona del sexo opuesto con quien se tiene una relación particular de caracter sentimental.

"¿Vo hacia donde te va?": Frase comúnmente utilizada para aprovechar recursos automovilísticos del interlocutor a fin de evitar el viaje en líneas del transporte público.

"Muy lindo estuvo": Comentario emitido, generalmente por madres, luego de asistir a una fiesta de cumpleaños, donde no faltaron bostezos y un par de borrachitos bailando cachaca.

"A veces quiere ser cabezudo": Eufemismo utilizado generalmente por aquellas esposas que se resignan a sobrellevar la infidelidad del cónyuge debido a su dependencia económica. Sirve para justificar las andanzas del marido, que generalmente es un aduanero y que viste prendas de color blanco (incluso los zapatos) y; camisa,negra.

Banda: Expresión utilizada por algunas madres para referirse a la pareja del hijo y que no es de su agrado.

Arriero haragán: Expresión utilizada por algunas madres para referirse a la pareja de su hija y que no es de su agrado.

Sabía loo: Frase utilizada por los practicantes a profeta.

Nderevi canto: Termino utilizado en los barrios al no aceptar algún precio muy elevado.

Nde tavy: Expresión usada cuando alguien pide alguna contribución monetaria para algo o alguien.

Nderakore: Palabra utilizada cuando nos encontramos en una situación frustrante. Variante: kooore.

¡¡Ndii!!: Exclamación ante un olvido o una sorpresa.

Jabón de olor: Jabón de baño.

Anda por su cabeza: Que hace lo que quiere (traducción literal de oikó iñakare)

Bajear: Bajar a través de una calle.

Arribar: Subir a través de la cuesta de una calle.

Queso de comer: Queso que no es para cocinar.

Feró tembo: Individuo de poco aprecio; persona odiada.

Reunión karape: Circulo donde el alcohol es absolutamente indispensable.

Partidi: Actividad deportiva realizada por individuos de un mismo barrio donde las trampas y las vivezas son indispensables. Variante: Partido soó.

Haala!!!: Expresión que denota victoria, satisfacción, alegría. Suele ir acompañada de “tuti". ¡Haala tuti!"

¿Vo decí?": Se utiliza cuando se tiene dudas sobre algo o se quiere responsabilizar al interlocutor de la respuesta.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Estamos en Paraguay


Poco antes de las navidades del 2007, Fernando Lugo, el presidenciable paraguayo, dijo en una de sus reuniones políticas que no creía que su candidatura sea impugnada aunque admitió que “estamos en Paraguay”, diciendo con esto que pese a que su postulación está respaldada por el Poder Judicial bien puede quedar fuera de las elecciones presidenciales de abril próximo. Y si así ocurriera tampoco los paraguayos se asombrarían demasiado. Veámos:
El “estamos en Paraguay” lisa y llanamente es algo así como “sí, pero”, “usted tiene razón, sin embargo”, “claro, eso dice el papel, pero en la práctica” o “estamos curados de espantos“.
Cuando se menciona aquella frase se pone de manifiesto lo imprevisto, absurdo, ilegal, trágico; como que se ingresa en el mundo de lo informal, humorístico, curioso, tramposo, terrorífico, de lo increíble; en ese espacio donde puede ocurrir cualquier cosa, menos lo que el sentido común esperaba.
La frasecilla es como una licencia a la hora de defender posturas, ideas y objetivos aún siendo estos imposibles, absurdos, reideros o violentos.
Por eso, no nos escandalizamos si escuchamos un “ya tengo una platita, voy a comprarme un maucito”; o “que aproveche si que, para eso es aduanero” …
Porque "estamos en Paraguay" se pueden dar fenómenos, frases, hechos y situaciones varios como los siguientes:

Hora paraguaya: Una cita se fija para tal hora, eso significa religiosamente al menos 20 minutos después. Hora paraguaya es una formidable licencia auto instituida por cada uno de los paraguayos para llegar tarde a la cita; si se llega antes capaz de que se esté ante un curioso caso que merezca la atención no sólo del psiquiatra sino de científicos, tarotistas y chamanes. A tanta llegó la informalidad de los paraguayos con respecto a la hora que un buen día el comandante de un cuartel de aquellos tiempos revolucionarios dijo a sus dormilones soldados que “la hora es la hora, ni cinco minutos antes ni cinco minutos después”. En esto de llegar a hora no somos demasiados expertos que digamos por lo que hasta las guerras podríamos perder y perderlas tampoco nos importaría en exceso si la puntualidad sea la exigencia para ganarla.

Para eso mandamos: Dicen que a un vecino paraguayo, luego de uno de aquellos permanentes golpes cuarteleros de la primera mitad del siglo XX en Paraguay, el nuevo gobierno ofreció el cargo de juez o comisario policial en su pueblo y que quedaba a su cargo elegir el de su gusto. Eligió el de comisario porque, habría pensado, “comisario ningó imboká, ha juez catú oscribinte” (el comisario tiene arma y el juez sólo escribe). En el Paraguay, como se sabe, no se gobierna, dirige ni orienta como lo hace un verdadero líder, un estadista; en Paraguay se manda, como lo haría un caudillo, un comisario o un sargento de compañía. Y se dice que al paraguayo seduce “el que sabe mandar”. El “para eso mandamos” es propio del afiliado al partido en el poder. De la mano de aquella mágica frase se suman otras: “no sabe quién soy yo”, “el país de los amigos”, o el “¿cómo podemos arreglar?” entre el agentes de tránsito y el infractor y que para eso este es "el país de los amigos".

Dejá nomás a mi cargo: Y ni bien el paraguayo está dentro del privilegiado grupo de los “para eso mandamos” aparecen los “dejá nomás a mi cargo”, los que prometen solucionar cualquier dificultad económica, política, judicial, religiosa, deportiva, matrimonial, extra matrimonial, del orden que fuera, más pronto que Merlín con su varita mágica. Con un “dejá nomás a mi cargo” se inaugura el flamante ministro, presidente de seccional, jefe de departamento, presidente de la comisión vecinal, operador político, el albañil, el electricista, el plomero y el carpintero. Todo la expectativa, claro, acarreada por la pomposa frase termina en otras no menos conocidas: “si te he visto no me acuerdo”, “a jhata ayú (voy y vuelvo), “eyú lune” (venga el lunes), "ombobú camisá loma" ("puso pies en polvorosa", porque la traducción literal al español es algo más que ridícula).

Se dice luego: Más importante que la Constitución Nacional, las leyes y los decretos; que los santos escritos de los Antiguos y Nuevos Testamentos; de las mismas sabidurías venidas de las manos de las experiencias. Cuando aparece en la conversación de los paraguayos el “se dice luego” ya está todo dicho, no hay nada por discutir y, mucho menos, por cambiar. Arca de la Alianza y santum santorum al mismo tiempo. “Se dice luego” es terminante, sentencia pura, la ultimísimo palabra, cualquiera sea su variante: “heí los perro”, “ya´éntengo”, “ya´é mintengo”, “dice que” . Cuando se dice luego que fulano le anda poniendo los cuernos a su mujer, de esa ya no le salva nadie.

Hay que hacer: En Paraguay hay una notable conciencia colectiva sobre lo que se debe hacer, especialmente después de la caída de Alfredo Stroessner en febrero de 1989. Todo el mundo opina sobre lo que hay que hacer en bien de: las calles, escuelas, clubes, Presidencia de la República, ministerios, aduanas (bueno, allí con que se robe menos ya se hace mucho), restaurantes, micros, cines, shoppings, plazas, parques, vecinos, pancheros y reservados; la conducta de los funcionarios públicos, maestras, jueces, abogados, fiscales, periodistas, cronistas, fotógrafos, componedores, diagramadores; futbolistas, réferes, directores técnicos, dirigentes deportivos; obispos, sacerdotes, monjas, laicos, sacristanes, monaguillos; generales, coroneles, mayores, capitanes, tenientes, sargentos y tropa. En todo y para todos, todos dicen “hay que hacer” pero nadie hace nada y , mucho menos, el que dice. Y cuando todo sigue sin hacerse se arregla el asunto con un “así nomás luego es” y a otra cosa mariposa.

Por eso, y mucho más, se dice "Estamos en Paraguay”…