Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

Temas disponibles en este blog

viernes, 9 de julio de 2010

Juan José Brizuela y Elisa Lynch


Sin un tal Juan José Brizuela la historia de Paraguay probablemente haya sido otra. Sin él en el firmamento del poder, Francisco Solano López no hubiera conocido a Elisa Alicia Lynch y, sin ésta, quizás el mariscal haya decidido otros derroteros para su país.
Brizuela fue un funcionario de la embajada paraguaya en Paris por aquellos años de la década de 1850. Era un hombre medianamente culto y para cuando Francisco Solano anduvo por Paris en misión diplomática encomendada por su padre, el presidente Carlos Antonio López, Brizuela le presentó a la joven y hermosa rubia escocesa.
Los que saben de este, en apariencias, intranscendente paso lo novelaron como, por ejemplo, los paraguayos Guido Rodríguez Alcalá y Nelson Aguilera. Efraín Cardozo, en su libro "Hace 100 años" lo menciona fugazmente, cuando estaba al servicio de la diplomacia paraguaya en Montevideo.
Su nombre no aparece en los registros casi acásicos de Internet ni en los dispersos y poco meticulosos de la enciclopedia Larousse.
A esta altura de la historia paraguaya, a más de 150 años de aquel encuentro, a pocos o nadie importa cómo conoció López a la atractiva y audaz europea.
Rodríguez Alcalá pinta a Brizuela como "detestable" cónsul, mientras que para Aguilera este "la gozó (a Elisa) antes que Pancho" (Francisco Solano López).
Sea lo que fuera, el cónsul fue pieza clave para marcar un rumbo que terminaría siendo sangriento para el país.
Nada es posible en el universo sin una causa. Para los grandes efectos no se necesitan grandes causas. Causa y efecto tiene en cuenta los siete principios universales, junto al mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo y generación que actúan conjuntamente en todo y siempre.
Brizuela fue la semilla, la causa; el que para complacer a López lo llevó a donde estaba la mujer, aunque algunos prefieren decir que el militar paraguayo conoció a la dama en una estación de París. Lo que parece innegable es que Brizuela ya conocía a la mujer por tanto él es el principio de este gran pedazo de la historia paraguaya que se prolonga hasta ahora y que seguirá hacia el futuro.
La influencia de la metafísica, sobre la historia de un país.

1 comentario:

francisco dijo...

Y pese a quien pese y chille quién chille, la Señora Elisa Linch, es una Heroina Paraguaya, paradigma como compañera y como madre.