En Paraguay hay narcotraficantes. Son poderosos y temibles. Tienen buenos amigos y estos manejan el poder. Tienen amigos que hacen hasta de periodistas. Frecuentan los clubes de alto copete y se meten en los montes a mirar sus preciados productos. No les cuesta regalar autos Mercedes, BMW, aviones y residencias de gran lujo; tienen capacidad de ordenar el asesinato de los que molestan en sus negocios. Pero todo eso es poco: son capaces de poner a su hombre de confianza en el el sillón del Palacio de López.
¿A qué juegan lo capos de la droga en esta recta final hacia las elecciones presidenciales?: no pasarán de brazos cruzados. No me caben dudas que estarán muy atareados "ayudando" a cuantos candidatos, candidatitos y candidatuchos deseosos de gobernar el país.
Y luego, ¿qué?Y nada: cobrarán las facturas. Haciendo que se les deje "trabajar" en paz; que sus aviones aterricen y despeguen tranquilos; que los policías no sean muy curiosos; que los periodistas (los verdaderos, digo) no anden perdiendo sus tiempos en esas pavadas, como las primicias; que los jueces no sean absurdamente exigentes y que puedan sentarse con las autoridades en los palcos cuando hayan actos oficiales.
No.
Nada cambió desde que Joseph Ricord, aquel francés del hotel "Paris-Niza" de Itá Enramada, metiera la "moda" del narcotráfico en Paraguay. El sistema sigue intacto. Claro, los hombres cambiaron, pero el narcotráfico está allí, rosagante y feliz. Para mantenerse en este narco-poder deben ser magnánimes para largar el dinero en las primaveras electorales.
"Nido de narcos" (cuya tapa aparece en la foto), el libro que publicamos el año pasado en España, los denuncia. Pero por eso no cayeron los militares, policías, abogados, jueces, funcionarios aduaneros, responsables de aeropuertos implicados en la "ronda . ronda" del narcotráfico. Al contrario. Incluso algunos colegas míos cuestionaron la osadía de publicar el libro. Desde luego, algunos fueron tocados en el libro. El narcotráfico es mucho más poderoso que un libro.
¿Qué significa la "ayudita" de los narcos a los políticos en tiempos electorales? Que la pobreza continuará; que la corrupción seguirá campante; que los paraguayos seguirán saliendo, como puedan, del país; que el Paraguay seguirá siendo el ejemplo de lo que no debe ser un país. ¿Importa este futuro a los políticos?. Lo claro que tengo es que esto no importa al narcotraficante y pareciera que tampoco a los que hacen de políticos (que de política entienden un pito) lanzados tras el poder al solo efecto de tener a su alcance un narcotraficante capaz de hacerle rico antes de que un cante un gallo.
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