La candidata a la presidencia de la República por el partido oficialista, Blanca Ovelar, fue invitada por el Centro Hispano Paraguayo, al igual que los otros tres principales aspirantes a dicho cargo, para dictar sendas conferencias en Madrid sobre las próximas elecciones en Paraguay y, especialmente, dirigirse a la colonia paraguaya residente en España.
La señora Ovelar prefirió rechazar la invitación. Optó por dar la espalda a unos 150.000 paraguayos emigrados a la Madre Patria y cuyo potencial de votos es respetable, teniendo en cuenta que acceden a, al menos, a tres votantes directos en Paraguay. Lógicamente estos seguirán las recomendaciones de su familiar en España a la hora de votar.
Desconocemos las razones que han hecho que la protegida del actual inquilino del Palacio de López visite a tan estratégico grupo motivador de votos. Suponemos que sus asesores habrán tenido sus razones, siguiendo la rutina del mentor de su candidatura, Nicanor Duarte Frutos, quién no vino en 2007, como se anunciaba oficialmente, aparentemente por temor a un supuesto escrache que venía siendo preparado por los residentes compatriotas.
Su no venida es un mal comienzo para sus planes de gobierno si llegara a ganar las próximas elecciones. Sus asesores evidentemente desean que pierda votos; al menos no encontramos otra explicación al rechazo ya que ella - Blanca Ovelar - ignora olímpicamente a esas 100.000 mujeres que estarían de acuerdo con que una mujer, del partido político que fuera, llegara al sillón de los López, pero que para eso es bueno hacerse ver y hablar con las representantes de las compatriotas en España. Ella y sus asesores, empero, no entienden así.
El Partido Colorado espera de brazos cruzados el voto de los paraguayos, no así los candidatos de la oposición, ni siquiera Fernando Lugo, quién desde el vamos lleva las de ganar. Aún con las encuestas a favor el ex obispo aceptó la invitación del Centro Hispano Paraguayo y estará a fines de marzo próximo hablando, por segunda vez, con los paraguayos residentes en la Península. Así también harán Pedro Fadul y Lino Oviedo. Estos son candidatos inteligentes.
Con semejantes asesores políticos y de imagen que tiene la ex ministra de Educación que siga en la puerta de su casa que no verá pasar el cadáver del enemigo.
Es más que claro que la candidata colorada pateó mal la pelota no habiendo podido marcar el gol en este penal a su favor contra una valla tan grande como el arco iris. En España pudo haber ganado simpatía entre miles de mujeres trabajadoras por el sólo hecho de ser del mismo género. Luego de su negativa, esas 100.000 mujeres paraguayas, que bien podían haber sido sus aliadas, ahora tienen claro alentar a quién votar: a cualquiera, menos a ella. Blanca Ovelar ya perdió en España.