El 21 de agosto sorprendí a algunos de sus funcionarios coimeando en Eusebio Ayala y Ùltima. Les fotografiè y publiquè el escandalillo en la página 9 del diario Crònica del viernes 22 de agosto (foto). Esto de andar coimeando de aquì para allà es un asunto casi comùn entre los funcionarios de Estado de la època colorada.
Y esto de las coimas causan que el Estado siempre ande con poca plata y que los usuarios estén cansados de las tramperías de los empleados municipales.
Entonces ¿què?; y que Evanhy apriete tuercas y obligue a sus funcionarios a no coimear, asì su administraciòn tendrà plata para arreglar las calles, los caños rotos, barrer las calles, tirar la basura, etc., etc.
Todo hace presumir que los funcionarios coimeros roban al menos el 80 % de la recaudaciòn. Entonces no hace falta crear otra oportunidad para que los empleados estatales sinvergüenzas sigan metiendo la mano en la lata (como de hecho provocará es el anunciado peaje) sino obligar a estos a ser honrados y que si no lo van a ser que se vayan, primero a sus casas para que despuès, mediante la Fiscalìa, terminen con sus huesos en las celdas de la càrcel.
Habemos claro, mientras los atorrantes sigan haciendo de funcionarios pùblicos no habrà recaudaciòn que alcance. Asì nomàs es la cosa y entiendo que mi buena Evanhy sabe eso. Lo que falta es que aprenda a ejercer el poder. Si asì actùa la historia la recordarà como una intendenta eficiente; de lo contrario, como una inutil, pusilàmine, yaguaryai...
Y, por último, hablando de control de vehículos; la municipalidad de la capital debiera hacer los controles de ómnibus para servicios urbanos e interurbanos en las mismas paradas de cada empresa a los efectos de: 1)- Tratar directamente con los dueños o directores o gerentes generales de las mismas; 2)- Evitar congestionamiento en las arterias de por sí casi colapsadas por tantos vehículos; 3)- Evitar coimas protagonizadas por los inspectores y los conductores empleados a espaldas de los dueños de los autobuses.
Y esto de las coimas causan que el Estado siempre ande con poca plata y que los usuarios estén cansados de las tramperías de los empleados municipales.
Entonces ¿què?; y que Evanhy apriete tuercas y obligue a sus funcionarios a no coimear, asì su administraciòn tendrà plata para arreglar las calles, los caños rotos, barrer las calles, tirar la basura, etc., etc.
Todo hace presumir que los funcionarios coimeros roban al menos el 80 % de la recaudaciòn. Entonces no hace falta crear otra oportunidad para que los empleados estatales sinvergüenzas sigan metiendo la mano en la lata (como de hecho provocará es el anunciado peaje) sino obligar a estos a ser honrados y que si no lo van a ser que se vayan, primero a sus casas para que despuès, mediante la Fiscalìa, terminen con sus huesos en las celdas de la càrcel.
Habemos claro, mientras los atorrantes sigan haciendo de funcionarios pùblicos no habrà recaudaciòn que alcance. Asì nomàs es la cosa y entiendo que mi buena Evanhy sabe eso. Lo que falta es que aprenda a ejercer el poder. Si asì actùa la historia la recordarà como una intendenta eficiente; de lo contrario, como una inutil, pusilàmine, yaguaryai...
Y, por último, hablando de control de vehículos; la municipalidad de la capital debiera hacer los controles de ómnibus para servicios urbanos e interurbanos en las mismas paradas de cada empresa a los efectos de: 1)- Tratar directamente con los dueños o directores o gerentes generales de las mismas; 2)- Evitar congestionamiento en las arterias de por sí casi colapsadas por tantos vehículos; 3)- Evitar coimas protagonizadas por los inspectores y los conductores empleados a espaldas de los dueños de los autobuses.