Detrás de la puerta, esto

Detrás de la puerta, esto
Procuro que mi blog sea agradable como lo es un buen vino para quién sepa de cepas; como un buen tabaco para aquellos que, como Hemingway, apreciaban un buen libro, un buen vino, un buen ron y un buen puro. Es todo mi intento para cuando abra esta puerta (Foto: Fotolia.com).

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sábado, 17 de agosto de 2013

HUYE


Cuando puedas escapar del cautiverio,
Ven;
Cuando desees mis aires libres,
Ven , huye….

 Huye y ven a compartir conmigo este territorio sin mal,
y este tinto,
 y este espacio viejo, colonial.

Aquí estoy,
aguardando tu vuelo venido de hacia el cielo,
el que irrumpa en esta libertad del vino,
en el júbilo del hospitalario y añoso atrio.

Cuando el cautiverio no pueda con tus alas,
migra a esta lejanía de aires libres,
huye hacia aquí,
hacia mí,
hacia tu paz.

Efraín Martínez Cuevas

(Palma Loma, 17 de agosto de 2013)

Día de la bandera


Antes, el Día de la Bandera era el 14 de agosto. A lo mejor sigue en pie eso de que esa fecha se marca como el día de la tricolor pero de ahí a que se festeje tengo mis dudas. Últimamente no andamos haciendo tanta fiesta a la bandera, al contrario …
Las maestras nos enseñaban en las escuelas que nuestra bandera flameó por primera vez al frente del ejército paraguayo que antes de 1811 apoyó al de Buenos Aires contra la invasión inglesa. Yo no sé si eso se enseña hoy en las instituciones escolares. Hace tiempo que dejé de concurrir a las aulas y que, dicho sea de paso, mucha falta me hace.
Hoy pareciera que la tricolor bandera paraguaya no tiene más uso que en los días en que la Albirroja hace buen papel, cuando hay alguna manifestación cachiai contra algún despreciable, que nunca falta, o alguien se encadena frente a alguna institución solicitando mejor salario.
Nuestra bandera es el símbolo de todo lo que somos los paraguayos, no solo de nuestra geografía e historia. En sus colores se reflejan nuestra ser nacional, cada costumbre, cada idea, del cómo encaramos el compromiso como nación. Ella identifica soberanía, paz, justicia, trabajo, amor, solidaridad, decencia, humildad, fortaleza, dignidad de cada uno de los paraguayos.
Sin embargo, todo esto que les digo como que es mucho discurso al pensar en la realidad que nos consume en el día a día. Por ejemplo, eso que hizo Lugo el año pasado, el de dejar entrar a unos cuantos diplomáticos extranjeros (matones extranjeros) para que se haga lo que a ellos les canta: entregar la patria a los comunistas.  La bandera paraguaya casi fue entregada por el ex cura engendrador.
Si la bandera paraguaya hablara, fantaseo, pegaría una filípica contra algunos paraguayos que aceptaron los maletines chavistas que no tenían otras intenciones que arriarla de su alto mástil.
Y se sacudiría la bandera tricolor contra los paraguayos que no la honran, ni a ella, ni a sus escudos, ni a sus colores, ni a su historia llena de sangre, sudor y lágrimas.
Felizmente, todavía quedan muchos paraguayos que entienden que a la bandera tricolor para cantarla son poetas y; para defenderla, soldados. Una bandera a la que honra, no solo un 14 de agosto, fecha cada vez más desteñida para la memoria del símbolo, a la que entone la fiesta de los días de paz.

Y todavía quedan, y muchos, paraguayos que aman y respetan a la bandera de nuestra patria tan querida, a la bandera de nuestro cielo guaraní; a esa cintita tricolor que orgullosos lucíamos en nuestros pechos de niño en los días de los desfiles estudiantiles de mayo y de agosto y que hoy, si se realizan estas marchas, no son sino con ánimo carnavalesco que patriótico.