El transporte de pasajeros en nuestro país está en manos de una mayoría de ignorantes y sinvergüenzas. Y lo sostengo. Algunos pocos se merecen nuestra consideración. Poquísimos. Unas pocas líneas son un ejemplo (como la 9). Después, nada.
Los que hemos usado el transporte público urbano de España sabemos qué es un servicio serio. A lo mejor muchos dueños de esos cachivaches que tienen de ómnibus ni siquiera se han preocupado de mirar en Internet cómo hacen sus pares del extranjero. Quizás no sepan ni qué es Internet de tan ignorantes que son muchos.
Los 200.000 paraguayos que fueron a España viajan en ómnibus de primera calidad, quizás no tanto porque el reglamento de tránsito así lo exige, sino porque sus dueños saben de calidad. Los de acá sólo saben recaudar. Estos compatriotas que vuelven ya no son capaces de abordar esos mamarrachos con ruedas. Ni los que vienen de Estados Unidos, ni de Argentina, ni de ningún lugar.
En la foto (dé un click sobre ella para ampliarla) que acompaña este comentario se aprecia el interior de un vagón de tren. Es de una de las líneas llamadas "Cercanías" de Madrid. Tal como se aprecia este vagón, así de buenos son los interiores de los colectivos.
Cuando uno disfrutó de estos servicios extranjeros, tiene ganas de manifestarse contra los sinvergüenzas que hacen de empresarios en nuestro país. Y lo peor de todo es que la mayor parte de la población está en sus manos y no entienden lo más mínimo de la responsabilidad social que es inherente a su actividad. Son una mayoría de brutos ignorantes que lo de "empresario" no pasa de ser sino un marcante de cada uno de ellos.
Los que hemos usado el transporte público urbano de España sabemos qué es un servicio serio. A lo mejor muchos dueños de esos cachivaches que tienen de ómnibus ni siquiera se han preocupado de mirar en Internet cómo hacen sus pares del extranjero. Quizás no sepan ni qué es Internet de tan ignorantes que son muchos.
Los 200.000 paraguayos que fueron a España viajan en ómnibus de primera calidad, quizás no tanto porque el reglamento de tránsito así lo exige, sino porque sus dueños saben de calidad. Los de acá sólo saben recaudar. Estos compatriotas que vuelven ya no son capaces de abordar esos mamarrachos con ruedas. Ni los que vienen de Estados Unidos, ni de Argentina, ni de ningún lugar.
En la foto (dé un click sobre ella para ampliarla) que acompaña este comentario se aprecia el interior de un vagón de tren. Es de una de las líneas llamadas "Cercanías" de Madrid. Tal como se aprecia este vagón, así de buenos son los interiores de los colectivos.
Cuando uno disfrutó de estos servicios extranjeros, tiene ganas de manifestarse contra los sinvergüenzas que hacen de empresarios en nuestro país. Y lo peor de todo es que la mayor parte de la población está en sus manos y no entienden lo más mínimo de la responsabilidad social que es inherente a su actividad. Son una mayoría de brutos ignorantes que lo de "empresario" no pasa de ser sino un marcante de cada uno de ellos.