Las familias campesinas de Paraguay se consideran realizadas si la propiedad ocupada es suya, si el acopiador le identifica como uno de sus mejores proveedores y si tiene, por lo menos, dos vacas lecheras.
El paraguayo del campo quiere y sabe de producción de leche. No obtiene mucha leche, pero forma parte de su trabajo diario. El hombre como la mujer entienden de esta tarea. Tienen leche en la casa con la que producen su propio queso que consumen y comercializan.
En algunas zonas, los vecinos se juntan y forman sus comités de productores de leche que venden a los que necesitan grandes cantidades de leche para la industrialización. La Cooperativa Chortitzer industrializa diariamente 250.000 litros de leche cruda, pero con un nuevo emprendimiento industrial de 2.500.000 dólares de inversión necesitará de 350.000 litros/día.
El paraguayo no sabe trabajar ni la soja ni el trigo; esto está preferentemente reservado a los descendientes de brasileños y a los itapuenses de padres inmigrantes. El campesino paraguayo prefiere lo suyo: mandioca,maíz, algodón, leche.
Si a estos importa producir leche bien pueden, en base a un sólido plan de producción, ampliar sus hatos y manejarlos como en la foto de Fotolia. Con capacidad de producir alimentos para las lecheras,con conocimiento básico de manejo y, sobre todo, con entusiasmo, los ingresos del campesino serán mejores.
Precisamente en eso están 180 familias de la Colonia Andrés Barbero, San Pedro, que ya están produciendo al menos 7.200 litros de leche cruda por día.
Como se sabe, Paraguay con casi 6.500.000 habitantes, no es autosuficiente en leche, sobre todo porque una buena parte es exportada a varios países.