Leí en la página virtual democráticamente.com que el abogado Paraguayo Cubas presentó renuncia a su cargo de asesor jurídico de la Editora del Este S.A., la que edita el diario "Vanguardia". Leo que Cubas renunció porque el mismo diario que defiente lo ataca públicamente de "chiflado".
El abogado, junto a otros dos profesionales, dirige un programa de televisión desde el cual critica a algunas autoridades de Ciudad del Este. El apreciado "Paio" cree que "Vanguardia" lo ataca porque él, desde la televisión, hace lo mismo contra la gestión de algunas autoridades.
No me sorprende la conducta del director del diario mencionado, Héctor Ignacio Guerín Gómez ¿Acaso "Paio" no sabía que Guerín es "El cacique" de la comunicación en el Este?, ¿acaso no sabe que él actúa de ese modo con todos los profesionales de su entorno?
Un día, refrescando la memoria al abogado, tuve a mi cargo publicar en la radio ,que dice ser de Guerín y en la que yo trabajaba de locutor, una decisión judicial de intervenir la tabacalera de un político de la zona. La información la reiteré varias veces. Guerín me ordenó que dejara de criticar a dicho personaje. Le expliqué que lo hacía en base a las decisiones jurídicas. Terminó despidiéndome.
Ese es el "cacique" Héctor Guerín.
Bueno, Cubas no aprendió la lección. Lo lemento.
Y parece que siempre aparece alguien de quien burlarse este chico que se mandó un papelonazo en el servicio diplomático paraguayo cuando se lo sacó del país porque, según él, su suegro le amenazaba de muerte.
El día que Guerín deje de ser respaldado por un diario asunceno, el periodismo esteño habrá de aliviarse. Por ahora, por la desgracia de la influencia de este personaje, el periodismo de esa zona no es sino sinónimo de extorsiones y chantajes.
Lamento que Paraguayo Cubas no haya leído un libro sobre Guerín donde publico sus "cosas". Porque si lo leía hubiera pensado muy bien para asesorarlo. Guerín no sabe de amistades, desconoce los favores, es un cobarde y pusilámine en un mano a mano personal ante cualquiera.
Por amistad le arrimé al diario de donde pasó a ser corresponsal. Sin mi amistad (¡vaya amistad la de él!) jamás hubiera sido alto funcionario de la embajada paraguaya en Bruselas. Si yo no hubiera cruzado en su camino, a lo mejor hoy no pasaba a ser sino un oscuro personaje de cuarta categoría muy lejos del periodismo.
Celebro que "Paio" haya renunciado a seguir con Guerín. Verá que esa decisión le dará salud y tranquildad. Lamento que la guerinada le haya alcanzado.
Ahora ya sabe...
El abogado, junto a otros dos profesionales, dirige un programa de televisión desde el cual critica a algunas autoridades de Ciudad del Este. El apreciado "Paio" cree que "Vanguardia" lo ataca porque él, desde la televisión, hace lo mismo contra la gestión de algunas autoridades.
No me sorprende la conducta del director del diario mencionado, Héctor Ignacio Guerín Gómez ¿Acaso "Paio" no sabía que Guerín es "El cacique" de la comunicación en el Este?, ¿acaso no sabe que él actúa de ese modo con todos los profesionales de su entorno?
Un día, refrescando la memoria al abogado, tuve a mi cargo publicar en la radio ,que dice ser de Guerín y en la que yo trabajaba de locutor, una decisión judicial de intervenir la tabacalera de un político de la zona. La información la reiteré varias veces. Guerín me ordenó que dejara de criticar a dicho personaje. Le expliqué que lo hacía en base a las decisiones jurídicas. Terminó despidiéndome.
Ese es el "cacique" Héctor Guerín.
Bueno, Cubas no aprendió la lección. Lo lemento.
Y parece que siempre aparece alguien de quien burlarse este chico que se mandó un papelonazo en el servicio diplomático paraguayo cuando se lo sacó del país porque, según él, su suegro le amenazaba de muerte.
El día que Guerín deje de ser respaldado por un diario asunceno, el periodismo esteño habrá de aliviarse. Por ahora, por la desgracia de la influencia de este personaje, el periodismo de esa zona no es sino sinónimo de extorsiones y chantajes.
Lamento que Paraguayo Cubas no haya leído un libro sobre Guerín donde publico sus "cosas". Porque si lo leía hubiera pensado muy bien para asesorarlo. Guerín no sabe de amistades, desconoce los favores, es un cobarde y pusilámine en un mano a mano personal ante cualquiera.
Por amistad le arrimé al diario de donde pasó a ser corresponsal. Sin mi amistad (¡vaya amistad la de él!) jamás hubiera sido alto funcionario de la embajada paraguaya en Bruselas. Si yo no hubiera cruzado en su camino, a lo mejor hoy no pasaba a ser sino un oscuro personaje de cuarta categoría muy lejos del periodismo.
Celebro que "Paio" haya renunciado a seguir con Guerín. Verá que esa decisión le dará salud y tranquildad. Lamento que la guerinada le haya alcanzado.
Ahora ya sabe...
