Antes, el Día de la Bandera era el 14 de agosto. A lo mejor
sigue en pie eso de que esa fecha se marca como el día de la tricolor pero de
ahí a que se festeje tengo mis dudas. Últimamente no andamos haciendo tanta
fiesta a la bandera, al contrario …
Las maestras nos enseñaban en las escuelas que nuestra
bandera flameó por primera vez al frente del ejército paraguayo que antes de
1811 apoyó al de Buenos Aires contra la invasión inglesa. Yo no sé si eso se
enseña hoy en las instituciones escolares. Hace tiempo que dejé de concurrir a
las aulas y que, dicho sea de paso, mucha falta me hace.
Hoy pareciera que la tricolor bandera paraguaya no tiene más
uso que en los días en que la Albirroja hace buen papel, cuando hay alguna
manifestación cachiai contra algún despreciable, que nunca falta, o alguien se
encadena frente a alguna institución solicitando mejor salario.
Nuestra bandera es el símbolo de todo lo que somos los
paraguayos, no solo de nuestra geografía e historia. En sus colores se reflejan
nuestra ser nacional, cada costumbre, cada idea, del cómo encaramos el
compromiso como nación. Ella identifica soberanía, paz, justicia, trabajo,
amor, solidaridad, decencia, humildad, fortaleza, dignidad de cada uno de los
paraguayos.
Sin embargo, todo esto que les digo como que es mucho
discurso al pensar en la realidad que nos consume en el día a día. Por ejemplo,
eso que hizo Lugo el año pasado, el de dejar entrar a unos cuantos diplomáticos
extranjeros (matones extranjeros) para que se haga lo que a ellos les canta:
entregar la patria a los comunistas. La
bandera paraguaya casi fue entregada por el ex cura engendrador.
Si la bandera paraguaya hablara, fantaseo, pegaría una
filípica contra algunos paraguayos que aceptaron los maletines chavistas que no
tenían otras intenciones que arriarla de su alto mástil.
Y se sacudiría la bandera tricolor contra los paraguayos que
no la honran, ni a ella, ni a sus escudos, ni a sus colores, ni a su historia
llena de sangre, sudor y lágrimas.
Felizmente, todavía quedan muchos paraguayos que entienden
que a la bandera tricolor para cantarla son poetas y; para defenderla,
soldados. Una bandera a la que honra, no solo un 14 de agosto, fecha cada vez
más desteñida para la memoria del símbolo, a la que entone la fiesta de los días
de paz.
Y todavía quedan, y muchos, paraguayos que aman y respetan a
la bandera de nuestra patria tan querida, a la bandera de nuestro cielo
guaraní; a esa cintita tricolor que orgullosos lucíamos en nuestros pechos de
niño en los días de los desfiles estudiantiles de mayo y de agosto y que hoy,
si se realizan estas marchas, no son sino con ánimo carnavalesco que
patriótico.
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