En una época, y de esto hace ya unos cuantos años, fui a lo mejor el periodista qué más fotos publicaba en el diario, en este caso el Abc Color. En este medio trabajé varios años y para este efecto tuve por compañero a mi Pentax MX (foto), una cámara pequeño gran angular con la que tomé mis mejores fotos periodísticas. Hoy la MX ya no sirve sino para tenerla en un rincón de mi biblioteca como una valiosa pieza personal de museo.
Soy de los periodistas que cree que un artículo sin fotos es como un ser humano sin brazos. Aprendí a valorar una buena fotografía, lo mismo que la autoría de quién tomó la imagen.
Soy de los periodistas que cree que un artículo sin fotos es como un ser humano sin brazos. Aprendí a valorar una buena fotografía, lo mismo que la autoría de quién tomó la imagen.
Valga la introducción para comentarles que estos últimos días he recibido un mail de Rodrigo García (rgarcia@fotolia-noticias.com) quién me explicó las bondades de una empresa internacional que provee fotos a todo el mundo, a precios ínfimos. La empresa se llama Fotolia (http://es.fotolia.com/).
En Internet hay millones de excelentes fotos de temas que uno piense y no piense. Pero todas las fotos tienen un autor a quién se debe respetar o sea, este debe autorizar la publicación de su trabajo, previo acuerdo, con el interesado. No siempre se procede de ese modo sino se baja la foto y ya está. Ese manoseo tiene su consecuencia, muchas veces engorrosa.
El drama se supera con Fotolia que tiene hasta hoy 13.716.814 fotos y 135.718 vídeos. Estamos, sin dudas, ante el primer banco de imágenes del mundo.
Le decía a Rodrigo que me gustaría escribir sobre helicópteros (especialmente los de la Policía Nacional de Paraguay que los adquirió de la compañía española Proiberia SA), lácteos, narcotráfico, etc., sobre los cuales tengo mi propio banco de datos, pero sin fotos. Me dijo que Fotolia me puede proveer la foto adecuada. Me entusiasmó la idea de encontrar en Internet un compañero, Fotolia, que me facilite las fotos sin ese temor propio de quién anda pirateando las ajenas y cuyas consecuencias pueden ser mucho más grave de lo que uno piensa.
Cuando entré en la web de Fotolia, de verdad, quedé asombrado ante las hermosas e ingeniosas fotos que vi ¿De esa calidad serán las fotos que me proveerán para publicarlas en Puerta de Emergencia?, me pregunté sin esperar respuestas. Déjenme decirles que a partir de allí sueño como cuando fui niño.
Me creo un reportero gráfico. Sé el valor de una foto, las dificultades para lograrlas, los esfuerzos que demandan en muchos casos. Lo sé muy bien. A Fotolia lo encuentro en Internet para cuando redacto en mi blog como a mis antiguos compañeros fotógrafos de Abc cuando salíamos en busca de noticias para los lectores del periódico. Yo escribo, Fotolia me provee la foto; el sueño del pibe, como dicen los porteños.
Desde luego, esta noche cuando me encuentre con algunos colegas, les voy a hablar de Fotolia, mi descubrimiento...
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