Se escuchaba de vez en vez que la mayoría de los egresados no están preparados para asumir responsabilidades laborales.
Hoy estamos implementando acciones nuevas que hacen a una universidad moderna. La formación de profesionales que en un pasado era totalment profesionalizante hoy se ve acompañada por programas muy fuertes de investigación y de extensión; vale decir que el graduado que hoy sale de la UNA ya se inserta al mercado laboral con un componente de investigación principalmente en su formación, porque las universidades que no llevan a cabo los tres fines fundamentales de una universidad que son la docencia, la investigación y la extensión, hoy quedan relegadas. entonces es imperativo que una universidad, para que sea considerada en el concierto regional y mundial, tenga cumplido a cabalidad esos fines para los cuales existen.
También se decía que la Universidad, amparada en la autonomía que le concede la Constitución, se aisló del país.
En cierta medida eso es cierto y; esas son las cosas que hemos empezado a revertir. La UNA hoy ya no es una burbuja en la cual no puede permear los grandes problemas nacionales. Hoy los problemas sociales principales, problemas también de uso de los recursos naturales, afectan en forma muy seria a América Latina. Entonces, la universidad como la nuestra no puede estar ausente en la discusión y la búsqueda de soluciones a esos problemas que hoy nos aflijen.
Entonces, ¿qué hace la UNA?
tenemos hoy programas de investigación y de extensión que están orientados directamente a buscar soluciones, en primer lugar a los problemas nacionales y; después, a los problemas regionales. Son las prioridades que nos hemos trazado.
Los estudiantes para graduarse deben entregar un trabajo final de grado como una tésis y todos esos trabajos, prioritariamente, se enfocan para estudiar la problemática nacional. Con eso nosotros pretendemos que la UNA sea una parte fundamental en la sociedad paraguaya, la que le está dando los recursos, por lo que también debe recibir de la Universidad propuestas de soluciones a los problemas que le afectan.
¿Cómo lleva a la práctica la idea?
Dentro de nuestro programa de investigación, para poder responder a las necesidades cada vez más acuciantes del país, hemos puesto en vigencia un programa de docentes investigadorescon dedicación exclusiva. Estos son investigadores que trabajan solamente en la UNA y en ninguna otra institución. Gracias a este programa hemos conseguido repatriar a varios paraguayos que estaban dispersos por el mundo; connotados investigadores, científicos, que hemos conseguido traerlos de vuelta al país; gracias a los rubros que permiten pagar salarios dignos para estos investigadores. Tenemos 60 investigadores con dedicación exclusiva y que pensamos incrementar en la medida que vayamos teniendo mayores recursos para asignarles a estos investigadores.
¿Qué, concretamente, hacen estos investigadores?
Están diseminados en la facultades de la UNA y en cada una de las facultades dedican, como mínimo, el 50 % de su tiempo a hacer trabajo de investigación. En estos trabajos se suman otros profesores de investigación lo mismo que estudiantes. Los otros 50 % de su tiempo debe hacer docencia, ya sea en grado y postgrado como así también servicios y trabajos de extensión universitaria. Si vamos al tema exclusivo de la investigación, hay productos muy interesantes, trabajos de investigación concluidos y los que están en marcha. Los trabajos se publican principalmente en un libro de aparición semestral que se llama "Investigaciones y estudios de la UNA". Los investgadores pueden publicarlos también en otros tipos de revistas de circulación internacional.
¿Qué sugiere para que las investigaciones sean una constante en la Universidad y, en consecuencia, sean útiles al país?
Lastimosamente el tema de la investigación científica y tecnológica en Paraguay es una deuda aún pendiente del Estado, que no fue capaz nunca de crear las condiciones para el desarrollo de la investigación científica y tecnológicas. Hay una ausencia absoluta de políticas de Estado en las áreas mencionadas. Recién ahora, después de muchos años de su creación, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACIT) empieza a dar signos de vida. empieza a caminar, trabajando en investigación científica y tecnológica, orientando en esta etapa a las instituciones que se dedican a la investigación hacia donde deben apuntar. Pero, esto aún es insuficiente. Debemos apuntar a la formulación de unas políticas de Estado que oriente qué es lo que debemos hacer en el tema de la investigación científica. El Estado debe tomar la decisión heroica de destinar los recursos financieros para financiar los programas de investigación.
- ¿Heroica?
Debe ser una decisión heroica porque hasta hoy los discursos políticos no se compadecen absolutamente con lo que se hace en la práctica. Donde nos vamos, escuchamos discursos políticos de que la prioridad del Estado paraguayo va a ser la educación y la salud y eso está muy lejos de la realidad. No existe tal decisión política de invertir en educación. Podemos remitirnos a lo que ocurrió ahora con el tratamiento del presupuesto del año 2010. Los mismos ministros del PE (salud y Educación) salieron a criticar la poca inversión para sus respectivos ministerios en el área de la educación y la salud y eso es cierto. Acá el Estado debería dar una señal al sector educativo, estableciendo, por ejemplo, así como está establecido en la Constitución Nacional que el 20 por ciento del presupuesto debe ir a la educación, pero eso incluye solo educación básica y media; entonces el Estado debería dar la señal a través de alguna presentación para que la educación superior tenga un porcentaje fijo del PIB de la Nación dedicada a ella.
Entiendo que el dinero que la Universidad recibe del dinero es una suerte de regalo, de buena voluntad del Estado, que no es una obligación...
Para conseguir eso en primer lugar tenemos que convencer al PE que desde hace muchísimos años que nos da la misma receta: van a tener el mismo presupuesto del año pasado, eso es lo que nos dicen.
¿Cuánto dinero destina el Estado a la UNA?
Alrededor de 500 mil millones de guaraníes (unos cien millones de dólares), de los cuales el 50 % es para la Facultad de Ciencias Médicas y el Hospital de Clínicas, hospital de escuela pero el mayor hospital de caridad. Vale decir que en el presupuesto de la UNA está disfrazado como un aporte a la universidad lo que el Estado invierte en salud pública. La Universidad, como hospital escuela, no necesita de un centro tan grande como Clínicas. Es grande porque tiene que brindar ese servicio a la población carenciada.
Los 250 mil millones restantes se destinan a 11 facultades para 67 carreras y todos los programas de investigación y extensión de esas 11 facultades restantes. Es muy poco dinero. Puedo poner como ejemplo Universidad Nacional de Asunción, 41.000 estudiantes de grado, recibe del Estado 100.000.000 de dólares. Una universidad estadual del Estado de Sao Paulo con 18 mil estudiantes tiene un presupuesto de 500 millones de dólares.
Mientras no haya una decisión heroica, como dije al principio, del Estado, es poco o nada lo que podemos conseguir. Seguiremos con el mismo esquema de gobiernos anteriores que vienen de mucho antes que dicen a las instituciones educacionales que "esto es lo que tienen (por la suma de dinero asignado) y el año que viene van a repetir esto"; no hay posibilidades de crecimiento con ese esquema, tampoco por los plazos que se establecen para analizar con profundidas y seriedad el presupuesto de las instituciones públicas. El ministerio de Hacienda no tiene una política clara de qué priorizar en el Presupuesto General de Gastos de la Nación.
¿Acaso la UNA no sugiere lo suyo al Estado para cuando se trate el asunto presupuestario?
Todo cuanto nosotros acercamos queda ahí: en propuestas. Muy pocas cosas son atendidas por esta institución. Por otro lado, el Parlamento analiza el presupuesto pero trabaja contra el reloj. El Parlamento normalmente no tiene tiempo para analizar con profundidad lo que es un presupuesto de la nación.
¿Qué quiere agregar?
(Reportaje publicado en el quincenario "El Universitario", el 18 de noviembre de 2009, año 6, Núm. 77, pp. 18 y 19).
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