La pasada noche, acompañé a Julia, mi hermana, a la casa de una amiga suya en el barrio donde vivo. A esa hora, como a las 20.00, el clima era lo suficientemente agradable como para darse un paseo. Observamos a los vecinos pasear a sus perros, costumbre española que no es la de Paraguay.
Una amiga de Julia hacía lo propio con su perro blanco, un caniche grande (el de la foto me recuerda a "Pol", el más mimado y flemático de los perros asuncenos que he conocido y que, me temo, no habrá de dejar descendencia). Aquella comentó que su mascota había enceguecido a consecuencia de la diabetes y que diariamente debe aplicarlo su dosis de insulina. El animal ya está entrado en edad: 12 años.
El perro es un caballero. Espero llegar a su paraíso, y no al del hombre, dijo alguna vez Mark Twain; Un perro tiene muchos amigos porque mueve la cola y no su lengua, dijo otro. Y debe ser por esto y mucho más que aquí en Madrid la gente se dedique tanto a sus mascotas.
El perro es un caballero. Espero llegar a su paraíso, y no al del hombre, dijo alguna vez Mark Twain; Un perro tiene muchos amigos porque mueve la cola y no su lengua, dijo otro. Y debe ser por esto y mucho más que aquí en Madrid la gente se dedique tanto a sus mascotas.
Además, noto, los madrileños son de familias cortas; muchos viven solos y solas con sus mascotas, por tanto estas son partes de su vida diaria. Y el Ayuntamiento (municipalidad) aporta lo suyo para que los perros lo pasen bien y la gente con ellos. Así, por ejemplo, junto a los basureros están los cubículos en los cuales los amos del animal tienen disponibles bolsas de plástico para recoger las heces y tirarlos al basurero.
Un matrimonio amigo, ya mayores, de mi portal también hacen lo mismo con sus dos perros. Todos los días, ella y él, salen a pasear a sus dos perros tres veces al día, así haga frío, calor, viento o lluvia. La pareja tiene un hijo ya mayor que ya lleva vida independiente.
En Madrid, ni en otras ciudades españolas por donde estuve, no vi perros callejeros como en Paraguay. Se me hace que los animales vagabundos son sólo de los países del Tercer Mundo. Todos los canes de aquí salen a pasear con los dueños sujetos a una correa.
Sí, en esto de salir a las calles, los perros de Madrid también son un caballero...
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