Venir a Madrid y no visitar San Lorenzo de El Escorial es como visitar Barrero y no degustar sus chipas. Estuve en esta parte de la sierra de Guadarrama a fines del verano de 1991, luego de haber visitado Jerez de la Frontera y Sevilla y alquilado, junto a otros coterráneos, un perezoso autobús que nos dejó a medio camino al volver de aquel monasterio.
Fue un grupo de amigos y que integraron (de los que recuerdo) Arsenio Vasconsellos Portas y señora; Alberto Spinzi y señora; el ingeniero Pedro González, entonces decano de la Facultad de Agronomía y actual rector de la Universidad Nacional de Asunción; doctor Enrique Froilán Peralta (cantor y guitarrero como pocos), decano hasta hoy de la Facultad de Ciencias Veterinarias.
No olvidaremos de cuando el viejo ómnibus alquilado nos dejó en plena carretera y a pleno sol durante un par de horas, más que para enfados para el deleite de los aventureros paraguayos.
Claro, visitamos el monaterio, situado a 47 kilómetros al noroeste de la provincia de Madrid y a 1.032 metros sobre el nivel del mar. Nos paseamos por la inmensidad del monasterio, del castillo y de la catedral; bajamos a las catacumbas reales y paseamos por los salones donde vaya a saber cuántas fiestas reales han sido llevadas a cabo desde el siglo XVIII.
Recuerdo habernos escapado del grupo González, Peralta y yo. Fuimos a mezclarnos con los sanlorentinos por sus calles y plazas y nos tomamos fotografías junto a una suerte de monumento que recuerda a la República del Paraguay, mientras los demás compraban postales de San Lorenzo de El Escorial (en aquel tiempo era más difícil que hoy tomar fotografías y ni pensabamos que hoy tendríamos en nuestras manos las cámaras digitales).
Desde que estoy radicado en Madrid voy a San Lorenzo de El Escorial ni bien me sobre un espacio de tiempo. Y cada vez que recorro el Monasterio y el Real Sitio recuerdo a aquel formidable grupo de paraguayos de 1991 y de las noches antes y posteriores en España a pura bulería, a esencia gitana ...
1 comentario:
Muy interesante su comentario, lastima que una de las personas allí nombradas sea de tan pésima trayectoria, para comensar un tremendo Stronista(dictadura pasada) y aun hoy sigue en las misma, la Fac. de Ciencias Veterinarias tiene a su frente al más eficiente seguidor del Dictador Stroessner, y a pesar que el mismo ya paso a otra vida, este personaje vive imitando fiel como perro de presa al mismo Stroessner y Satanás.
LLeva adelante todas sus actividades dentro del peor de los pecados, viviendo en lascivias y a fuerza de preciones a sus subordinados, para que inclusive en ocasión les hizo aportar dinero para cubrir los gastos de sus grandes fechorias.
Esto es solamente para tener en cuenta que clase de escoria es.
kadosch
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