sábado, 21 de septiembre de 2013

QUE ME VIERTAN EN EL MOLDE NUEVO


Antes de emprender el viaje quiero un amigo que forje mi hierro viejo.
O, mejor, varios que con paciencia moldeen este óxido, pese al tiempo, todavía dócil.
Que den la primera forma a esta pieza que todavía es metal.
Que me fundan de nuevo y luego me viertan en el molde nuevo.
En el de los espíritus de León XIII, Pío X y de Julio Verne,
que restaurar mis ideas misioneras.
Troquel del cual me resuciten, renovado, de mi descomposición y ruina
y que derrumben mis fracasos.
Renacer en la matriz de Andersen para pensar como niño
y escribirles un cuento fresco.
Me transformen en la hechura de Lessepp y construir un canal de amor para todos.
Me hagan como Juarez, para que, con armonía y prudencia, administre.
Me extraigan de la sabia de Stuart Mill y Balzac para defender la igualdad;
para reconocer, como Lincoln, la genialidad del pensamiento cristiano;
para perseverar como Darwin, rediseñar mi destino como trazó Hassman la hermosa Paris y,
ser  íntimo, soñador, como Chopin, desembocando, como Balmes,  en el sentido común como guía y criterio; atacando al mal, como Sarmiento,  desde las aulas.
Antes de ir quiero ser el hombre nuevo para que, como Dickens, dejar escritos fecundos; como Dom Bosco, enseñar amando; ser visionario como Reuter, riguroso como Mommser y, como Dostoyevski, sentir vivamente el misterio de la vida.
Quiero sentirme tumbado del caballo en mi largo camino a Damasco, que sienta el golpe del maravilloso cambio y comprender que soy alma viva y no alma muerta.
Quiero amigos - tan siquiera uno - que restaure mis ideas misioneras que derrumben mis fracasos.

Efraín Martínez Cuevas

Palma Loma, Luque, 21 de setiembre de 2013.

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